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miércoles, 28 de agosto de 2013

American Apparel en busca de sexys modelos transexuales

American Apparel en busca de sexys modelos transexuales
Isis King, modelo transexual
La marca de ropa American Apparel busca modelos transexuales para su próxima campaña publicitaria.

"Modelos transexuales, convocatoria abierta" (Modelo Transexy, convocatoria abierta), aparece en el sitio web de la marca.Estdos Unidos.- La marca de ropa American Apparel lanzó una convocatoria para modelos transgénero y transexuales en Nueva York, quienes participarán en la próxima campaña publicitaria.
Los requisitos son: ser transexual, tener más de 16 años de edad, usar ropa y maquillaje sencillo que refleje su estilo personal.
La compañía llevó a cabo las primeras pruebas en su tienda  de Chelsea, en 8th Avenue, Nueva York, el domingo pasado. 
American Apparel tiene un largo historial de apoyo a la comunidad LGBT (Lésbico, Gay, Bisexual, Trans). En junio lanzó una camiseta especial en colaboración con GLAAD para conmemorar el Mes del"Orgullo Gay" en Estados Unidos. 
El año pasado, la compañía repartió gratuitamente las camisetas "Legalize Gay" en Francia, para apoyar la campaña por el Matrimonio Igualitario en ese país europeo.
En junio del año pasado la modelo transexual Isis King apareció en una de sus campañas publicitarias.

"No hay tercer sexo; o niños o niñas"


Hermafroditas. Intersexuales. Ahora, pertenecientes a una entidad difusa que se ha denominado como ‘tercer sexo’. Con la aprobación de una ley en Alemania que permitirá a partir de noviembre a los padres de niños nacidos con ADS (Anomalías del Desarrollo Sexual o, en inglés, DSD, Disorders of Sexual Develovpment) dejar en blanco en el Registro la casilla correspondiente al sexo, estas personas han vuelto a saltar a primera plana. Aunque no siempre se hable de ellas con exactitud: “No existe un tercer sexo ni mucho menos. Eso supone definir a alguien a través de sus genitales y una persona es mucho más”, sostiene el psicólogo Gabriel J. Martín, especialista en el tema. Entre otras cosas, porque cuenta con su experiencia: él mismo nació con ADS.
El ADS engloba un conjunto de anomalías derivadas de condiciones congénitas que determinan que el sexo cromosómico, gonadal (ovarios y testículos) o anatómico sea atípico. Hay bebés que nacen con cromosomas de mujer, ovarios de mujer y genitales externos de apariencia masculina. Otros tienen cromosomas masculinos, pero genitales ambiguos. Algunos, ovotestículos, o un ovario y un testículo, o alteraciones en sus niveles de hormonas sexuales. Existen muchísimos tipos de ADS, y según se consideren sólo los más extremos o todos ellos, se apunta a que afectan a entre un 0,018 o un 1% de la población. Si se traslada el porcentaje a la sociedad española, daría como resultado unas 8.400 personas, en el mejor de los supuestos.
Gabriel  J. Martín 

Gabriel  J. Martín nació hace 42 años con una mutación del gen NR5A1. Entonces se llamó Patricia, aunque cambiar ese detalle, dice, “ha sido el menor de los problemas”. Sus genitales tenían apariencia femenina, contaba con testículos en las ingles y una posición de la uretra anómala. Y vivió durante mucho tiempo “con un estigma sobre mí mismo. Con el peso de la vergüenza de ser algo que debía esconderse, de lo que no debía hablarse. Fui criado en una ciudad de Cádiz, con unos padres que no supieron afrontar su situación y con la presión de ser siempre el centro de los comentarios”.
Una identidad definida
Habla Martín de una carga de desconocimiento, de morbo, de tergiversaciones, pero, afortunadamente, la situación ha cambiado. Este tipo de afecciones se conoce más, y hoy existen pruebas -análisis cromosómico, de perfil hormonal, de funcionalidad de las gónadas, a cargo de la Seguridad Social- que permiten asignar una identidad sexual al niño, “aunque de forma provisional, porque siempre cabe la posibilidad de que algún día les diga a sus padres: os habéis equivocado”. Puede que el resultado no sea concluyente, pero a menudo ayuda a decidir: en una revisión de los casos de ‘intersexualidad’ publicados en la literatura médica entre 1950 y 2000, la bióloga estadounidense Anne Fausto-Sterling determinó que en un 85% de los casos las personas estaban a gusto en el sexo que les habían ‘elegido’.
Aun más: todos ellos se sentían de un sexo u otro. Niños o niñas; hombres o mujeres, más allá de sus órganos genitales. “El sexo, en el fondo, está en el cerebro, no en ellos”, cuenta Martín, que recomienda criarlos con un sexo determinado, aunque sea provisional. Cita un documento, elConsensus Statement on Management of Intersex Disorders, publicado por la Academia Americana de Pediatría, que establece un protocolo claro: todas las actuaciones médicas, incluidas las operaciones, deben garantizar la vida del bebé (dada la conexión entre el sistema urinario y el genital); la funcionalidad de este último y la calidad de vida futura (lo que incluye la sexualidad). En cuanto a la estética, se debe dejar que el afectado decida en la vida adulta.  
Cambios en el registro
También está cambiando la percepción social, y asociaciones como Grapsia, de personas afectadas por uno de los ADS más comunes, el Síndrome de Insensibilidad a los Andrógenos, ofrecen información, foros y apoyo a las familias. E iniciativas como la alemana, en opinión de Martín, “son positivassiempre que haya una pedagogía detrás. La legislación pone encima de la mesa esta situación, y eso contribuye a dejar atrás la ignorancia”.
Sin embargo, matiza, el hecho de que en el carné pueda poner ‘hombre’, ‘mujer’ o ‘indefinido’ puede estigmatizar, si antes no se explica qué es la ‘intersexualidad’. “Si con 6 años le preguntan a un niño, ‘¿tú qué eres, niño o niña?’, ¿cómo va a explicar eso de ‘no, yo soy indeterminado’?
En Australia, por sentencia de un tribunal este año, ya se reconocía la existencia de un sexo neutro. En Tailandia, India y Bangladesh, a  través de la tradición de los kathoey y los hijra, se reconocía el ‘tercer sexo’, aunque muchos de ellos son mujeres transexuales. En España, con la ley de identidad de género, cualquiera puede cambiar su nombre y sexo sin procedimiento judicial. Y con las leyes franquistas también era posible: Martín lo hizo con 21 años, sin problemas, porque la normativa del Registro, de los 50, admitía que los médicos podían cometer errores en la identificación del sexo del bebé y permitía la rectificación de este dato. Hace 21 años dejó de ser Patricia y se convirtió en Gabriel José. Y, hoy, otros tantos años después, ha dejado atrás la vergüenza: “Ninguna parte de mi biografía me hace sentir incómodo… ya”, sonríe.

http://www.elconfidencial.com/sociedad/2013-08-25/no-hay-tercer-sexo-o-ninos-o-ninas_20781/

lunes, 26 de agosto de 2013

Un niño grande

A los catorce años, Skylar, en el momento del nacimiento se le asigno que era una niña, a los dieciséis años, adoptó el nombre de un niño, comenzó a tomar testosterona y se hizo una mastectomía. No trate de ser el "hermano macho", dice ahora a los niños. Fotografía de Dukovic Pari.

