Las personas y entidades firmantes exigimos
al Ministerio del Interior que reconsidere la petición de asilo formulada por
Yasira, mujer transexual de Panamá, que ha sido víctima
de abusos, coacciones, amenazas y agresiones físicas y sexuales por parte de
las autoridades policiales de su país en numerosas ocasiones en los últimos 13
años, así como de discriminación social, y que detenga la deportación a Panamá, país donde su vida corre peligro.
La ley
12/2009, reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria, en su
articulo 3 y 7 queda recogido la pertenencia a un grupo determinado social y a
la identidad sexual.
Además,
recordamos al Sr. Ministro del
Interior, que el Estado Español se adhirió a la Convención de Ginebra de 1951
en 1978. La Convención de Ginebra de 1951, junto al Protocolo de Nueva York de
1967, Define a la persona refugiada como aquella que tiene fundados temores de
ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a
determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentra fuera de su país
de nacionalidad y no puede o -a causa de dichos temores- no quiere acogerse a
la protección de tal país.
El principio de no devolución es la prohibición
impuesta a los Estados por el Derecho Internacional de la expulsión o
devolución de una persona al territorio de cualquier país en el que su vida o
su libertad se encuentren amenazadas, o pudiera sufrir tortura, tratos
inhumanos o degradantes u otras transgresiones de sus derechos humanos.
Yasira, una transexual de 29 años a quien la Policía de Panamá detuvo
por primera vez cuando apenas tenía 17 años. Era el año 2000, y los agentes la
rociaron con gas pimienta, la tiraron al suelo y le dieron patadas, la
sometieron a descargas eléctricas... Estuvo encerrada dos semanas. Hasta que su
madre pagó por ella una multa de 300 euros y quedó en libertad. Su
único delito era ser una mujer transexual, algo que está prohibido en este
país centroamericano.
Yasira ha sido
víctima de abusos, coacciones, amenazas y agresiones físicas y sexuales por
parte de las autoridades policiales de su país en numerosas ocasiones en los
últimos 13 años, así como de discriminación social
Hace unos días
decidió huir. La situación "era insostenible en Panamá". Yasira llegó
al aeropuerto de Barajas (Madrid) el pasado día 7 y pidió
asilo por persecución en su país debido a su identidad sexual. La solicitud fue
denegada por el Ministerio del Interior
de España, al igual que la cautelarísima que solicitó su abogada para
paralizar la expulsión, y mañana miércoles, a las 11.50 horas, será
deportada y enviada de vuelta a Panamá, donde su vida corre peligro, a pesar de que el Alto Comisionado
de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) emitió un informe
favorable para que se admitiera a trámite la petición de asilo.
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