El protocolo, el primero de este tipo en el país, estará vigente para el próximo curso escolar en todos los centros sostenidos con fondos públicos
Mar Cambrollé, presidenta de ATA-Sylvia Rivera |
El protocolo, el primero
de este tipo que se elabora en el país, se incorporará a la orden de 2011 que
regula la convivencia de los centros andaluces y estará vigente para el próximo
curso escolar en todos los centros sostenidos con fondos públicos.
Elaborado con la
colaboración de la Asociación de Transexuales de Andalucía, el texto establece
que el centro se dirigirá al alumno o alumna con el nombre que acuerde la
familia con la dirección del centro y que se adecuarán la listas de clase, el
boletín de clasificaciones o el carné de estudiante a su identidad de género.
A pesar de esta
adecuación, el expediente incluirá el nombre oficial hasta que legalmente pueda
cambiarse, ha precisado el jefe de servicio de Convivencia Escolar, Francisco
García.
Otra de las medidas
previstas en el documento es que se eviten realizar actividades diferenciadas
por sexo en los colegios, y en los casos en que el centro no disponga de aseos
o vestuarios unisex, se garantizará que el alumnado transexual tenga acceso a
los aseos que les corresponda según su identidad de género.
"Ojalá no fueran
necesarias estas medidas", ha señalado el consejero tras indicar que el
protocolo pretende que "lo que ha sido un problema deje de serlo" así
como acabar con las acciones discriminatorias en las aulas y favorecer la
integración de los escolares.
Esta iniciativa, que es
fruto de la Ley de Transexualidad aprobada el pasado miércoles en el Parlamento
andaluz, persigue acabar con el "dolor" y la "desigualdad"
que, según el consejero, ha detectado en ocasiones respecto a los alumnos
transexuales.
En este sentido, la
Federación Andaluza Arco Iris ha recordado el caso del colegio San Patricio de
Málaga, que impide a una alumna transexual de seis años vestir con uniforme
femenino o usar el baño de niñas, y ha subrayado que la transexualidad se suele
manifestar a los 4 o 5 años y la homosexualidad en torno a los 12 o 14 años.
Una antigua alumna
transexual de un instituto de Sevilla, Christinne Pajares, ha pedido hoy a los
colegios que se "informen" y a los alumnos que aborden sus
necesidades "lo antes posible" con su familia, que le costará
asumirlo y "llorará contigo, pero al final te van a apoyar", ha
vaticinado tras recordar que ahora es feliz después de "tantos años
encerrada y deprimida".
El director general de
Participación y Equidad, Diego Ramos, ha explicado a los periodistas que no
tienen contabilizado el número de alumnos transexuales que hay en Andalucía, y
ha agregado que en algunos centros educativos existen problemas de adaptación y
en otros las medidas para su integración se adoptan por iniciativa propia.
La presidenta de la
Asociación de Transexuales de Andalucía, Mar Cambrollé, ha destacado que
"esta medida no viene a ampliar derechos ni a reconocer privilegios, sólo
viene a garantizar que las personas transexuales, por su diferencias,
diversidad y circunstancias personales, no tengan menos derecho que el resto de
los ciudadanos".
El protocolo recoge que
"si las familias, de forma reiterada, no reconocen la identidad de género
y se detectan ciertos indicadores de maltrato infantil", se activaría el
protocolo de protección de ese alumnado, ha señalado el jefe de servicio de
Convivencia Escolar.
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