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lunes, 21 de mayo de 2018

Una familia con un papá y una mamá trans

Karen y Alexis tuvieron a Génesis en 2013. Él es el primer varón transexual argentino embarazado. Nunca imaginaron que iban a tener un hijo biológicamente. Viven con la identidad de género con la que se perciben y conservan los genitales con los que nacieron. Otra historia de amor que rompe con los prejuicios.


Una pareja trans que tiene una hija que fue gestada por el papá. La historia de la familia que formaron Karen Bruselario Alexis Taborda se conoció en todo el país y dio la vuelta al mundo hace cinco años. La noticia era que un varón trans argentino estaba embarazado. Juntos a su mujer también trans, esperaban a una nena a la que llamaron Génesis.
Karen tiene 33 años y Alexis 31 y hace más de 15 exteriorizaron su identidad de género autopercibida. No hablan del nombre que les pusieron al nacer porque aseguran que esas personas no existen más. Son un hombre y una mujer trans que mantuvieron su genitalidad. "Aprovechamos el cuerpo con el que nacimos. Con esos genitales podíamos tener un hijo de los dos. Él fue quien llevó a la bebé en su vientre durante casi nueve meses. Yo había soñado toda mi vida con ser mamá y él me propuso usar su cuerpo y ser el portador", explica Karen a TN.com.ar.
Se conocieron el 9 de mayo de 2012, el día que se sancionó la Ley de identidad de género. Habían viajado en el mismo micro desde Rosario hasta el Congreso, en Buenos Aires. Una foto que no recordaban, en la que aparecen abrazados, es testimonio del comienzo de su historia de amor.
Desde que empezaron a salir, Alexis se mudó con Karen a Victoria, Entre Ríos. Ambos lucharon incansablemente para conseguir trabajo para que que ella pudiera dejar de prostituirse. Sus historias, que hoy a la distancia toman otra dimensión, fueron realmente difíciles. Bruselario se fue de su casa y vivió en la calle desde los 14 años. Hasta que lo conoció a Alexis, estaba prácticamente sola en el mundo.
Toda su vida lucharon contra el prejuicio y la discriminación. La sanción de la ley no solo hacía valer el derecho a ser reconocidos tal y como se sentían. Era el puntapié para la familia que estaban construyendo ese día. "Cuando nos conocimos, estábamos los dos desempleados y Karen trabaja de noche. Los primeros tiempos fueron muy duros, pero más allá de todas las adversidades seguimos adelante con nuestro proyecto de familia", cuenta hoy Alexis.
Estaban seguros de que juntos iban a poder concretar el sueño de la familia propia. Ninguno de los dos tenía noción de qué iba a pasar después de que trascendiera su historia. "Sabíamos que iba a haber polémica porque muchos no entendían que éramos un hombre y una mujer que habíamos mantenido nuestra genitalidad, con nuestra identidad de género autopercibida, esperando un bebé que yo llevaba en mi panza", explica Alexis.
Por su parte, Karen había soñado toda su vida con ser mamá. Fue ella la que le informó a Alexis, que había dejado el test en una mesita en el baño, que estaban embarazados. Ambos se emocionan al recordar el abrazo que se dieron y cuánto lloraron de alegría. "Estábamos felices y no sabíamos cómo íbamos a hacer porque no teníamos trabajo, todo era nuevo y no sabíamos a quién recurrir", recuerdan.
Sin trabajo y con Génesis en camino, aceptaron visitar varios programas de televisión para juntar plata. Desde estar en el living de Susana Giménez, hasta ser protagonistas de un informe para Univisión. "Nos obsesionaba la idea de establecernos y conseguir empleo para poder mantener a nuestra hija. Hasta viajamos dieciocho horas en auto a Chile para estar en un programa. Todo servía para esperar a Génesis", detallan.
Cuando nació, decidieron cuidar a su hija y no exponerla. Cuatro años más tarde, eligieron presentar a su nena en Somos Familia y mostrar su historia de superación.
Alexis no la pasó bien durante el embarazo. "Hizo un esfuerzo increíble, demostrando su amor por las dos. Había tomado durante ocho años testosterona y su cuerpo no solo no estaba recibiendo la hormona sino que, además, experimentaba los cambios propios de la gestación. Cuando quedamos embarazados yo le prometí que le iba a dar el tiempo para que se recuperara de la cesárea y pudiera disfrutar de Génesis como su papá. No quería asociar los cambios en el cuerpo, con el nacimiento de su hija", recuerda Karen.
Al poco tiempo, Alex consiguió trabajo en la municipalidad y Karen, que se había dedicado a ser ama de casa, empezó a trabajar como preceptora en una escuela nocturna.
"Todos ven mis logros, pero nunca, nadie reconoce mi esfuerzo", dice una máxima popular. Tal vez, por esa razón invitaron a TN.com.ar a su casa en Victoria para mostrar la familia que formaron. Esperan que todos los que ayer conocieron su historia, vean hoy cómo lo hicieron. "Nunca imaginé que íbamos a tener un hijo biológicamente. Somos dos papás biológicos y trans" , dice orgullosa y besa a Alexis que no le soltó la mano durante toda la entrevista.

jueves, 10 de mayo de 2018

Andalucía a la vanguardia de los derechos trans de España y Europa



La Asociación de Transexuales de Andalucía-Sylvia Rivera, celebra un nuevo avance que mejorará la calidad de vida de las personas trans en Andalucía. Ayer fueron  publicadas en BOJA de 9 de mayo, medidas para el fomento del empleo para personas trans, con incentivos a las empresas.