Para las personas mayores de la escuela secundaria como Skylar-que viven en los suburbios prósperos tienen cariñosos padres, asistir a buenas escuelas, y obtener excelentes calificaciones, mientras estudia sus transcripciones con las actividades extracurriculares-la parte más difícil de la solicitud de la universidad es a menudo el ensayo personal. Se les pide normalmente para escribir sobre una experiencia que cambia la vida, y, si su infancia ha sido felizmente libre de drama, que se encuentren mirando a una pantalla en blanco durante mucho tiempo. Esto no fue un problema para Skylar.

Skylar es un niño, pero a él se le asignó el género de una niña, y vivió como tal hasta la edad de catorce años. Skylar podría decirlo de otra manera: él cree que, a pesar de sus carácteres biológicos, que el se sentía  un niño todo el tiempo. Él acababa de cargar con un cuerpo que requiere ajustes médicos y quirúrgicos para que pudiera reflejar el género se autopercibía de sí mismo. A los dieciséis años, comenzó a recibir las inyecciones de testosterona cada dos semanas, justo antes de cumplir los diecisiete años, tuvo una doble mastectomía. La pregunta de ensayo para la Universidad de Chicago, donde Skylar presentó una solicitud a principios de acción, invitó a los estudiantes a describir su "archienemigo (ya sea real o imaginaria)." La respuesta de Skylar: "las ideas pre-formadas de lo que significaba tener dos cromosomas X . "No importa lo que la gente pensaba que veían cuando miraban fijamente, Skylar escribió, él sabía que "que no era una chica ".

Skylar es un FTM, " persona transgénero, una categoría que ha ido creciendo en visibilidad en los últimos años. En el pasado, los hombres trans que deseaban vivir de acuerdo a su identidad, rara vez buscaban la cirugía, en parte porque podrían "pasar" con bastante facilidad en público, hoy en día, hay un deseo de transformación más profunda. Skylar tomó hormonas y fue sometido a "cirugía de la parte superior" a una edad mucho más joven de lo que hubiera sido posible hace una década. Sin embargo, en su nueva forma, no hace el trabajo de venir a través como convencionalmente masculina. Al igual que muchas personas "trans" de su generación, que se siente cómodo con cierta ambigüedad de género, y no se siente la necesidad de ser, como él dice, un "hermano macho." Aún no está seguro si va a hacer la reconstrucción genital cuando sea mayor.

Skylar vive en un afluente, ciudad boscosa cerca de New Haven, un enclave liberal que nadie desafió seriamente su decisión de cambiar de género. Algunos de sus compañeros incluso expresaron una cierta envidia. Como explicó en su ensayo de solicitud, los compañeros le decían: "Esta es la esencia fundamental de lo que eres, Skylar. Usted no puede conseguir posiblemente a través de una aplicación completa universidad sin sacar el tema. (Irónicamente, yo no tengo.) Esta será su boleto en la escuela de sus sueños. "Fue una actitud que irrita Skylar, porque, escribió," por fin he llegado a un punto en mi vida donde mi transición no está consumiendo mi vida ".

Muchos chicos trans tienen un tiempo muy difícil. Ellos son intimidados en la escuela, rechazados por sus familias y enviados a la marginal-incluso desesperadas vidas. Los adolescentes que se identifican como transgénero parecen estar en mayor riesgo de depresión y suicidio. Sin embargo, la historia más fluida de Skylar es cada vez más común. Los padres de clase media de hoy tienden a ayudar activamente a sus hijos a instalarse en un camino en la vida, y con frecuencia se suscriben a la idea de que la "intervención temprana" es la mejor para todo tipo de condiciones. Muchos terapeutas han comenzado a hablar de incluso los más pequeños como transgénero (una categoría que algunos médicos de las generaciones pasadas se han aplicado a ellos). Y la cirugía plástica, los tatuajes y piercings han hecho que la gente más a gusto con la modificación del cuerpo. En este contexto, la cirugía de género en la infancia tardía puede no parecer extremo. Debido a que este cambio está ocurriendo tan rápido, y en medio de una oleada de atención de los medios en su mayoría positivas, puede ser difícil de reconocer lo que es un experimento social radical que es.

Transgénero ha sustituido a la confusión entre la orientación homosexualidad como la nueva frontera de los derechos civiles y activistas trans se han convertido en vocal y organizada. Alice Dreger, bioético e historiador de la ciencia en la Universidad de Northwestern, dice: "El recurso a la intervención y la franqueza de la comunidad transgénero están causando mucha más gente a verse a sí mismos como transgénero, y en edades más jóvenes." Una encuesta reciente de treinta quinientos transexuales estadounidenses descubrieron que, cuanto más joven de los encuestados, más probable era que se tenía "el acceso a las personas transgénero y recursos a una edad temprana", y que se han identificado como trans a una edad temprana. En una encuesta de seguimiento, más de dos tercios de los encuestados de entre dieciocho y veintidós años dijeron que habían conocido otras personas transexuales antes de adoptar la identidad de sí mismos, en comparación con una cuarta parte de los cincuenta y tres años de edad.

Un niño de hoy en día que no ha cumplido con otros jóvenes transgénero pueden fácilmente encontrar en la cultura popular y los medios sociales. Estos personajes aparecen en "Glee" (por supuesto) y en "Degrassi." En Internet, Tumblrs y Listservs y miles de videos de YouTube crónica de las transiciones de género de los adolescentes. Tiro a Webcams borrosas en el sótano de la familia o en desordenadas y dormitorios poster cubiertas, que se asemejan a diversas diarios, manuales, videos musicales, y manifiestos. La primavera pasada, Warren Beatty y Annette Bening hijo de Stephen, nacido Kathlyn-atrajeron la atención después de hacer un vídeo de sí mismo para el sitio Somos felices Trans. Stephen, entonces veinte años y estudiante de segundo año en el Sarah Lawrence College, explicó que, a los catorce años, había "transición social", la adopción de su nuevo nombre y asistir a la escuela cuando era niño. Su monólogo era elegante, caprichoso y cargado de jerga. "Me identifico como un transexual, un escritor, un artista, y un tipo que necesita un corte de pelo", dijo. Reveló que él estaba tomando testosterona, mientras que "la presentación de una manera fatal", agregando, "Es bueno para que finalmente sea capaz de tener mi identidad visible para las personas."

