
Una mujer transexual decidió denunciar a la empresa en la que trabajaba por la discriminación a la que era sometida en relación a su transexualidad.
La mujer alegó ante la Justicia los diversos sucesos que había tenido que soportar en la empresa: la obligaron a llevar ropa de hombre a las reuniones con los clientes, tenía prohibido entrar en el baño de las mujeres y finalmente fue despedida tras vivir dicho clima denigrante en su puesto de trabajo.
Un tribunal irlandés evaluó la denuncia y dictaminó que los sucesos narrados por la mujer fueron ciertos, constituyendo discriminación por motivos de género, y obligando a la empresa, 'First Direct Logistics Limited', a indemnizar con 35.000 euros a la mujer.
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