Esta nueva iniciativa de la Consejería de Empleo viene dar cumplimiento a la Ley 2/2014, de 8 de julio, integral para la no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales de Andalucía. En dicha ley, entre algunas actuaciones se incluye una atención integral a sus necesidades laborales, indicándose en el artículo 14 de la mencionada Ley que las políticas activas de ocupación tendrán entre sus objetivos fomentar la empleabilidad de las personas que manifiesten socialmente una identidad de género distinta a la asignada al nacer y, para ello, incluirán a las mismas en los programas de inserción laboral de los colectivos con especial dificultad en el acceso al empleo.

Hemos de recordar que la Organización Internacional del Trabajo (OIT),  ha asegurado:
Las personas transexuales son las que enfrentan las formas más severas de discriminación laboral. Muchas de ellas declararon ser rechazadas en la entrevista de trabajo debido a su apariencia. Entre los problemas que enfrentan en el lugar de trabajo, cabe citar la imposibilidad de obtener un documento de identidad que refleje su género y su nombre; la reticencia de los/as empleadores/as a aceptar su forma de vestir; la disuasión de utilizar baños acordes con su género; y una mayor vulnerabilidad al hostigamiento y el acoso por parte de sus compañeros y compañeras de trabajo. En muchos casos, los trabajadores y las trabajadoras transexuales (en particular, las mujeres trans) se ven completamente excluidos/as del empleo formal. Por ello, en algunos países, la única estrategia de supervivencia que les queda es el trabajo sexual, frecuentemente en condiciones peligrosas, lo que aumenta su vulnerabilidad al VIH.

Un informe elaborado por la Universidad de Málaga en 2010 reveló que más del 70% de las personas transexuales carecen de oportunidades para acceder a un empleo, una situación que se recrudece entre las menos jóvenes. «Históricamente solo han tenido la prostitución y el espectáculo como únicas salidas laborales», lamenta Mar Cambrollé, presidenta de ATA-Sylvia Rivera, que califica de «apartheid» el trato que el colectivo ha recibido en España: «Solo hace falta ir a cualquier gran almacén. ¿Cuántas personas trans hay trabajando? Necesitamos que las empresas destierren sus prejuicios y que se abran las puertas del mercado laboral». Sin lugar a dudas esta medida de la Consejería de Empleo, será un nuevo avance y sitúa a nuestra comunidad a la vanguardia de los derechos trans”, concluye Cambrollé.


miércoles, 9 de mayo de 2018

Colectivos transexuales pidieron a Congreso de Argentina aprobar ley de cupo laboral

Hicieron un plantón frente al Legislativo, a la espera de que aprueben una ley que ya recibió el visto bueno en el 2015, sobre la inserción de una minoría al mercado laboral.

Los colectivos aseguraron que por la falta de una ley de cupo laboral, muchos de ellos están abocados a la prostitución para sobrevivir. | Fuente: EFE

Diversas organizaciones en defensa de los derechos de los travestis y transexuales pidieron este lunes a las autoridades de Argentina una ley de cupo laboral que asegure la inserción en la sociedad de esta minoría, que se considera “invisibilizada".

Se congregaron frente al Congreso argentino en Buenos Aires y solicitaron la aprobación a nivel nacional de una iniciativa que ya tenía el visto bueno en el 2015 en la provincia bonaerense y que obliga a las administraciones públicas a contratar a al menos un 1 % de transexuales, una norma que, denunciaron, todavía no se cumple.

Exigencias

"No basta con que se nos reconozca simplemente la identidad de género, necesitamos transformar nuestras condiciones de vida", reclamó Alba Rueda, miembro de Mujeres Trans Argentina, y apuntó al acceso al ámbito laboral como un paso indispensable para ello.
El colectivo sufre actualmente unas condiciones de vida "terribles", afirmó Alba Rueda, que consideró un "logro" que en los últimos años su expectativa de vida haya pasado de los 30 a los 40 años, y reclamó el "compromiso" del Estado porque actualmente viven la "violencia y discriminación" en muchos ámbitos de su vida.
La ley de cupo laboral para personas transexuales de la provincia de Buenos Aires de 2015, la primera de este tipo en el país, fue impulsada por Diana Sacayán, una mujer trans que ese mismo año fue asesinada a los 39 años, un crimen que es investigado como delito de odio. Los colectivos recordaron su lucha y exigieron justicia por su muerte.
(Con información de EFE).

martes, 8 de mayo de 2018

EU rechaza dar asilo político a migrantes transexuales


De acuerdo con abogados estadunidenses que les brindaron asistencia jurídica a los migrantes tanto en Puebla como en esta frontera, la petición se realizó con base en el título 8, sección 1225 del Código de Estados Unidos en materia de migración y asilo político.