La transexualidad, el último acto de rebeldía del soldado Manning

El exsoldado se enfrenta a 35 años de prisión por filtrar miles de documentos secretos a Wikileaks. Su último acto de rebeldía es cambiarse de sexo e intentar recibir tratamiento hormonal en la cárcel militar de Fort Leavenworth, Kansas. De ser un soldado filtrador puede pasar a ser una de las voces más importantes en la lucha de los soldados discriminados.

El cambio de sexo que quiere Bradley Manning es un último acto de rebeldía de un exsoldado condenado a 35 años de prisión por filtrar miles de documentos secretos a WikiLeaks y ahora desafía de nuevo al Pentágono. Manning, de 25 años, quiere recibir trato de mujer y que se le llame Chelsea en la cárcel militar de Fort Leavenworth (Kansas), donde está encarcelado, donde no hay una sola mujer y donde no están por la labor de pagar y permitir el tratamiento hormonal que requiere su cambio de sexo. 
 
El soldado ha pedido iniciar lo antes posible una terapia de cambio de sexo que ningún presidio militar ha provisto jamás a un interno y que el abogado de Manning, David Coombs, dijo que exigirá por la vía legal hasta las últimas consecuencias. Este nuevo capítulo del caso Manning se da poco antes de que Coombs presente la próxima semana una petición de perdón presidencial de Barack Obama a través de las autoridades militares para que el exanalista de inteligencia en Irak sea indultado y salga de prisión antes de tener que recurrir a la libertad condicional, algo que podrá solicitar dentro de siete años. Un día después de recibir su sentencia de prisión por las históricas filtraciones a WikiLeaks, Manning ha vuelto a poner en aprietos a sus superiores en el Pentágono, ya que la transexualidad no está permitida en las Fuerzas Armadas y es motivo de descalificación o rechazo en el servicio militar. Pese a los avances en la aceptación de los homosexuales tras acabar en septiembre de 2011 con la norma que prohibía ser abiertamente homosexual en las Fuerzas Armadas y a la incorporación de mujeres en el frente de batalla, ser transexual sigue estando vetado en EEUU. Travestirse o pedir asesoramiento sobre problemas de género fuera del sistema de salud militar es considerado una violación del código castrense. Situación en otros países En la actualidad, al menos diez países permiten de algún modo transexuales en sus filas: Australia, Bélgica, Canadá, España, Holanda, Israel, Reino Unido, República Checa, Suecia y Tailandia. Durante el juicio por las filtraciones a WikiLeaks la defensa argumentó que Manning sufría graves problemas de adaptación a la disciplina militar por las dudas sobre su sexualidad, lo que uno de los testigos, el psicólogo forense David Moulton, diagnosticó como "disforia de género", que hace que una persona no acepte su sexo. En el juicio también se hizo pública una foto de Manning vestido con una peluca rubia y maquillado como Breanna, el alter ego del soldado durante su tiempo en el Ejército, y que envió a su supervisor en Irak con el escrito como "Mi problema". 
La confusión con su sexualidad llevó a Manning a graves problemas de socialización en Irak, desde donde comenzó a recopilar la información que envió a WikiLeaks. Eso, según la defensa, demuestra que los responsables militares no se dieron cuenta de que el soldado no se encontraba en las condiciones mentales adecuadas para manejar información secreta. Ahora a la lucha legal de Manning para no cumplir toda su condena de prisión se podría sumar otra para que las autoridades carcelarias militares le permitan iniciar una terapia hormonal que podría culminar con una operación de cambio de sexo. En prisiones federales y estatales de EE UU varias demandas han conseguido que las autoridades reconozcan el derecho a recibir tratamiento hormonal para cambiar de sexo y en casos extremos de rechazo al sexo de nacimiento, operaciones quirúrgicas. Una nueva lucha ha comenzado para Manning, que abrió los ojos de Estados Unidos a los claroscuros de su guerra contra el terrorismo y ahora podría convertirse en una de las más voces más importante en una nueva lucha por los derechos de soldados discriminados. 


 

viernes, 23 de agosto de 2013

La transexualidad de Manning pone a prueba el sistema penitenciario estadounidense

La prisión de Fort Leavenworth, donde cumplirá 35 años por la filtración de documentos a Wikileaks, niega el tratamiento hormonal para adaptar el cuerpo en casos de transexualidad.
"En mi proceso de transición hacia la siguiente fase de mi vida quiero que todo el mundo sepa quién soy en realidad. Soy Chelsea Manning, soy una mujer. (...) Quiero comenzar la terapia hormonal tan pronto como sea posible", ha anunciado la soldado condenada por filtraciones a Wikileaks a través de su abogado, David Coombs, en un programa de la NBC. La respuesta del ejército a la petición de Manning, cuyo nombre público hasta ayer era Bradley, ha llegado en forma de negativa. "La armada no aporta tratamientos hormonales o cirugía de cambio de sexo por un desorden de identidad sexual", ha afirmado un portavoz del ejército a la cadena CBS.
Ante esa posibilidad, el equipo judicial que defiende a Manning había adelantado ya que haría "todo lo que estuviera en su mano para obligarles" a facilitar el tratamiento a la soldado. Sentencias de varios juzgados federales señalan que negar dichos tratamientos supone un trato cruel e injusto a los reclusos que lo solicitan. De hecho en el estado de Maryland, en el que Manning fue juzgada, una sentencia obligó a atender las peticiones de presos en Maryland, Virginia, Virginia Occidental, Carolina del Norte y del Sur. Así, la legislación federal ha ido reconociendo progresivamente los derechos de aquellos recluso que solicitaban un cambio de sexo tras ingresar en prisión.
La dificultad del caso estriba en que Manning debería cumplir condena en la prisión de Fort Leavenworth, destinada a militares con condenas a más de diez años, que no está sujeta a la legislación federal. En este sentido, la directora del área de derechos de personas transgénero de Gay and Lesbian Advocates and Defenders (GLAD), Jennifer Levi, asegura en The Washington Post que Chelsea Manning debería gozar de la misma protección. "No conozco otros casos ocurridos en prisiones militares. Pero deberían tener la misma obligación de proporcionar un tratamiento médico adecuado", ha indicado Levi.
La transexualidad de Manning ya fue protagonista durante el proceso judicial que le condenó a 35 años de cárcel. Sus abogados esgrimieron los efectos psicológicos derivados de esta circunstancia en el entorno masculinizado del ejército.
Durante el juicio la defensa mostró una foto en la que la soldado aparecía con una peluca rubia y maquillaje. Según diversas fuentes, ésta fue remitida a su superior, el sargento mayor Paul Atkins, por correo en mayo de 2010. En él, la exsoldado reconocía que el motivo de alistarse en el Ejército fue "para acabar con ello", en referencia a su transexualidad.
La existencia de dicho mensaje fue probada por el capitán Steven Lim, uno de los testigos. Coombs alegó entonces que el contenido del mensaje debería haber provocado que Manning fuera apartada de sus funciones, así como del acceso a información privilegiada.

