Mar Cambrollé Jurado es una de las caras más visibles del movimiento transexual en Andalcía, comunidad que dentro de unos meses aprobará la Ley Integral de Transexualidad, una norma que por primera vez en Europa despatologiza la transexualidad. Y Mar quiere que se la escuche en el Parlamento Europeo. Por el momento se presenta como candidata a las primarias de Izquierda Abierta (IA), formación integrada en Izquierda Unida. “Quiero ser la primera persona transexual en llegar al Parlamento Europeo”, explicó ilusionada a andalucesdiario.es
Ahora Cambrollé, como el resto de candidatos de IA (Marta Ávila, Pedro Chaves, Juan Manuel García y Tasio Oliver), tiene hasta el próximo domingo, dentro de tres días, para conseguir un mínimo de 50 avales. “Creo que no voy a tener problemas, ya tengo asegurados bastantes”, explicó esta activista por los derechos LGTB nacida y afincada en Sevilla.
Asegura que este paso no es un salto a la política. “No lo es porque desde los movimientos sociales, de donde yo vengo, lo que se hace es política. Y la hago desde una perspectiva feminista, de izquierdas y laica”, explicó. La activista transexual cree que “Europa debe ser más que un espacio en el que se trafica con mercancias. La libertad, la diversidad y el respeto han de ser valores universales y compartidos por todas las personas que formamos Europa”.
En su carta de presentación a la militancia de Izquierda Abierta, Mar Cambrollé aboga por “el fin de la discriminación laboral, políticas de salud para las trabajadoras del sexo, derechos laborales y derecho a nuestro propio cuerpo, libertad par ser y sentir lo que cada uno es y quiere ser. Pedíamos la democracia que, ahora, los poderes financieros y una Europa de rodillas a la bancocracia nos quieren arrebatar”.
Cambrollé no esconde su vida en esta candidatura. “Puesto que nadie me daba empleo salvo la prostitución, creé mi autoempleo para ser libre de la discriminación. No tengo titulación universitaria, pero no soy analfabeta”, explica en la carta a la militancia, a la que pide su apoyo “para poder trabajar en el Parlamento Europeo por el derecho a la gesta del nombre propio de miles de ciudadanas y ciudadanos europeos que gozan de menos libertad y derechos que los billetes de cinco euros”.
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