Tijuana, BC. El Gobierno de Estados Unidos rechazó la solicitud de asilo político de 11 mujeres transexuales que lo solicitaron por la violencia y discriminación de que son objeto en sus países, en Centroamérica, y también en México.
Además denunciaron que el sábado pasado fueron víctimas de un asalto armado en el albergue Pro Amore Dei, ubicado en la colonia Patrimonial Benito Juárez de Tijuana, razón por la que determinaron hacer efectivo su derecho de asilo pero se les negó en la garita Internacional de San Ysidro, California, por donde cruzaron sus compañeros de travesía de la caravana del Migrante, organizado por Pueblos Sin Fronteras.
La dirigente de la ONG Al Otro LadoNicole Ramos, organización binacional que asesora en su proceso de asilo a 228 centroamericanos que conforman el Viacrucis del Migrante, denunció este acto de discriminación la noche de este domingo, porque pone en peligro su integridad, y acusó que se advierte motivos xenófobos y transfobicos.

De acuerdo con abogados estadounidenses que les brindaron asistencia jurídica a los migrantes tanto en Puebla como en esta frontera, la petición se realizó con base en el título 8, sección 1225 del Código de Estados Unidos en materia de migración y asilo político.
El sábado 6 de abril trascendió que un grupo de seis hombres embozados, armados con metralletas y navajas despojaron de maletas, ropa, documentos, teléfonos y dinero de migrantes hombres, mujeres cis y 'trans', procedentes de Guatemala y El Salvador, que permanecían en este “refugio seguro” el cual fue cerrado por presión de residentes de esta colonia popular.

La directora del albergue, Leticia Herrera, confirmó el cierre del albergue para evitar una confrontación con los vecinos, toda vez que el reclamo de vecinos se tornó violento.
Aunque de inicio decidieron solicitar asilo en México por temor a ser deportadas, las mujeres 'trans' que fueron víctimas del asalto armado y testigos del cierre del albergue tijuanense, acudieron a la organización Al Otro Lado para que las asesoraran en su trámite ante personal de Aduanas y Protección Fronteriza nacionales pero cancelaron el inicio del proceso.

lunes, 7 de mayo de 2018

El suicidio de una adolescente trans conmociona a Móstoles: "Son asesinatos sociales e institucionales"

"La reiterada y lamentable forma con que los jóvenes trans gritan al mundo muestra que la sociedad está enferma si no es capaz de crear condiciones culturales, sociales y participativas donde todos quepamos", denuncia la Plataforma Trans.

La Plataforma Trans denuncia que el acoso y la patologización son los responsables de estas muertes. / Europa Press

El suicidio de Thalía, una adolescente trans de 17 años a la que, de nuevo, el acoso y una sociedad tránsfoba arrebataron la vida este viernes en la localidad de Móstoles (Madrid), ha vuelto a activar la alarma y desatado las denuncias de colectivos en defensa de las personas trans.
"Thalía acababa de comenzar su tratamiento hormonal, y algo, ese algo que a menudo se llama presión social, maltrato institucional o acoso, llevó a Thalía a quitarse la vida", informó la agrupación Móstoles Feminista en su cuenta de Facebook.
La Plataforma Trans ha lamentado el suicidio de la joven y expresado sus condelencias a la familia, pero poniendo en relieve que se trata de un problema que trasciende el caso particular de Thalía. "Sentimos un gran dolor como iguales que nos provoca esta reiterada y lamentable forma con que los jóvenes trans gritan al mundo, que esta sociedad está enferma si no es capaz de crear condiciones culturales, sociales y participativas, donde todas y todos quepamos y donde el derecho a ser, sea un derecho que vertebre la convivencia social", ha clamado la plataforma en un comunicado.
También han recordado que estos hechos ponen de manifiesto lo "desgarrador" de las encuestas, que afirman que más del 80 por ciento de los menores y adolescentes trans piensan en suicidarse, que más del 40 por ciento lo intentan y que lo consiguen cerca del 7 por ciento.
Desde la plataforma destacan que el rechazo familiar, el acoso escolar, del entorno, los obsoletos y patologizantes modelos de atención sanitaria "son las causas de estos asesinatos sociales e institucionales". "Es necesario subvertir la relación que las familias, sociedad y la clase política tienen con las personas trans. Hay que dar urgentemente una respuesta transversal e integral a todas las situaciones y ámbitos donde las personas trans son objeto de discriminación; la educación, atención sanitaria, inclusión laboral, el deporte y la identidad legal, han de proteger el derecho a la identidad sexual y expresión de género", ha incidido la presidenta de la Plataforma Trans, Mar Cambrollé.
Y es que, considera, es "insuficiente" una reforma de la Ley 3/2007 para el cambio registral del nombre y sexo de las personas. "El nombre en un DNI es necesario, pero ello no es una herramientas para despatologizar las identidades trans, ni para garantizar la protocolos y normas que pongan fin al acoso social", ha añadido. 
Desde la Federación Plataforma Trans hacen un llamamiento "a la responsabilidad política" para que la propuesta de Ley sobre la protección jurídica de las personas trans y el derecho a la libre determinación de la identidad y expresión de género sea llevada al Pleno del Congreso de los Diputados para que se voté su trámite y pueda ser aprobada.
Por su parte, los diputados regionales Carla Antonelli (PSOE) y Eduardo Fernández Rubiño (Podemos) han lamentado la muerte de la menor, y han pedido a través de sus respectivas cuentas de Twitter acabar con la "ideología del odio" y con "una sociedad que lleva al suicidio a alguien con toda la vida por delante".