"Desde que las niñas son rosadas y los niños azules, estamos jodidos

Brigitte Baptiste no necesita que nadie le diga cómo vivir su feminidad. Tiene muy claro que ella es la única que puede decidirlo. Tercera parte del especial de Sentiido “Queer con plastilina”.


Son poco más de las 8 de la mañana. Una señora de aproximadamente 1 metro y 50 de estatura, pelo rojo tinturado, sudadera y unos 65 años de edad, pasea a su perro labrador negro. De repente, detiene su caminata para preguntarle a Brigitte Baptiste: “¿usted no es la del Humboldt?” “Si señora”, responde ella. “Ah qué bueno. La felicito”.
Una vez recibe una sonrisa de agradecimiento por parte de Brigitte, el perro deja de olfatear mis pies y junto con su dueña continúan su camino por el Park Way del barrio La Soledad en Bogotá.
Unos minutos atrás Brigitte, Camilo (el fotógrafo) y yo, estábamos en una de las cafeterías que a las 7:00 de la mañana, hora de la cita, presta servicio en esta zona de la ciudad.
Brigitte llega puntual al encuentro, justo después de acompañar a sus dos hijas a tomar el bus del colegio. En nuestro lugar de reunión pide un tinto mientras a mí me traen un jugo de naranja.
Poco después de las 8 a.m., cuando terminamos de hablar, decidimos atravesar la carrera 24 para tomarle unas fotos en medio del sector de Bogotá donde creció y aún vive: el Park Way.
Una vez termina la sesión, su conductor la recoge para llevarla al Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt donde ocupa el cargo de directora desde enero de 2011. Brigitte es una de las científicas más destacas de Colombia, una especie de “presidenta de la biodiversidad”.
Sin embargo, esos títulos poco le gustan. “A mí me dicen: ‘doctora -aunque no tengo doctorado- usted que es una eminencia en biodiversidad… Y yo me pregunto: ¿en qué momento el carácter religioso se le ‘pegó’ al conocimiento? Si quieren halagarme, gracias. Pero calificar a una persona de ‘eminencia’ es decirle: ‘usted ya no es parte de la sociedad ¡guíenos!’ Y nada que ver. Necesitamos una ciencia democrática, participativa y abierta”.
Contrario a las mujeres transgeneristas que sueñan con pasar por las cirugías estéticas necesarias para lograr que algún día la sociedad las reconozca como mujeres, a Brigitte este tema no la trasnocha. Está lejos de creer que para complacer a terceros deba transformar su físico radicalmente o comportarse de una determinada manera.

Objetos de deseo

“Cuando nacemos varones y muy temprano en la vida nos sentimos limitados para expresarnos como queremos, tratamos de crecer en femenino. Y el gesto básico para hacerlo es madurar como objetos de deseo, porque uno de los papeles que la sociedad les ha entregado a las mujeres es el de ser promotoras del deseo sexual”, asegura.
De ahí que muchas mujeres transgeneristas tengan o sueñen con estereotipos físicos tan marcados: senos y nalgas generosas, pelo largo, cintura pequeña… “Yo me llamo Brigitte porque por la época en que nací, el ideal de lo femenino y de lo erótico era la actriz francesa Brigitte Bardot. Queremos ser deseadas en esa feminidad y no en una victoriana o indígena, porque allí no tenemos ningún patrón de reconocimiento”.
El problema, explica, es que esto ha llevado a que algunas mujeres quieran mostrarse como “engalladas” por “traquetos”, para que el erotismo valide lo femenino. Brigitte no quiere ser ese estereotipo. No quiere un “traqueto” que la “engalle”. “Para validarme, no necesito a alguien que defina mi feminidad”.
A ella le han dicho: “si lo que quieres es ser mujer, hazte de una vez todas las cirugías necesarias para que lo parezcas”. En otras palabras: “no nos incomodes con un tránsito a medias en el que a simple vista no nos quede claro si eres hombre o mujer. Defínete y rápido”.
Pero Brigitte sabe que aunque pueda resultar incómodo, problemático o perturbador para los demás, ella tiene que construir su propia feminidad a partir de sus referentes históricos, familiares y culturales.
Es entonces cuando le explico que ella será la protagonista de la tercera parte del especial Queer con plastilina” que prepara Sentiido. Brigitte se afana en aclarar que no es una teórica queer. “Soy una bióloga y más bien clásica, clásica, clásica”.
Sin embargo, agrega que lo queer es, en esencia, no aferrarse a parámetros o a estereotipos solamente por cumplir con las expectativas de los demás. Es una premisa básica en cualquier ámbito de la vida, pero especialmente en el “deber ser” del género y la sexualidad. “No existen parámetros correctos, loqueer es vivir y expresarse de manera espontánea”.
Se trata de reflexionar en qué prácticas una persona se siente incómoda y en cuáles quisiera expresarse de otra manera. Ser auténticos y por eso es posible hablar de lo queer en cualquier espacio.
Para la muestra, la estrecha relación que existe entre estas teorías y la biodiversidad. Según Brigitte, “la naturaleza no tiene un único modelo para existir y hacer especie. La evolución genera patrones que se acomodan a las circunstancias y ensaya muchas alternativas donde el azar juega un papel importante. Cada una de esas propuestas se diversifica, multiplica y toma caminos inesperados”.

Lo natural es no tener normas

Y eso, agrega, cuesta trabajo de entender. Siempre se habla de “la sabiduría de la naturaleza”, pero la elección de lo que nos parece natural es un juicio moral y subjetivo. “En la naturaleza no existen normas”.
La intersexualidad, por ejemplo, es natural. “Una persona que nace con genitales de ambos sexos o con cierta ambigüedad anatómica no tiene por qué ser tratada como alguien que requiere tratamiento a menos de que su salud esté en peligro. No es la teoría médica la que deba diagnosticar y ‘mover’ a esta persona hacia alguna parte. Cada quien decidirá y vivirá como crea”.
Brigitte también cuestiona el argumento de que las relaciones homosexuales no son naturales. “En todas las especies existe la homosexualidad”. A su modo de ver, es “antinatural” construir una mina de carbón a cielo abierto sin las debidas consideraciones ambientales. “¿Pero ‘antinatural’ un comportamiento sexual? No hay parámetros para juzgarlo”.
Tampoco comparte la afirmación de que “Dios los hizo hombre y mujer” esgrimida para rechazar a las personas transgeneristas. Aunque no es creyente, Brigitte explica que en escuelas teológicas donde se manejan interpretaciones menos literales de la Biblia, la creación de Dios es un espacio que quedó abierto a las decisiones de los humanos para que continuaran con su labor.
“De esta manera, cualquier noción de estabilidad asociada a la creación desaparece porque es nuestra responsabilidad llevarla adelante. Entonces si al principio Dios los creó hombre y mujer, no significa que los hizo fijos y para siempre de esta manera porque eso sería una condena”.
Para ella, parte de la libertad de elección que debe respetarse e incluso promoverse, es la de pasar de un género a otro. Esa noción de que la diversidad sexual y de género es “algo malo” se lo atribuye a discursos religiosos simplistas, politizados y utilizados como herramientas para generar miedo y control social.
Brigitte cree que, pese a ser una categoría determinante de la personalidad que se desarrolla muy pronto, la identidad de género tiende a ser muy rígida: si una persona tiene vagina es y debe comportarse como lo que socialmente se considera es una mujer y si tiene pene, es y debe comportarse como un hombre.
“Y cambiar esas estructuras causa temor. A la gente, además, le aterroriza que esa identidad pueda ser maleable, como en efecto creo que es”.
Según Brigitte, sería ideal liberar a la sociedad de lineamientos tan rígidos como que los hombres deban ser de tal manera y las mujeres de tal otra: “el objetivo debe ser destruir la división de roles y tareas. Mi anatomía no debe conducirme a ninguna clase de posición, ni privilegiada ni sometida, dentro del orden social”.

