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sábado, 13 de octubre de 2007

La homosexualidad, gran tabú del mundo futbolístico


BERLIN (AFP) — Luchar contra la homofobia en el fútbol es la misión que se han propuesto los clubes de hinchas homosexuales de Alemania, que quieren derribar uno de los últimos grandes tabúes de ese deporte.
Por primera vez, fan-clubs y asociaciones homosexuales, así como responsables del fútbol alemán, se reunieron el viernes en el Estadio Olímpico de Berlín, mítico escenario en el que el año pasado se jugó la final del Mundial-2006.
El objetivo era inédito: denunciar la homofobia que aún domina en los terrenos de juego, en los vestuarios y fuera de los campos. Tenían previsto firmar una declaración "contra la discriminacion en el fútbol" para reclamar que la lucha contra la homofobia forme parte del reglamento de los estadios.
Y es que "el fútbol es fundamentalmente homófobo", explicaba a la AFP Christian Deker, del Stuttgarter Junxx, el club de fans homosexual oficial del vigente campeón de Bundesliga.
"Es un deporte popular, conservador y en el que reina el machismo", diagnosticaba el portavoz de esa asociación fundada en octubre de 2004 y que, junto a otras siete del mismo tipo, ha creado la primera fundación de hinchas homosexuales, "Queer Football Fanclubs".
Bayern Múnich, actual líder del campeonato, Hertha Berlín o Hamburgo tienen cada uno un fan-club homosexual. Pero, entre las 60.000 personas que acuden al estadio de Dortmund los fines de semana, sólo 30 pertenecen al "Rainbow Borussen"...
Oficialmente la homosexualidad no existe en el fútbol alemán.
"Muchos clubes profesionales ni siquiera han contestado a nuestra invitación", denunciaba Tanja Walther, impulsora del encuentro del viernes.
Pero sí se ha dado "un primer paso" al lograr que la Federación Alemana de Fútbol (DFB) y la Liga Alemana de Fútbol (DFL) tomen conciencia del problema, según esta responsable de la Federación Deportiva Europea de Gays y Lesbianas (EGLSF).
En cualquier caso, la homofobia en los estadios es "más sutil que los insultos directos", decía Pohlenz. "El portero estrella ataja el balón y el equipo contrario gritará '¡Oliver Kahn, marica!'", explica Christian Deker.
Por no hablar de las pullas dirigidas al árbitro que suelen referirse a sus supuestas preferencias sexuales...
"Desde su formación, el joven deportista está condicionado por la norma heterosexual. Muchas veces nadie reacciona ante comentarios ofensivos con tintes homófobos cuando un joven comete una falta entrenando", dice Tatjana Eggeling, del Instituto de Antropología y Etnología Europea de Göttingen.
Como consecuencia, los jugadores no se atreven a revelar su homosexualidad, algo que desde hace años se declara abiertamente por ejemplo en política. El alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, o el dirigente del Partido Liberal (FDP) Guido Westerwelle no dudaron en hacerlo.
Pero, en el fútbol, "arruinaría la carrera de un jugador, sobre todo porque se encontraría en medio de una gigantesca atención pública", subraya Werner Pohlenz, de Hertha Junxx, el fan-club homosexual del club de Berlín, "convencido" de que hay futbolistas profesionales homosexuales.
Ese silencio absoluto deja lugar a todo tipo de rumores, como el que corre entre los clubes de fans sobre la homosexualidad de un futbolista de la selección, sin que se sepa qué hay cierto en todo ello. El silencio reina.E

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