“¿Qué tienen que ver los genitales con el corazón y el sentimiento?”

Un repaso a la vida de Manolita Chen, que nació como Manuel Saborido, y que sufrió la represión durante el franquismo. Luego triunfó como 'vedette' y como empresaria. La historia de una lucha constante.

Francisco romero.


No hay timbre. Hay que llamar a la puerta, metálica, con rejas y cortinas de colores. Después de unos instantes se abre y aparece ella, Manolita Chen, con un pañuelo rojo como única nota de color de una vestimenta en la que predomina el color negro, incluido el de los tacones de aguja que luce a pesar de sus 75 años. “Moriré con las botas puestas”, avisa. “Mientras Dios me dé fuerzas”, apostilla, mostrando sus creencias. En su vivienda salta a la vista. “¿Dónde queréis hacer la entrevista, en el salón o en el despacho?”, pregunta. El despacho tiene una mesa barroca, con varios documentos encima y un crucifijo. La estancia, de paredes color verde, tiene varios espejos, un cuadro del siglo XVIII, y otras referencias religiosas. El salón es de color pastel, tiene un sofá y dos sillones palaciegos, además de una talla de la Virgen de la Estrella de más de metro y medio, que preside la estancia, que también está cargada de cuadros y una mesa baja de cristal, donde hay un centro floral. Éste último es el lugar elegido para la charla.
Su pasión por las antigüedades es evidente. Y las distribuye por las diferentes viviendas que tiene en su localidad natal, Arcos de la Frontera. “La Virgen de la Estrella es de Miguel Ángel Caballero, un buen escultor, profesor de Bellas Artes en Sevilla”, explica. También cuenta con obras de la reconocida escultora Luisa Ignacia Roldán, La Roldana, además de “colecciones de relojes alfonsinos”, enumera. “He hecho una capilla privada pero está abierta al público”, dice, donde hay una Virgen del Rosario del imaginero sevillano Luis Álvarez. “A la Duquesa Roja —Luisa Isabel Álvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia— le compré el dormitorio entero antes de morirse”, reseña. Un patrimonio artístico del que se siente orgullosa y que quiere legar a la localidad arcense, aunque se queja de que el Ayuntamiento no explota los museos que le ha cedido. “Dicen que no tienen dinero, no están por la cultura…”, comenta, antes de empezar a ahondar en una vida, la suya, que no ha sido nada fácil.

La cuchara marcada con una cruz

Nacer en un cuerpo equivocado en pleno franquismo le hizo tener una infancia durísima. Su misma familia la rechazaba. Hasta tenían marcada su cuchara con una cruz para que nadie más la utilizara. “Imagínate vivir con eso”. Es imposible de imaginar. Hay que experimentarlo para saber lo que se siente al sentir coartada una libertad que fue ganando con el paso de los años. Su primera paliza por mostrarse como era se la llevó con apenas cuatro años, cuando todavía era Manuel Saborido Muñoz. Entonces, le pidió a su madre una cocina de juguete. “Eso no se lo piden los niños. Pide un caballo, una pelota de fútbol… ¿no te da vergüenza?”, le contestó María, su madre, que la vio coser otro día y le pegó con la alpargata hasta que se cansó. Sus hermanos —eran once— la fueron aceptando, aunque algunos más que otros.

