Las cosas en palacio van despacio dicen, y no es extraño cuando la indiferencia es lo más común, o cuando al que le toca sufrir es otro, no tu hijo, tu hermano, tu primo o hacemos borrón de lo que pasamos nosotr@s mism@s.
Sin embargo no me voy a entretener en como les van las cosas en palacio, vamos a hablar de como pasa un niño Trans un año escolar.
Vamos a retratar la urgencia de un cambio en la educación y la necesidad de hablar de la no discriminación a personas Trans como a cualquier otro menor en las escuelas.
Vamos a retratar la necesidad de educar a mayores y menores, y hablar de soluciones porque existen aunque no las quieran oir.
Y no es ir un caso por uno hablando de ello, es realmente que se comunique en los centros como es necesario los valores del respeto a la diversidad a lo diferente porque tod@s lo somos, ya sea por cuestiones de raza, cultura, orientación sexual y también por ser Trans o Identidad sexual.
Esta carta que tiene esperanza de cambio o al menos de no quedarnos en silencio ni fin de quedarse olvidada en las redes trata de recordar lo que enriquece el respeto que se olvida en las aulas.
Es la clave sin embargo para ser mejores, no los mejores sino mejores, no hace daño enseñar respeto y aprenderlo, ni necesitamos un puesto de trabajo en un centro u otro, para dar ejemplo de ello, sino hacerlo, desde un lugar u otro, se puede si se quiere. Si esto no se enseña en espacios de convivencia y aprendizaje como son las escuelas, la primera sociedad de la infancia y si no se trasladan los mismos valores a sus familias, ¿cómo piensan cambiar la realidad, el bulling, la humillación, la violencia y el daño que causa un acoso escolar o la señalación constante de un menor? ¿cómo van a hacerles ser mejores generaciones y mejores personas?
Los conflictos existen de todo tipo y por infinitos motivos, por ello es que los que son por discriminación también se deben abarcar, y no en el acto sino en las aulas, ¿lo estamos haciendo? ¿o solo estamos repitiendo y callendo en un pan para hoy y humillación para mañana? ¿No es más factible trabajar la diversidad desde sus actividades y las diferencias en los demás como algo hermoso y respetable en tod@s los niñ@s? ¿por qué enseñarle que “todos somos iguales” y no que el respeto a todos sea igual?
Hay una diferencia entre transmitir que “todos somos iguales” y “a pesar de nuestras diferencias todos somos respetados”, lo segundo implica que existe una diversidad, suma.
Escribo esto y comparto con profesionales de la educación y trabajo social porque sé las capacidades que tenemos las personas para poder cambiar una situación cuando queremos hacerlo y conseguirlo.
Este año ya es un año escolar que este niño no va a recuperar, ni ustedes, sin embargo si es posible conseguir un mejor curso de la educación en el próximo septiembre.
Un colegio inclusivo es un colegio que suma las diferencias y las hace respetar. Que educa en ello sobre sus cuadernos, lapices y juegos, tienen herramientas.
Reeducar es a veces avanzar, evolucionar y mejorar los patios de colegio, las aulas, la convivencia,el rendimiento de tod@s sus alumn@s, la sociedad.
Si se quiere, si se educa en ser personas mejores.
Esta es la experiencia de un niño Trans en su año escolar:
1. “Enseñame lo que tienes ahí o se lo diré a todos en el colegio”(compañero de clase)
2. “Ten cuidado, (tal) está en la puerta del baño para ver que tienes” (compañero de clase)
3. “Aquí se ponen las cosas de los niños, aquí las de las niñas, por eso te digo que pongas las tuyas allí, porque tú eres una niña” (compañera de clase)
4. “¿Me das tu telefono para ir al cumple juntos? Sí. Días después, “Mi madre rompió tu teléfono para que no me junte contigo, ni en el bus, ni me siente contigo en clase, pero no te pongas triste que yo voy a jugar contigo aquí en el colegio”
5. Equipos para jugar a futbol, “Soy invisible, cmo si no existiese, no me pasan el balón, hasta que me aburro, me fuí a otro equipo, cuando volví me dijeron qu ella no jugaba con ellos de nuevo, les dije que no me iría de allí, empezaron las patadas, los moratones y les decía que me dolían, ellos me decçian que eso era jugar, que si no quería jugar, me fuese”
No es un día en las que este niño llega a casa con moratones, es empujado sin motivo, o uñas clavadas en sus manos, o burlado por ser Trans, cosa que cuando le preguntan no oculta porque lo ve natural. De hecho su respuesta a estos compañer@s de clase ante estos acosos siempre es: “¿Si tú fueses Transexual te gustaría que te tratasen así?”
Dicho por él mismo “ me entristecen el día, y no lo soporto, no entiendo ¿por qué son así conmigo por el hecho de ser como soy, yo soy un niño más, ¿no lo entienden?”