¿Nacer en el cuerpo equivocado? 

Brigitte no se siente cómoda cuando la gente afirma que las personas transgeneristas “nacieron en el cuerpo equivocado o “están atrapadas en un cuerpo que no les corresponde”. Esas sentencias no le gustan y no las usa, aunque entiende por qué hay quienes las validan.
“Cuando muy temprano en la vida uno empieza a expresarse de una manera distinta a la esperada por la sociedad, encuentra resistencia. Se cree, entonces, que el problema es el cuerpo pero en realidad es la disciplina que a éste se le impone: los distintos patrones de vestir, de actividad física y de acceso a espacios según se es hombre o mujer”.
A los cuatro años una persona sabe que quiere ser una niña y no un niño por el contraste que encuentra entre unos y otras. “Tengo amigas de cinco años que las visten como niños y ellas no quieren eso, dicen que les gustaría ser niñas. ¿Y cuál es el referente para afirmarlo? Las princesas que ven en cuentos, disfraces y medios de comunicación”.
A pesar de que Brigitte pertenece a una familia muy liberal, desde muy temprano supo que de vivir en femenino -lo que quería hacer- lastimaría a sus seres queridos. “Es un conflicto infinito que conduce a que una persona empiece a ponerse la ropa de su hermana a escondidas o a intentar vivir su feminidad como pueda y a que en el colegio y en todas partes encuentre barreras para hacerlo”.
Todas las personas deberían poder escoger el género con el que se identifican para que su cuerpo tenga un desarrollo acorde con lo que desean. “La vagina y el pene no deberían ser utilizados como elementos tan marcados de identidad. ¿Por qué temerle a que la gente decida su propio desarrollo?”.
La cédula de ciudadanía, explica, no tiene por qué definir si una persona es hombre o mujer: ante la ley todos somos iguales. “En términos de derechos y deberes, ¿qué le añade o le quita a una persona el hecho de ser hombre o mujer? No se necesita una categoría (masculina o femenina) para saber que una persona requiere atención médica”.
Desde kínder, señala, niños y niñas empiezan a recibir su cartilla de sexismo y discriminación: “éste es más o menos niño que el otro o ésta es más o menos niña que aquella, en vez de construir una sociedad donde lo anatómico no tenga valor. Desde que las niñas son rosadas y los niños azules, un invento de la publicidad, estamos jodidos de nacimiento”.
Sin embargo, está segura que de proponer una educación sin estas diferencias, la quemarían en la hoguera. “En el colegio donde estudian mis hijas, que es muy liberal, niños y niñas se visten distinto y no pueden escoger cuál uniforme prefieren. Un niño, por ejemplo, no puede ir con jardinera”.

Se ha avanzado pero falta…

No obstante, sabe que si compara la sociedad actual con la de 12 años atrás cuando inició su tránsito de masculino a femenino, está más abierta a abordar estos temas. Siente que se avanza por el camino del reconocimiento a la diferencia pero que aún es muy pronto para saber si se trata de un cambio profundo.
“Como en muchas otras cosas, somos muy hipócritas. Creo que simplemente estamos en un momento particular en el cual decimos: ‘está bien, haga lo que quiera por ahora, mientras se restablece el orden natural’. No hemos llegado a un momento político de consolidación de la libertad de género”.
Para que eso se logre, sabe que los medios de comunicación resultan definitivos, pero que en muchos casos lo único que hacen es reforzar estereotipos. Brigitte ha sido registrada como: “Un hombre llamado Brigitte”, “El profesor de la Javeriana que se viste de mujer”, “Brigitte: todo un barón… Von Humboldt” o “El hombre que se volvió mujer”.
“He hecho muchas entrevistas y no me siento contenta con la mayoría. Aún en los medios más serios cuesta trabajo que se respete la diversidad sexual y de género porque siempre el editor titula para vender”.
Para ella, los medios de comunicación tienden a ser simplistas y a dejarse atrapar fácilmente por estereotipos. “Esto facilita sus operaciones de mercado. A menos de que se trate de medios realmente independientes y con criterio, siempre van en búsqueda del lado amarillista y sensacionalista de la historia”.
Algunos medios han optado por empezar sus artículos sobre mujeres transgeneristas con descripciones físicas que resalten sus características “masculinas”: “a pesar de su espalda ancha y voz gruesa, se define como mujer”.
Brigitte se pregunta: “¿Y describen a un político de la siguiente manera: ‘a pesar de ser bajito, gordo o calvo es un experto en movilidad’? ¡Nunca! Hay ciertas personas a las que, de plano, el juicio comienza por lo anatómico”.
En el ámbito jurídico, Brigitte no es muy amiga de pelear en este momento por una ley de identidad de género que permita que la cédula de ciudadanía de las personas trans lleve el nombre y el sexo de su elección y que el Estado cobije los tratamientos médicos necesarios para que sus cuerpos coincidan con su identidad.
“Soy muy escéptica de que las leyes produzcan los cambios. Éstas tienden más bien a formalizar los espacios que se han construido o se han ido legitimando. Hay leyes que son fundamentales para limitar la discriminación, pero en este momento una ley de identidad de género puede generar resistencias más marcadas a unas demandas que la sociedad todavía no entiende”.

No unos, ¡todos los derechos!