Uno, del que no quiere dar su nombre, le escribió un día una carta que aún guarda, dentro de una caja con otros papeles amarillentos, fruto del paso del tiempo. “Si se te fue tu madre créeme que lo siento, a mí también se me fue la mía, todavía no se me caen del pensamiento muchas cosas tristes que pasaron en mi vida (…) cada vez que manoseo algo que me asquea me lavo las manos con jabón y me las enjuago con alcohol”. Tenía 15 años cuando la recibió. Ni su propio hermano quería tocar sus pertenencias por riesgo a “contagiarse”. “¿Qué culpa tengo de haber nacido en un cuerpo equivocado? ¿Qué tienen que ver los genitales con el corazón y el sentimiento?”, se pregunta ella misma.
Manolita Chen nunca se sintió hombre. Y no lo escondió. De hecho, no podía. “Se notaba mucho mi feminidad”, dice. Algo que, durante la dictadura, le ocasionó problemas. De pequeña apenas tuvo amigos. Los padres de otros niños de Arcos no querían que sus hijos se relacionaran con ella, cuando todavía era Manuel. Pasaba las tardes sola en su casa. Una de las pocas amigas que tuvo, La Peruchita, quedaba con ella en una plaza del pueblo, donde llegaban por calles distintas, para evitar miradas indiscretas o encontrarse con algún agente municipal.
O con un grupo de cafres. “Los chavales nos apedreaban y nos escupían”, recuerda dolida. Y rememora un episodio que vivió su amiga: “Un chico la conquistó y quedó con ella en el Cerro, donde la tiró a un pitacá, donde salen los higos chumbos, y entre otra niña y yo estuvimos toda la tarde quitándole espinas con pinzas”.

La taberna de María ‘la viuda’

Luego le tocó hacerse cargo de la taberna que regentaba su madre, conocida como la de María la Viuda, por motivos evidentes. “Éramos once hermanos y cuando uno se iba a la mili, el que venía detrás se quedaba en la taberna”, explica Manolita. Ella fue la última de la familia a la que se le encargó esta tarea, y cambió el negocio. “Como revolucionaria, y muy adelantada a mi tiempo, forré las paredes del bar con tela de sacos, puse macetas… quedó precioso”, relata. Las cartas y el dominó a los que acostumbraba jugar la clientela desaparecieron de un plumazo. “Aquí se acabó recoger tantos gargajos de gente mayor”, le dijo a su madre.
“El que venga que se tome una copa de vino y una buena tapa”, sentenció. Y María la tabernera vaticinó que irían a la ruina. Pero se equivocó. La clientela aumentó y el local se quedó pequeño. “La gente hacía cola en la puerta”, dice Manolita. Pero el negocio murió de éxito. Un día llegó una carta, firmada por el alcalde, dándole 48 horas de plazo para que abandonara la taberna. No podía volver a servir sus tapas que tan famosa la habían hecho y que venían a buscar vecinos de localidades de toda la Sierra de Cádiz.

Quiso continuar preparándole a su madre la comida por las noches para que ella la sirviera por el día. Pero la gente no entraba, “preguntaban por mí”, dice Manolita. La taberna se traspasó y su madre lo sintió como un mazazo. “Duró poco tiempo”, dice derramando algunas lágrimas. Poco después decidió que era el momento de abandonar Arcos. Ya lo hizo antes, en una escapada en la que recaló en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), donde empezó como albañil y terminó de limpiadora en las casas que se iban construyendo. “Las dejaba como una patena, como un quirófano”, señala.
Después de esa experiencia volvió a casa, y también volvieron las palizas. También recaló en Francia. De allí volvió con experiencia como vedette y 110.000 pesetas bajo el brazo. “Mi madre lo vio y llamó a la Guardia Civil, creía que lo había robado”. Con ese dinero compró colchones nuevos —“estábamos durmiendo en paja”—, una nevera, una lavadora, un tresillo de mimbre… “y sobraba mucho, eso apenas fueron 4.000 pesetas”. El resto se lo dejó a su madre y se volvió a ir. 
Hizo las maletas y recaló en Barcelona, donde podía moverse con menos miedo. Limpiaba la cocina de un restaurante y mejillones en otro por las tardes, hasta que le llegó su oportunidad. “Empecé a buscarme la vida con las mariquitas a ver dónde me podía colocar para cantar”, recuerda. El concurso que organizaba una sala de fiestas le cambió la vida. Se compró un traje morado, una boa y varios abalorios. Cantó La morena de mi copla y ganó. Así empezó. Luego la contrató el transformista Paco España, con quien recorrió todo el país con espectáculos como Una vez al año no hace daño. Después trabajó con Juanito Navarro. “Bibi Andersen iba de primera figura y yo de segunda”, dice.
Y llegó el momento en el que decidió montar su propia compañía, llamada como ella. “Subí mucho… tanto que la otra Manolita Chen me denunció”, agrega. Acabaron en un juzgado de Sevilla para intentar dirimir quién era la verdadera Manolita Chen. “Te has aprovechado de mi nombre”, le decía la Manolita original. “El juez nos preguntó si alguna teníamos el nombre registrado y dijimos que no, por lo que tenían que ponerse de acuerdo los abogados, pero ella se murió sin conformidad”, relata la artista de Arcos. Su apodo no lo eligió ella, sino Miguel Castro, un pintor de su localidad natal que empezó a llamarla así. Por Bella Helen o Juan de Ronda también ha sido conocida, éste último apodo “cuando era hombre…”, dice, y ella misma se echa a reír, “yo nunca he sido un hombre, pero bueno”.