¿Cuantos días al mes tienen que estar llendo sus padres al colegio a comunicar la situación para que cambien dos semanas más la hostil actitud de sus compañer@s?
¿No sería más eficiente si se empezase a hablar de Diversidad en sus actividades escolares?
¿No se puede o no se quiere? ¿y si “no se puede” por qué y hasta cuando?
Silvia Iglesias estudiante y aliada a la defensa de los derechos humanos, cursando último año de Trabajo Social en la Universidad de Alicante nos dice:
“Delante de situaciones como esta, que desagraciadamente sufren a diario niñ@s y adolescentes de todo el país. Caben muchos sentimientos, muchas reacciones posibles, pero sin duda alguna no hay lugar para el silencio. Un centro educativo que se instala en el silencio o la neutralidad nos muestra de una forma muy sutil del lado que está… pero no por su sutileza resulta menos cruel sino todo lo contrario.
De alguna forma el silencio frente a la injusticia supone complicidad con los/las agresores/as, y cuando es una institución socializadora tan importante como la escuela, aquí lo que esta en juego es muy importante.Las personas del mañana: las/os investigadoras/es, l@s maestr@s, l@s artistas, l@s mecánic@s, agricultores/as y l@s líderes políticas/os y sociales flaco favor hacen si no educamos en el amor a la diversidad como fuente de progreso y paz social"
Pero hay mas, tendríamos que ser muy conscientes que de que el hecho de sufrir acoso en épocas de muchos cambios y transformaciones como es el caso de la adolescencia, representa un factor de exclusión social que puede perjudicar gravemente el desarrollo personal de quien lo padece: La falta de autoestima, una percepción negativa de un@ mism@, el miedo al contacto con el/la otr@ y la desconfianza, el miedo de un mundo que se muestra hostil puede condicionar la vida.
Acallar un acoso, es situar al acosad@ y a su familia en situación de inferioridad y en una sociedad que se pretende democrática y igualitaria no cabria este tipo de discriminación.
Es necesario el acompañamiento a esos familiares y menores que están viviendo esta lucha y este sufrimiento. Que solo desde la confianza en una sociedad más igualitaria, el trabajo de denuncia sistemática y una sensibilización persistente se puede atacar hasta lograr su fin”
“Solo un ser que es capaz de emerger de su contexto, de
distanciarse para permanecer consigo, capaz de contemplarlo
para objetivar, transformar y, al transformarlo, saber transformarse
por su propia creación, solamente él es capaz,
por todas estas razones, de comprometerse”.
Paulo Freire, educador y pedagogo brasileño
Sheila López Martín Educadora Social:
“Ha llegado el momento de actuar, toca implicarnos y ser el cambio que nos gustaría ver, ese que ansiamos y por el que luchamos. El cambio está en nuestras manos, no podemos permitir que nos hagan olvidarnos de esa gran verdad. Tenemos que unirnos y trabajar en red todas aquellas personas que nos rebelamos ante las injusticias, sean del tipo que sean, ¡que somos muchas! Ante casos así hay que romper el silencio con un rotundo BASTA. ¿La solución? Por supuesto que parte de la base, la raíz de todo, que es la educación. ¿El problema? Que no tenemos una educación libre, que esta supeditada a intereses de estado bipartidista y eclesiásticos y mientras esto siga siendo así no conseguiremos más que parchear la realidad pero sin llegarla a cambiar. El sistema esta caduco, obsoleto, toca formatear y avanzar. No nos valen los viejos modelos ni esquemas. Tampoco la crítica sin acción, ha llegado el momento de ser protagonistas de nuestra historia, de la Histoia, no meros testigos pasivos y cómplices. Toca reinventarse para reinventar. Casos como este me hacen avergonzarme de mis semejantes, ¿Cómo hemos permitido que nos hagan rechazar y olvidar las maravillas de la diversidad? ¿como hemos llegado a perder el valor más poderoso que tenemos que es el respeto? Mientras nos los sigan faltando, de un modo u otro, seguiremos alzando nuestras voces y empleando nuestras acciones en transformar la realidad. Y cada vez con fuerzas renovadas, porque el momento de implicarse ha llegado YA. Y tú, ¿tú que haces? ¡Súmate al cambio! Sin los agobios causados por las grandes ambiciones y la responsabilidad de cambiar el mundo, empieza por ti mism@, que eso ya.... Lo será todo!!!”
¡Otro mundo es posible sin discriminación por ser un@ mism@!
Así mismo cedemos esta carta a Asociaciones implicadas en la defensa de los derechos de las personas Trans y padres del menor interesados en enviarla a la directora del dicho centro o ponerse en comunicación, con toda nuestra atención y disposición de voluntariamente sentar unas bases de comunicación y cambios reales contra el bulling y la discriminación en las aulas.
¡¡Defender la ALegría empieza por la infancia!!
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