El paso a seguir, propone Brigitte, es luchar para garantizar los derechos humanos y fundamentales de todos los colombianos y no solamente los de la población trans. “De esta manera, llegará el momento en que podamos acceder a aquellos que requerimos de manera diferencial”.
La medicina y los sistemas de salud, por ejemplo, deberían ser capaces de entender la construcción de género como un ejercicio del desarrollo de la libre personalidad y no como una decisión caprichosa.
Brigitte cree que referirse a sectores o población LGBT es positivo en la medida en que se gana visibilidad, pero que esto genera discriminación entre estas mismas personas: “yo soy más o menos lesbiana o más gay y tengo más o menos derechos”.
“Debido a que aún somos minorías vulnerables y con poca atención por parte del Estado, agruparse en LGBT termina por generar disputas internas. En vez de dispersar la atención en ‘yo tengo derechos particulares’, requerimos acciones más profundas para fortalecer las agendas de derechos humanos, de acceso a la salud y a la educación de manera equitativa”.
“No necesitamos una ley de identidad de género para que los niños en las escuelas sean respetados. Lo que necesitamos es garantizar que todo el mundo tenga derecho a una educación libre y al respeto a su personalidad. Si concentramos la lucha en el derecho a la cirugía, estamos perdiendo el panorama de nuestra posición en la sociedad”.
Brigitte sabe que en los diferentes ámbitos de la vida hay limitaciones a la hora de tomar elecciones. “La sociedad es tremendamente rígida y especialmente en todo lo que tiene que ver con la ‘movilidad’ de las personas”.
“Cuando alguien se afirma en un dogma, sacrifica un margen de libertad. Aquellas personas que nos sentimos incómodas con cualquier dogma, vivimos en la incertidumbre. De cierta manera pagamos este precio porque no reconocemos un patrón, una sola manera de hacer las cosas y todo el tiempo cuestionamos”.
*Editora de Sentiido.

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miércoles, 21 de agosto de 2013

ONU llama a Rusia y otros para que reflexionen sobre la homofobia y la transfobia

Crece la preocupación de la ONU ante leyes homofóbicas aprobadas en Rusia y otros países que piensan seguir su ejemplo. 

Claude Cahn (Izq)
Estados Unidos.- La oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas, ha instado al presidente de Rusia a considerar el bienestar de la Comunidad LGBT (Lésbico, Gay, Bisexual, Trans) en Rusia y la derogar las leyes que prohíben la "propaganda homosexual".
En junio, el presidente Vladimir Putin firmó la ley que prohibe la "propaganda de relaciones sexuales no tradicionales", enfocada principalmente a "proteger" a los menores de edad, una medida que ha sido criticada por la Comunidad LGBT rusa e internacional. 
La llamada "propaganda homosexual", puede incluir una bandera del arcoíris, un beso entre personas del mismo sexo en público o una marcha del "Orgullo Gay". 
También se aprobó otra ley que prohíbe la adopción de niños rusos por parte de parejas del mismo sexo extranjeras. 
Como consecuencia de estas legislaciones, los ataques y la violencia contra la Comunidad LGBT se han disparado de forma alarmante por toda Rusia.
Claude Cahn, de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, describe estas leyes como "intrínsecamente discriminatorias tanto en la intención y el efecto".
"Estas medidas son la base para el acoso permanente y regular, e incluso la detención arbitraria, y ayudar a crear un clima de miedo para cualquier persona que trabaja en la promoción de los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales".
La ONU también ha realizado un llamado a países como Moldavia y Ucrania, para evitar que sigan el ejemplo de Rusia y adopten leyes homofóbicas. 
Por su parte, la jefa de derechos humanos de la ONUNavi Pillay, ha instado a los gobiernos a tratar la homofobia y la transfobia con la misma tolerancia que al sexismo y racismo: "Todos y cada uno de nosotros tiene derecho a los mismos derechos, con el mismo respeto y trato ético, independientemente de nuestro orientación sexual o identidad de género". 

Supremo Tribunal Federal de Brasil puede incluir homofobia y la transfobia como un delito de racismo

La idea del texto es de la MI 4733 que dice que se debe castigar "la violencia física, el discurso del odio, los asesinatos, la conducta" práctica, inducir y / o incite prejuicio y / o discriminación "por motivos de orientación o identidad sexual de género".

Desde mayo del 2012, el (STF) analiza un Recurso de Amparo (MI), presentado por la Asociación Brasileña de Gays, Lesbianas y Transgéneros (ABGLT) solicitando que incluyan la homofobia y la transfobia (desaprobación contra los transexuales) como delito igual que el racismo.
La idea del texto es de la MI 4733 que dice que se debe castigar “la violencia física, el discurso del odio, los asesinatos, la conducta” práctica, inducir y / o incite prejuicio y / o discriminación “por motivos de orientación o identidad sexual de género”.
El mandato y resumen polémico PL 122/2006 todavía está en el Congreso Nacional, esperando la aprobación de los ministros de STF, de aprobarse, el Congreso estaría obligado a incluir los delitos citados como “discriminación en detrimento de los derechos y libertades fundamentales”.
Enlace del anteproyecto de ley que castigar la homofobia como un delito igual que el racismo clic aquí

martes, 20 de agosto de 2013

Ataque inhumano a mujer trans en Rusia circula en video


Imágenes de crueldad que pensaríamos imposibles de ser producidas y difundidas con total impunidad donde 5 hombres golpean salvajemente y humillan a una mujer trans en un parque público en Rusia para luego compartir el video en YouTube.

El video fue bloqueado por difundir el odio pero Pink News localizó una copia en el sitio ruso "Heterosexuales por la Igualdad" donde fue colocado para condenar la violencia y en solidaridad con las personas LGB y trans perseguidas en Rusia.

Las publicaciones gay más importantes lo han denunciado, sin embargo el video del ataque a una mujer trans no ha tenido ni de lejos las muestras de indignación y apoyo dentro y fuera del movimiento LGTB que han tenido otros hechos terribles y lamentables, como la tortura que llevó a la muerte de un adolescente gay cisexual en Rusia y que circuló por las redes.

Advertencia, como es de esperar el video contiene imágenes perturbadoras.

Preparado por Akntiendz Chik.


Aquellos que deseen ver el video puede hacerlo aquí , pero ten en el vídeo tiene contenido perturbador y gráfica.

http://www.gaystarnews.com/article/five-russian-thugs-film-their-vicious-attack-trans-woman190813

