Con dolor, indignación y un gran pesar, la
Plataforma por los Derechos Trans #NadieSinIdentidad, quiere hacer pública su
más sentida condolencia a los familiares de Alan, pero no sin denunciar las
causas estructurales que han provocado dicha tragedia.
La
transfobia se cobra de nuevo la vida inocente de un menor transexual, nos roba
a otro miembro de nuestra comunidad. Alan,
un menor de 17 años de Barcelona
se ha suicidado tras sufrir acoso escolar por su condición de
transexual. Había sido uno de los primeros autorizados a cambiar su nombre en
el DNI en Cataluña.
Según estudios realizados por Newton
Massachusetts Education Development Center y National Center for Transgender
Equality/National Gay & Lesbian Task Force, ambos hechos públicos en 2010, el 83 % de los menores transexuales piensa en el
suicidio y el 41 % lo intenta.
“Es
responsabilidad de toda la sociedad evitar situaciones de discriminación, pero
los poderes públicos tienen la obligación de garantizar el libre desarrollo de
la personalidad en todos los ámbitos, social, familiar y educativo”.
Por ello, desde la Plataforma por los
Derechos Trans, recordamos que la Constitución española establece en su
artículo 10, que la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son
inherentes, y el libre desarrollo de la personalidad, son fundamento del orden
político y de la paz social. Por su parte, tanto el artículo 12 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos como el artículo 8 del Convenio
Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales,
proclaman el derecho a la vida privada, en la que nadie debe ser objeto de
injerencias arbitrarias. La jurisprudencia española y de otros países, y el
propio Tribunal Europeo de Derechos Humanos, reconoce estos derechos y valores a las personas cuya identidad sexual
no coincide con la que se les asignó erróneamente al nacer.
Las personas menores de edad también son
titulares del derecho a la identidad sexual. Los menores transexuales
fueron excluidos expresamente de la Ley 3/2007 registral de cambo de nombre y
sexo, lo que lejos de atender a su
interés superior tal y como impone a los órganos legislativos la Convención
sobre los Derechos del Niño, se les obstaculiza
el respeto a sus derechos fundamentales, que son menoscabados al obligarles
a exponer públicamente que su nombre y sexo registral no coinciden con el sexo
que sienten y muestran.
Así
mismo, la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de protección jurídica del
menor, tras su reforma por la Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del
sistema de protección a la infancia y a la adolescencia, establece en su
artículo 11.1,l) como uno de los principios rectores de la actuación de los
poderes públicos en relación con los menores, el libre desarrollo de su personalidad conforme a su orientación e
identidad sexual. Como se ha expuesto, sólo reconociendo el derecho a la identidad sexual
autopercibida, será posible que el desarrollo de la personalidad de los menores
conforme a su identidad sexual sea verdaderamente libre.
Desde
la Plataforma por los Derechos Trans, exigimos urgentemente un cambio en la Ley
3/2007, que incluya a los menores y se elimine cualquier procedimiento o
requisito médico, que coarte la identidad libremente determinada. La Inclusión
en los curriculum académicos y en la educación, el respeto a las identidades y
cuerpos diversos.
A
los medios, que respeten la dignidad y el honor de las personas trans,
refiriéndose a ellas por el sexo y género que viven, sienten y se socializan y
no por el asignado al nacer, así como tener en cuenta el sustantivo “personas”,
y no solo utilizar el adjetivo “transexual o transexuales”. Ello implica una
deshumanización y cosificación de las personas transexuales.
La
sociedad, los medios, las familias, los poderes públicos, han de velar por los
derechos, el respeto y la diversidad de la ciudadanía, si no, estaremos
construyendo una sociedad enferma, y la transfobia en una enfermedad que mata.
Por
último, pero no por ello menos importante, desde esta Plataforma por los
Derechos Trans, recordamos y exigimos a los partidos políticos un consenso en
la tramitación urgente de una Ley
Estatal de Transexualidad y de una Ley contra los delitos por LGTBifobia.
Los
derechos de las personas trans, son Derechos Humanos, que sean estos
reconocidos no han de costar más vidas.