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miércoles, 7 de marzo de 2018

La Plataforma Trans se suman a la huelga feminista del #8M



MUJERES TRANS Y CIS, TODAS A LAS CALLES ¡¡

En el año 2006 un reconocido grupo de expertas/os en derechos humanos de distintas regiones del mundo se reunió en Yogyakarta (Indonesia) para definir una serie de principios que orientaran la aplicación de la legislación internacional y nacional sobre derechos humanos de forma respetuosa con la diversidad sexual y de género. El resultado de esta reunión fueron los Principios de Yogyakarta, una serie de principios legales internacionales sobre la orientación sexual y la identidad de género que comprenden estándares que todos los Estados deben cumplir.

En su artículo 12 los Principios de Yogyakarta reconocen el derecho al trabajo de las personas LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales) “Toda persona tiene derecho al trabajo digno y productivo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo, sin discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género”.Y, además, contemplan las obligaciones de los Estados en la protección y garantía de este derecho específico:

·       Los Estados adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean necesarias a fin de eliminar y prohibir la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género en el empleo público y privado, incluso en lo concerniente a capacitación profesional, contratación, promoción, despido, condiciones de trabajo y remuneración;
A pesar de la protección jurídica internacional y nacional que garantiza el derecho a un trabajo digno, las personas trans encuentran grandes dificultades para hacer efectivo dicho derecho. Experimentan situaciones muy acentuadas de desempleo, exclusión y precariedad laboral.

En el mismo orden, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) asegura:

Las personas trans (con más incidencia en las mujeres) son las que enfrentan las formas más severas de discriminación laboral. Muchas de ellas declararon ser rechazadas en la entrevista de trabajo debido a su apariencia. Entre los problemas que enfrentan en el lugar de trabajo, cabe citar la imposibilidad de obtener un documento de identidad que refleje su género y su nombre; la reticencia de los/as empleadores/as a aceptar su forma de vestir; la disuasión de utilizar baños acordes con su género; y una mayor vulnerabilidad al hostigamiento y el acoso por parte de sus compañeros y compañeras de trabajo. En muchos casos, los trabajadores y las trabajadoras transexuales (en particular, las mujeres trans) se ven completamente excluidos/as del empleo formal. Por ello, en algunos países, la única estrategia de supervivencia que les queda es el trabajo sexual, frecuentemente en condiciones peligrosas, lo que aumenta su vulnerabilidad al VIH.

En 2011 la Universidad de Málaga, hizo público el estudio “Transexualidad en España: Análisis de la realidad social y factores psicosociales asociados”, realizado por Juan Manuel Domínguez Fuentes, Patricia García Leiva y María Isabel Hombrados Mendieta.  Del que se desprende:

Que el 33,3% de las mujeres trans en nuestro país tiene unos niveles de ingresos inferiores a 600 euros mensuales. De hecho, un 15% señala unos ingresos por debajo de los 300 euros. Esto muestra el nivel de precariedad económica del colectivo, que sin duda está determinado por el alto nivel de desempleo (35,3%). Además, la percepción más frecuente es que la falta de empleo se debe al hecho de ser trans (37%). Igualmente se observa que un porcentaje alto de mujeres trans (48,2%) ha ejercido la prostitución. Por otro lado, el 55,9% señala haber sufrido algún tipo de conflicto laboral al hacer pública su transexualidad, lo que revela el nivel de rechazo social del colectivo. Estudios previos han encontrado que numerosas mujeres trans que hicieron pública su transexualidad en el trabajo fueron despedidas, humilladas y acosadas por compañeros y compañeras de trabajo.

A esta grave situación de exclusión laboral, hay que sumarle el alto índice de asesinatos con el que un CIstema patriarcal y machista golpea con saña y brutalidad a las mujeres trans. Estos son algunos datos: 

·      Cada 48 horas es asesinada una mujer trans en Brasil, el país con la más alta tasa de transfeminicidios relacionados con la transforbia en Latinoamérica, de acuerdo al Mapa de los Asesinatos de Travestis y Transexuales en Brasil en 2017, publicado este jueves por la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (ANTRA).
·       De las víctimas de transfeminicidios, el 67,9% tenía entre 16 y 29 años de edad, el 23% entre 30 y 39 años, el 7,3% entre 40 y 49 años, y las mayores de 50 años el 1,8%.
·   De acuerdo al mapa, el 80% de las fallecidas eran negras o mulatas, y 70% eran trabajadoras del sexo55% de los crímenes ocurrió en las calles y de ellos un 52% se cometió con armas de fuego, un 18% con armas blancas y un 17% fueron causados por palizas, asfixia o estrangulamiento.
· El 85% de los transfeminicidios se registró con refinamientos de crueldad como descuartizaciones, ahogamientos y otras formas brutales de violencia”

 La Comisión Interamericana de Derechos Humanos:

·   El 'Registro de Violencia' elaborado por la Comisión ha destacado que el 80% de las mujeres trans latinoamericanas mueren a los 35 años o menos

Esta situación de discriminación estructural que sufren las mujeres trans, se fundamenta en un sistema de opresión capitalista, cispatriarcal y machista, y los estados la perpetúan cuando ciertos grupos disfrutan de una situación de desigualdad en relación con otros grupos, como resultado de las relaciones desiguales en sus roles, funciones, derechos y oportunidades. 

La Plataforma Trans DENUNCIA esta situación de discriminación estructural contra las #MuejeresCISyTrans y nos sumamos a la HUELGA FEMINISTA #8M

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