EsTamos en la HisToria

En la Roma antigua, existían unas personas nacidas con cuerpo de varón, que decidían su género y autocastraban sus genitales masculinos. Eran las sacerdotisas Gallae.
El filósofo judío Philo de Alejandría (20 a.C.-50 d.C.) describió ciudadanos romanos varones que invertían grandes sumas de dinero para cambiar su naturaleza masculina en femenina.
La diosa Castalia, en la mitología griega era comprensiva y accedía “a los deseos de las almas femeninas encerradas en cuerpos masculinos.”
El emperador romano Heliogábalo (218-222 d. C.) afirmaba sentirse mujer. Este llegó a pedir a sus médicos que le practicasen una cirugía para cambiarse de sexo.
la Edad Media tenemos incluso referencias de transexualidad dentro de la misma Iglesia Católica. Por ejemplo a Santa Wilfrida, cuya leyenda dice que pidió a Dios el poder convertirse en hombre y le fue concedido. Asimismo, San Onofre pidió a Dios que le hiciera varón, y su cuerpo se masculinizó. Del Papa Juan VIII (sucesor de León IV)siempre han corrido rumores de que biológicamente había nacido mujer aunque se hizo pasar toda su vida por varón, historia que fue censurada varias veces por la Inquisición. También podemos mencionar casos bastante evidentes como el de Juana de Arco (1412-1431) que fue ejecutada por la Inquisición además de por brujería, por llevar constantemente ropas de hombre y comportarse como varón en todo momento.
 en la historia cuando pasaron a ser considerados como desviados. Ni cuando fueron convertidos en delincuentes (se les aplicaba la Ley de vagos y maleantes). Ni cuando fueron descritos como enfermos mentales. Miles de personajes de todos los tiempos y todos los ámbitos sociales, han nacido transexuales.
Michael Dillon nació como Laura en 1915 en el seno de una familia aristocrática. Desde muy joven sintió que vivía atrapado en un cuerpo ajeno que nada tenía que ver con él. 
¿El año? 1950. Michael Dillon, estudiante de Medicina en Oxford, sentado a la mesa de un restaurante londinense, agita su pipa y parlotea. Frente a Dillon, encogida, una rubia despampanante, Roberta Cowel, implora su ayuda. Cowel ha leído Self, el primer libro de Dillon, un breve ensayo sobre la transexualidad. Caso único. Dillon demuestra conocimientos en la materia. Proclama la obligación moral de ayudar a quienes viven atrapados en un cuerpo ajeno. Sus conclusiones adelantan en casi 20 años al grueso de la Literatura científica y divulgativa. Opina que la Medicina, aparte de curar enfermedades, debería buscar la felicidad; esto es, una Medicina al servicio del paciente, no acotada por los burócratas de las necesidades individuales.
Cowel escucha los monólogos de Dillon. Y atrapa las miradas masculinas del local con el pegajoso aleteo de sus párpados. En realidad, nació hombre. Pilotó bólidos antes de la Segunda Guerra Mundial y cazas sobre la Alemania nazi. Su avión fue abatido durante la última misión. Conoció la pesadilla de los campos de prisioneros. Durante su cautiverio, repasó días y anhelos coagulados. Al regresar a Inglaterra olvidó su viejo sueño (crear el mejor coche de carreras) e interrogó al espejo. Su biografía masculina era un error. Quería ser mujer. Siempre lo supo. La ingesta de estrógenos, según le explica a Dillon, resultó esperanzadora. Perdió el vello y parte de la masa muscular. Su pecho aumentó. Pero para renacer como crisálida necesita algo más, un milagro, tal vez, que transforme su pene en vagina. Jamás creyó que fuera posible (recuerden, 1950). Dillon la consuela. Habla sobre hormonas mágicas y audaces cirujanos. Confirma que el cambio de sexo es ya una realidad. «Tengo pruebas concluyentes», dice. Tras un silencio especulativo, al que sólo le falta un redoble de tambores, sentencia: «No hay razón para ocultártelas. De hecho, hace cinco años yo era una mujer». Teniendo en cuenta que Dillon fue la primera mujer de la Historia que logró convertirse en hombre.




Christine Jorgensen, militar americana, operada con éxito en 1953.
Es inútil insistir en que la transexualidad es un capricho, una moda o una perversión del individuo. Por el contrario se hace cada vez mas necesario la investigación seria y el poder ofrecer tratamientos multidisciplinares y globales por la sanidad publica a fin de mejorar la calidad de vida de estas personas.
Michael Dillon antes y despues



Qué señales da un chico con tendencia trans

Mariana tiene seis años; cuando nació se le asigno el sexo de como varón pero desde antes de poder hablar manifestó disconformidad con su identidad sexual; hoy va a la escuela vestida como nena