Las noches en la ‘casilla’

De pequeño, cuando aún era Manuel, su madre le buscó novia. Le compró un reloj dorado a María Antonia, la hija de una vecina, y la convenció para que salieran juntos. Eso evitó que Manolita acabara en la cárcel o en un “campo de concentración de mariquitas”, como lo llama ella, donde fueron a parar muchas de sus amigas. Aunque no se libró de pasar varias noches en la casilla, la cárcel que se encontraba donde ahora está el Parador de Arcos. O en el cementerio. “Me dejaban dormir donde hacían las autopsias, ahí me tenía que acostar”, dice.
La persecución era tal que el jefe de la guardia municipal estuvo durante siete meses yendo diariamente a su casa para pasarle un trapo húmedo por la cara y comprobar que no tenía maquillaje. “Pero se iba y me ponía un poquito de color, mojaba flores rojas que tenía mi madre y me ponía coloretes, siempre me ha encantado la pintura”. Una noche la llevaron al ayuntamiento de madrugada, donde le hicieron tomar aceite de ricino y la pelaron al cero. “Llegué a mi casa vomitando. Tú eres un maricón es lo más bonito que te decían”, rememora. “La gente se reía de mí, me cogían el culo. Era la cáscara amarga, el de la pared de enfrente… se cachondeaban de los mariquitas”.

Y llego la mili. Le tocó en Cerro Muriano (Córdoba). No pasó las pruebas físicas y, después de partirse algunas costillas tras ser empujada por dos soldados para que saltara un potro, estuvo ingresada y a su vuelta acabó en la cocina, donde terminó de jefa. Tan contentos estaban con ella que intentaron que, una vez juró bandera, se quedara. Hasta le dieron un diploma. “No sé por qué sería, si por limpia o qué”. Durante la mili hizo hasta de sastra. “Si se probaban los pantalones delante mía les quitaba cinco pesetas del precio… ahí aprovechaba yo para palpar”, apunta entre risas. Entre el sueldo que cobraba por cocinar y lo que “mangueaba”, como ella misma dice, se puede decir que pasó una mili “buena”. “En vez de mandarme paquetes de comida mi madre a mí, se los mandaba yo a ella”.
Manolita también vivió en Madrid. Allí se le aplicó la Ley de Vagos y Maleantes cuando una tarde, estando en un cine de ambiente, “donde todos estaban tocándose y liados entre sí, haciéndose pajas…”, señala, entraron los grises y se la llevaron esposada. “En comisaría me dieron dos patadas en el estómago”. “¿No te da vergüenza, maricón?”, le espetaron los agentes. Acabó arrestada y le pidieron 3.000 pesetas para evitar la cárcel. Las consiguió gracias al jefe de cocina del restaurante donde trabajaba. “Desde entonces iba por la calle y venían dos policías secreta a preguntarme dónde iba”, señala.

El primer amor… y los siguientes

Su primer amor fue un vecino de su misma calle de Arcos. Tenía once años. “Lloraba sola porque él no me quería”, dice. “Pero fíjate cómo era la cosa, que él quería estar conmigo, y yo aprovechaba que su padre trabajaba en el alambique, donde se hacía el aguardiente, y allí me citaba de cuatro a cinco y media, cuando estaba solo”. Ahí se estuvieron viendo durante una temporada. Fuera de la localidad, además del amor, conoció el sexo. “Cuando me iba con un hombre lo primero que me preguntaba era: ¿Y tu coño?”. “Todavía no tengo el coño, tengo una cosa como la tuya”, le respondía ella. “Pues no te acerques a mí”, le respondían.
“Querían que les diera placer pero que no me acercara. Entonces te tenías que poner así con la mano larga para tocarles y hacerles una gallarda, que la llamábamos. Ni un beso, ni un abrazo de amor, ni un poco de cariño… nada”. “Querían placer, y si había algo oral se volvían locos, pero no querían estar más contigo”, relata.

