La Justicia atendió el reclamo de Silvina Maureen Buyutti, quien se hará cargo de los niños luego del asesinato de su cuñada.
La primera
maestra transexual en obtener un cargo docente en Entre Ríos consiguió ahora
que la Justicia le otorgue la guarda definitiva de cuatro sobrinos, cuya madre
biológica fue asesinada por su esposo, hermano de la educadora.
La decisión
fue tomada por la jueza civil Andrea Cantaberta, quien firmó la resolución para
que Silvina Maureen Buyutti goce de la tenencia definitiva de sus sobrinos,
tras un proceso iniciado por la docente.
"Estoy
muy emocionada y feliz porque me dieron la tutela definitiva de mis sobrinos y
sobrinas", dijo Silvina Buyutti tras conocer la resolución judicial.
Los chicos
quedaron sin la mamá biológica luego de que el padre, hermano de la docente,
asesinó a su esposa hace algunos años, en un sangriento caso de violencia de
género.
Inmediatamente,
Silvina inició los trámites para obtener la guarda de Micaela, de 12 años, José
(10), Sheila (8) y Fabricio (3), que ahora la justicia le concedió.
"Ahora,
estos chicos son la mayor responsabilidad que tengo en la vida. Esto me cambió
la vida para siempre", reconoció la docente.
Silvina
Buyutti cuando nació se le asignó el sexo-género de hombre en Nogoyá, en una
familia muy pobre, pero siempre se sintió una mujer. Tiene siete hermanos y
debido a las necesidades de su casa, comenzó a cursar la secundaria a los 18
años.
A los 25,
obtuvo el título de maestra y en 2005, accedió a un puesto como docente
integradora en Villa Paranacito, en el delta entrerriano, aunque con su
anterior identidad.
La docente
comenzó su vida laboral a los ocho años, cuando cargaba cajones de verdura y
limpiaba un local. Luego trabajó en un taller mecánico, en una explotación
apícola, cuidó niños y fue panadera.
"No
sentía vergüenza por el trabajo que me tocaba, pero sentía que me discriminaban
por mi condición, aunque nunca me lo decían directamente. A lo sumo, te decían
que no había más trabajo, y te dejaban en la calle", recordó la docente.
Los primeros
trabajos de Buyutti como maestra fueron en la Escuela Juan Bautista Alberdi de
Arroyo Negro y Fray Mocho de Santos Grande, en el corazón del delta
entrerriano.
En 2012,
solicitó en el Registro Civil de Nogoyá, de donde es oriunda, acceder a los
derechos contemplados en la Ley de Género, y pidió un nuevo nombre y sexo.
Ahora, piensa en someterse a una cirugía de reasignación de sexo.
Buyutti logró
la primera titularización que la provincia le dio a un docente que cambió su
identidad de género, lo que abrió un capítulo más hacia la inclusión laboral de
las personas trans.
"Esto
marca un cambio impulsado por las leyes que hoy rigen, pero también un cambio
cultural, que pone fin a la discriminación, con una sociedad que va absorbiendo
estos cambios", dijo en aquel momento la presidenta del jurado de
concursos del CGE, Liliana Dasso.
La maestra
Silvina Maureen Buyutti fue destinada a la escuela 17 de Agosto de Aranguren,
una localidad rural del departamento Victoria, situada a casi 100 kilómetros al
este de la capital entrerriana y muy cerca de su Nogoyá natal.
La decisión fue tomada por la jueza civil Andrea Cantaberta, quien firmó la resolución para que Silvina Maureen Buyutti goce de la tenencia definitiva de sus sobrinos, tras un proceso iniciado por la docente.
"Estoy muy emocionada y feliz porque me dieron la tutela definitiva de mis sobrinos y sobrinas", dijo Silvina Buyutti tras conocer la resolución judicial.
Los chicos quedaron sin la mamá biológica luego de que el padre, hermano de la docente, asesinó a su esposa hace algunos años, en un sangriento caso de violencia de género.
Inmediatamente, Silvina inició los trámites para obtener la guarda de Micaela, de 12 años, José (10), Sheila (8) y Fabricio (3), que ahora la justicia le concedió.
"Ahora, estos chicos son la mayor responsabilidad que tengo en la vida. Esto me cambió la vida para siempre", reconoció la docente.
Silvina Buyutti cuando nació se le asignó el sexo-género de hombre en Nogoyá, en una familia muy pobre, pero siempre se sintió una mujer. Tiene siete hermanos y debido a las necesidades de su casa, comenzó a cursar la secundaria a los 18 años.
A los 25, obtuvo el título de maestra y en 2005, accedió a un puesto como docente integradora en Villa Paranacito, en el delta entrerriano, aunque con su anterior identidad.
La docente comenzó su vida laboral a los ocho años, cuando cargaba cajones de verdura y limpiaba un local. Luego trabajó en un taller mecánico, en una explotación apícola, cuidó niños y fue panadera.
"No sentía vergüenza por el trabajo que me tocaba, pero sentía que me discriminaban por mi condición, aunque nunca me lo decían directamente. A lo sumo, te decían que no había más trabajo, y te dejaban en la calle", recordó la docente.
Los primeros trabajos de Buyutti como maestra fueron en la Escuela Juan Bautista Alberdi de Arroyo Negro y Fray Mocho de Santos Grande, en el corazón del delta entrerriano.
En 2012, solicitó en el Registro Civil de Nogoyá, de donde es oriunda, acceder a los derechos contemplados en la Ley de Género, y pidió un nuevo nombre y sexo. Ahora, piensa en someterse a una cirugía de reasignación de sexo.
Buyutti logró la primera titularización que la provincia le dio a un docente que cambió su identidad de género, lo que abrió un capítulo más hacia la inclusión laboral de las personas trans.
"Esto marca un cambio impulsado por las leyes que hoy rigen, pero también un cambio cultural, que pone fin a la discriminación, con una sociedad que va absorbiendo estos cambios", dijo en aquel momento la presidenta del jurado de concursos del CGE, Liliana Dasso.
La maestra Silvina Maureen Buyutti fue destinada a la escuela 17 de Agosto de Aranguren, una localidad rural del departamento Victoria, situada a casi 100 kilómetros al este de la capital entrerriana y muy cerca de su Nogoyá natal.
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