"Varón, dijo la partera cuando la mamá dio a luz". Pero, este varoncito  casi desde siempre se identificó como nena. Su hermano dos años mayor, en cambio, nunca tuvo dudas con su identidad.
Los signos fueron progresivos. Cuando, apenas pasados los dos años Mariana -que entonces se llamaba Pablo- descubrió que las nenas tenían pelo largo empezó a querer usar todo el tiempo un trapo en la cabeza. Cuando descubrió que las nenas tenían "rayita" y los nenes pene, ella empezó a decir: "A mi penecito no lo quiero" y se negaba a hacer pis. Su dibujo animado preferido era la Sirenita, le gustaba porque tenía un "cuerpo especial", decía. A diferencia de su hermano mayor, que se divertía con autitos, su juego preferido era disfrazarse de princesa. Desde muy pequeña dijo que quería ser bailarina. "Sacáme estos pantalones que me queman", le pidió a su mamá no bien empezó a hablar. Ahora Mariana tiene seis años y desde los cuatro va vestida como nena al colegio, con polleritas, hebillas y todo lo que ella soñaba.
***
El médico psiquiatra y sexólogo Adrián Helien, coordinador del grupo de atención a personas transexuales en el Hospital Durand, habla del caso Mariana para ayudar a pensar en la situación trans en la infancia, una etapa en la que pueden aparecen signos de disconformidad con la identidad de género.
Pero, ¿cuáles son esos primeros signos?, ¿cómo identificarlos?, ¿cuándo es conveniente consultar a un especialista?, ¿qué procesos se ponen en marcha para iniciar la adecuación de la identidad sexual desde chicos?, ¿cuál es la importancia de actores sociales como padres, docentes, amigos, vecinos?
Una de las cuestiones que Helien, co-autor del libro Cuerpxs equivocadxs, señala como concepto central es que la identidad genérica es la autopercepción íntima que cada ser humano tiene acerca de sí mismo en lo más profundo de su cerebro y su mente. "Esta identidad una vez conformada no puede cambiarse, por lo menos hasta lo que conocemos en el mundo de la ciencia actual".
En este sentido, "solamente los propios chicos son quienes deben de identificar quién y qué es lo que son". Y agrega: "A los investigadores nos corresponde escuchar y aprender. Las decisiones clínicas no deben estar basadas en predicciones anatómicas, ni en la 'correcta' función sexual, tampoco es una cuestión de moral o de 'congruencia' social, sino en aquel camino que sea el más apropiado para el probable desarrollo del patrón psicosexual del niño. El órgano que se presenta como crítico para el desarrollo psicosexual y la adaptación no son los genitales externos, es el cerebro".
-¿Desde qué edad empiezan los síntomas? 
- Hay niños que desde los dos años pueden expresar que son o desean ser del otro sexo al biológico, es decir, que pueden empezar a expresar el deseo de ser del otro sexo porque son infelices con sus características físicas y su rol genérico de nacimiento. Además, es posible que prefieran ropa, juguetes y juegos que se asocian comúnmente con el otro sexo y prefieran jugar con compañeras o compañeros del sexo opuesto al biológico.
Esto se da de forma heterogénea: en algunos se ve con mucha intensidad y, en otros, de forma parcial. También se suele dar el rechazo al comportamiento social o al rol esperado para su sexo biológico.
Los signos pueden verse desde que comienzan a hablar, pero también puede que en algunos casos aparezcan mucho después, por ejemplo, en la pubertad o en la adolescencia. Eso depende de cada niño o niña en particular.
- ¿Hay síntomas clínicos perceptibles? 
- Sí, además de la disconformidad con los roles genéricos, suelen aparecer manifestaciones de ansiedad, trastornos del estado de ánimo, trastorno oposicionista (implica un patrón recurrente de conducta negativista, desafiante, desobediente y hostil dirigida hacia las figuras de autoridad) y también suelen haber perturbaciones en el sueño.
Hay niños que desde los dos años pueden expresar que son o desean ser del otro sexo al biológico. Pueden expresar el deseo de ser del otro sexo porque son infelices.
- ¿Qué variables deben tener en cuenta los padres para realizar una consulta? 
- Primero, el grado de sufrimiento de cada niño, que lo puede expresar de diversas maneras: no quieren vestirse con ropas acorde a su sexo biológico, no quieren jugar a los juegos tipificados según su sexo biológico y también pueden aparecer las alteraciones que mencionamos recién (trastornos de ansiedad o del estado de ánimo), junto con el rechazo a los propios genitales.
- ¿Cuál es el procedimiento que se sigue ante un niño o niña así? 
- Siempre se necesita aceptación y apoyo de la familia en el proceso. Nada se puede hacer sin este apoyo. Entonces sí, se hace un acompañamiento terapéutico del niño y de la familia.
- ¿A qué edad se completa la transformación? 
- Es un proceso largo y en general se posponen las intervenciones irreversibles.
Hay un paso gradual en las etapas. Por ejemplo, si el niño o niña, se quiere vestir del sexo opuesto al biológico o lo reclama intensamente, una de las formas de ir probando es que se vista así cuando está en casa, luego, en períodos más largos como vacaciones y recién después se aconseja el ingreso en la escuela.
Es difícil asesorar sobre los momentos en que hay que develar este proceso de cambio a los demás, de qué manera iniciar la transición. Si es gradual, o parcial, por ejemplo en el peinado, en la forma del arreglo en la vestimenta o es de forma total con un nombre, rol y vestimenta. En general, las etapas son graduales.
- ¿Qué le pasa a una madre respecto de este tema del que desconoce? 
- Es muy difícil saber qué le pasa al niño o niña, por eso la información es muy importante. La aceptación y acompañamiento de los padres es vital para el desarrollo del niño como persona. Todos los seres humanos tenemos una maduración muy lenta y somos dependientes desde que nacemos de otros seres humanos que son quienes nos crían, nos alimentan, nos protegen. En esta etapa la aceptación, el afecto y el proceso de apego son tan vitales como el alimento que recibimos. Sin dudas con un chico así la cercanía de los padres es fundamental.
- ¿Cómo impacta esto en la familia? 
- En general, de la poca experiencia clínica y de referencias internacionales que tenemos, vemos que las madres aceptan y acompañan más que los padres. Pero, por supuesto, hay padres que también participan positivamente.
También suele haber impactos en la pareja porque se generan diferencias de criterios, incomprensiones, etc.
- ¿Cómo afecta la discriminación en la sociedad?
- Toda la sociedad responde ante 'el diferente'. Muchas veces son los mismos niños y adolescentes los que discriminan, juzgan y, desgraciadamente, acosan y agreden. Otras veces son los padres. Por mis observaciones clínicas puedo decir que somos una sociedad normatizante: el que no entra en el binario es castigado de alguna manera. Si no te vestís, jugás, te expresás según el binario clásico algún castigo vas a tener. Se puede decir que toda la sociedad participa de una u otra manera como 'policía del género'. El/la que se aparte de la binormatividad lo sentirá en cuerpo y mente, a través de discursos, palabras hirientes, hasta llegar a la violencia física.
Lo más complejo que veo es que esto es aplicable a los niños trans y el castigo más cruel es el que puede recibir un niño. La discriminación, la exclusión y la invisibilización, a veces, en su propia familia. No olvidemos que el niño es dependiente de su familia en términos de alimentación, cuidados de crianza, protección, límite y afectos. Esto incide de manera vital en toda su vida.
Para una consulta se debe ver el grado de sufrimiento del niño: no quieren vestirse con ropas acorde a su sexo biológico, no quieren jugar a los juegos tipificados según su sexo biológico, junto con el rechazo a los propios genitales.
- ¿Cómo se vive el aislamiento o la inclusión? 
- Vivimos en un mundo binario, que es claro que no alcanza para incluir a todas las personas. Los niños trans lo sufren desde pequeños. Existe una tipificación que consiste en que hay cosas para varones y cosas para mujeres.
Los varones se visten, tienen colores, juguetes, se expresan, tienen una manera de moverse y hablar. Las mujeres tienen otra diferente. Esto incluye una característica corporal que abarca lo genital, el nombre y el documento. Los niños/as que no encajen en este sistema binario pueden sentirlo y padecerlo a menos que se haga un trabajo para incluirlos. Hasta ahora nos hemos manejado con criterios biológicos para definir la identidad: los cromosomas y, sobre todo, los genitales externos para definir el sexo y la identidad de una persona. Hoy sabemos que esto no es tan así: la identidad genérica es un proceso de fases múltiples que, a partir de una base biológica, se conforma en la interacción con el medio donde nacemos. Es decir, que hay una matriz biológico- corporal que se va a ir construyendo en las relaciones e interacciones que tengamos con los vínculos primarios y con el medio donde nos desarrollemos.
- ¿Cómo intervenir para cambiar esto? 
- Es un trabajo de todas y todos: la casa, el jardín de infantes, las maestras, el gabinete psicopedagógico, los padres de otros compañeros, los amigos en el club, los vecinos del barrio apoyados por un profesional especializado. En general, si la sociedad incluye, los problemas se minimizan y, sobre todo, se elimina uno de los mayores riesgos, que es que los chicos queden aislados. Los primeros que aceptan son los otros niños, los compañeritos. Pero los padres de esos compañeros tienen mucha influencia, por lo tanto hay que trabajar con toda la comunidad educativa.
- ¿Cómo se pueden flexibilizar los roles genéricos? 
- Es conveniente que los chicos y chicas pueden elegir los juegos y no que se los impongan, así no se sienten en la obligación de encajar, responder o entrar en un molde. Es muy importante que los docentes estén atentos para evitar el acoso de otros niños
También es importante que los profesionales de salud mental no impongan una visión binaria del género. Deben dar un amplio espacio para los pacientes a explorar las diferentes opciones para la expresión de género. En el caso de intervenciones hormonales o quirúrgicas son apropiadas para algunos adolescentes, pero no para otros. Cada persona es diferente y sería bueno ampliar nuestras concepciones de género restringidas y normativas por otras más inclusivas. En esto se juega la calidad de vida de muchas personas. No es un tema menor y aporta a la construcción de una sociedad más humana, diversa y saludable.