La primera vez que se casó fue por el “rito transexual”, con 20 años. Después tuvo un matrimonio que le duró 28 años. Y lo que le faltaba en su vida: los hijos. Fue en la Venta Los Tres Caminos, uno de los exitosos negocios que regentó, donde el entonces presidente de Diputación de Cádiz, Alfonso Perales, conoció las ganas que tenía Manolita de ser madre. Él fue quien le habló de María, quien a la postre sería su primera hija adoptada —después llegaron otros tres—, una pequeña con síndrome de Down a la que habían abandonado sus padres nada más nacer y que estaban cuidando unas monjas. Le daban seis meses de vida, pero eso a ella no le importó.
Se presentó en Cádiz, donde la citaron, y una monja le pidió el DNI, donde aun rezaba como Manuel Saborido Muñoz. Simuló haber olvidado el documento para que no se percataran de ello. Hasta que lo vieron. Y empezó a llorar. “Usted llora porque aquí pone Manuel, pero eso no tiene importancia ninguna, es un puntito lo que hay que cambiar”, le dijeron. “Si lloraba antes, después de eso me puse a llorar más, de alegría, y me abracé a la monja porque es lo más bonito que me pudo pasar, por la fuerza que me dio”. Fue su mayor alegría. Hace 38 años de aquello y María, ahora, recibe cuidados en un centro de Puerto Real. Alfonso y José, ambos paralíticos cerebrales, fallecieron, uno hace 18 años y el otro, hace apenas unos meses.
El cuarto en discordia está en un centro de Sevilla. “Es paralítico cerebral y ciego, sus padres le arrancaron los ojos porque no sabían lo que tenía”, dice Manolita con pena. “He cogido siempre a quienes más cuidados y cariño necesitaban”, comenta. Para ello aprendió a poner sondas, a darles de comer o a extraerles las balsas, en una residencia de Jerez. “Tenía mucho amor que dar y era feliz pasando noches con ellos, cuidándolos”. Después enfermó ella. Tiene dos operaciones de corazón, también de fémur y de cadera, y padece un cáncer. Pero sigue pasando con ellos las vacaciones de Navidad, Semana Santa y verano.

La ‘misión’

Manolita Chen ingresó en la prisión de Puerto II en 2004, cuando su exmarido, que traficaba con droga, la “delató” y le registraron su vivienda, donde encontraron estupefacientes. Ella, sin embargo, recuerda con cariño esa etapa de su vida. “Fue una misión que Dios me mandó”, señala. En la cárcel la hicieron jefa de biblioteca, pero quería ayudar a reclusos con dificultades. Allí vestía, lavaba y daba la medicación a enfermos. “Muchos se me murieron en mis brazos”, dice. Ella misma los amortajaba. Nueve meses estuvo en Puerto II, donde querían que se quedara para continuar con su labor solidaria. Pero regresó, una vez más, a Arcos, una localidad donde tiene una calle que ella misma renombró. “Hubo una época en la que a todo el mundo le ponían una calle… ¿y yo no iba a tener? Pues me la puse yo”, dice con gracia, relatando cómo mandó a un albañil que colocara el azulejo con su nombre en una vía del Barrio Bajo. Desde luego la merece.
Manolita Chen será la primera pregonera del Orgullo Serrano que se celebra el próximo 2 de junio en Arcos.

jueves, 3 de mayo de 2018

“Mientras el Gobierno inauguraba la Casa Trans yo estaba en la calle peleando contra los travesticidios”

Lara Bertolini trabaja en la Procuración Nacional, superó el promedio de vida de las personas trans, estudia derecho en la Universidad de Avellaneda y pelea por el #CupoLaboralTrans.

Tomás Máscolo
@PibeTiger
Fotografía: Maxi - Enfoque Rojo

La noche de Stonewall fue para todo el mundo como una fiesta al aire libre. La gente estaba apenada, incluyéndome a mí. Estábamos llorando la muerte de Judy Garland. Algunos autores han dicho que los disturbios surgieron por la muerte de Judy Garland, pero eso no es verdad. Judy no hizo nada por los disturbios. No había nada planeado. Fue algo que simplemente ocurrió y respondimos a la violencia”.

Sylvia Rivera - activista de Stonewall
Lara tiene una historia y la cuenta en La Izquierda Diario. “Mira que acá vamos al choque con la yuta" fue lo primero que me dijo en la primera fila de la 2° Marcha Nacional contra los travesticidios para exigir justicia por Diana Sacayán. También la encontré peleando contra la Resolución 1149-E/2017, que fue publicada en el Boletín Oficial con la firma de Patricia Bullrich. El mismo texto también aprueba el modelo sugerido de "Acta de Detención y Notificación de Derechos" y las "Pautas Mínimas de Actuación para Registros Personales y Detención en la Vía Pública de Personas Pertenecientes al Colectivo L.G.B.T”.
Con 48 años a cuesta y una vida llena de aventuras abre la puerta de su casa en San Telmo. “Yo nací tres veces, tuve transiciones en mi vida, la primera cuando me abandonaron mis padres, la segunda cuando mis padres del corazón no aceptaron mi identidad y la tercera es cuando abracé la lucha política por mi identidad”, relata.
Tiene posiciones, sobre todo, pero también mucho taco gastado. La podes encontrar en cada marcha en defensa de las personas trans, no confía en el gobierno nacional y descree totalmente del clero “La Iglesia tiene un poder político sostenido por el poder económico que le da el Gobierno”, sostiene.
¿Cómo es tu historia?
Vengo de una familia bien constituida de Belgrano, trabajé en el Banco Galicia y a los 22 años decidía abrazar mi identidad, ahí perdí todo.
En la década del 90 laburaba en un boliche haciendo shows hasta que empezaron las brigadas a hacer sus razias y decidí alejarme, porque lo que cobraba lo gastaba en pagarle a la policía para “ganar” su libertad. Era una pelea intestina contra los edictos policiales.
Durante semanas comía arroz con limón, hasta que me animé, me pinte, me calce una peluca y salí a ganar la calle. Siendo travesti sabes que es una forma de comer.
Destacada: Cada persona de acuerdo con su identidad o sexualidad tiene que ser consiente que hay gente que no tiene otra alternativa. La prostitución es una consecuencia del capitalismo.
Mi entrada en la procuración fue el 13 de marzo de 2017. Me paso que yo me dediqué a la prostitución hasta el 2005 como forma de sobrevivencia hasta que un amigo me ayudó porque yo aprendí corte y confección.
Durante varios años empecé a hacerme publicidad como costurera, acá en mi barrio de San Telmo donde viví la mayor parte de mi vida. Y con la práctica aprendí a hacer vestidos de alta costura. Recuerdo que el último vestido se lo hice a una chica de la Villa Rodrigo Bueno que era paraguaya en el 2015.
Ese fue el año en que se me fue el miedo, me di cuenta de que a mi identidad podía sostenerlo con un trabajo y así fue como comenzó otra etapa de mi vida.
Cómo te volviste un activista
En el 2016 conocí a un chico y después de dos años rompí con él, estaba muy triste y Marlene Wayar y Violeta Alegre me ayudaron mucho. Yo nunca había tenido una pareja porque yo nunca quise mantener a nadie, siempre quise armar mi vida sin depender de nadie. Mis primeros pasos fueron con la Colectiva Lohana Berkins, pero no me siento parte de ninguna organización.
Yo defiendo la defensa, promoción y reglamentación de las personas trans. Peleo por el cupo laboral trans, peleo por el proyecto #ReconocerEsReparar que implica una jubilación a las sobrevivientes y también por el #AbortoLegalYa
Y por qué elegiste estudiar derecho
Estudio en la Universidad de Avellaneda en la sede Piñeiro, tuve dos ataques por ser travesti, pero me defendí, muchas compañeras dejan de estudiar por la violencia que aun vivimos. Elegí esta carrera para defenderlas y defenderme. Quiero ser abogada constitucionalista, no me interesa hacer una carrera para ganar un rédito económico.
¿Una frase que se la atribuye a Jáuregui es que “en los 70 la pelea era contra la policía, en los 80 contra el HIV y en los 90 por la herencia”, qué pelea tenemos ahora?
Todas esas peleas siguen vigentes. Puede haber leyes perfectas, pero si no entendemos que eso se debe aplicar desde el Estado con financiación etc., no se va a conquistar una verdadera igualdad ante la ley.
Vengo yo en este caso a interpelar la sociedad, yo no niego tus teorías te las refuto y te las replanteo. Yo hace poco que me animé a hacer activismo, pero ahora me siento imparable.
¿Qué opinas del cupo laboral trans?
Si entendemos de entrada que hay que decirles a los políticos que las leyes no son reparaciones, tiene que pensar al cupo laboral, pero de forma nacional, en el 2016 yo escribí un proyecto de blindaje al cupo laboral trans porque el que se presentó en la provincia tenía muchas falencias.
¿Cómo empezaste a trabajar en la Procuración Nacional?
Un día yo tenía 40 pesos y con eso tenía que cargar la sube y darle alimento al perro, no sabía qué hacer y me llamaron para una entrevista, fui y quedé.
En la procuración empecé por el cupo laboral trans, me había bajado el trabajo de costura y el gobierno de Larreta me ofreció ir a reciclar basura en la calle, decidí denunciar a Demian Rodríguez Naya porque a las travestis siempre nos ofrecen la calle. Estando angustiada, escribí el blindaje al cupo laboral trans y se lo pasé a una amiga mía y de mano en mano termina en la Procuración Nacional de la Nación.
Un mensaje para La Izquierda Diario
Si el feminismo no se abre hacia la diversidad sexual va a fracasar, tenemos un enemigo común que es el patriarcado dentro de este sistema.

En la calle… luchando

El gobierno de Mauricio Macri, con su jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta intenta lavarse la cara declarando a la ciudad que vive Lara, “gayfriendly”. Una falsa “inclusión” que se basa en un “respeto” frente a un atropello de las libertades democráticas, legitimando la persecución que la comunidad sufre históricamente en manos de las fuerzas represivas, la discriminación en los ámbitos de la salud pública y la escasa inserción escolar.
La independencia política y la organización junto a la clase trabajadora, abre el camino para conquistar una verdadera libertad sexual, el escenario es la calle la diversidad sexual también peleó junto a la clase trabajadora por el #CupoLaboralTrans.