No
podemos apoyar un texto que convierte a toda persona transexual en sospechosa
de tener una enfermedad mental.
Los colectivos andaluces de personas transexuales y familias nos
oponemos de manera rotunda al registro y tramitación de la proposición de Ley
integral de transexualidad realizada por los grupos parlamentarios IU-LV-CA y
PSOE-A, que una vez más rompen las promesas realizadas públicamente a los
representantes de este colectivo, y se posicionan del lado de la discriminación
y la denegación de los derechos humanos de las personas trans.
En reunión mantenida en el día de ayer con la Secretaria de Salud
Pública por representantes de estas asociaciones, se confirma que en la
atención sanitaria que se preste a las personas trans, si bien no se realizarán
test psicológicos para determinar su identidad de género, sí que se van a continuar exigiendo tests para
“descartar patologías”. Esto significa que se mantiene el actual sistema
discriminatorio de acceso a la atención sanitaria de las personas trans.
Así lo establece el artículo 4.c) del borrador propuesto, cuando
especifica que tan sólo aquellas personas que hayan obtenido la documentación
administrativa, serán beneficiarias de las prestaciones contenidas en la misma.
Esto ya nos da la idea de que no todas las personas que soliciten dicha
documentación la van a recibir, sino que es posible que a algunas les sea denegada
si no cumplen con ciertos requisitos. No obstante, el texto no especifica
cuales serán esos requisitos, dejándolo abierto a cualquier cosa. Suponemos que
la intención de la Junta de Andalucía es obligar a las personas trans que no
hayan obtenido esta documentación, y cuyos derechos se dejan deliberadamente
desamparados, a continuar acudiendo a la UTIG, donde se les someterá a los
mismos tests que hasta ahora, por el mismo procedimiento que hasta ahora,
durante tanto tiempo como las trabajadoras de allí crean conveniente, con la
excusa de determinar si no padecen alguna enfermedad mental.
“Esto significa que la ley se convertiría en papel mojado”, explica
Pablo Vergara, de Autonomía Trans. “Las psicólogas de la UTIG continuarían
teniendo la llave de nuestros derechos, y esta ley no servirá para nada en
absoluto. Además, el mero hecho de que toda persona que manifiesta tener una
identidad de género distinta a la asignada al nacer se convierta
automáticamente en sospechosa de ser una enferma mental, es altamente
discriminatorio y estigmatizante”.
El artículo relativo a la prestación de la atención sanitaria, tampoco
recoge las demandas de los colectivos, que los grupos políticos se
comprometieron a incluir en la ley. “El artículo 11 dice que todas las personas
tendrán derecho a la asistencia sanitaria, según lo previsto en la cartera de
servicios existente”, explica Ángela, también de Autonomía Trans, “pero al
encontrarse dentro del capítulo titulado <<de la atención sanitaria a las
personas transexuales>> se entiende que se refiere a todas las personas
transexuales, no a la población en general. Entonces, nos remite a la atención
sanitaria que ya está especificada en la cartera de servicios del SAS, es
decir, a la UTIG de Málaga, a la centralización y a la discriminación.”
Eva Witt, la presidenta de la asociación de familias de menores
transexuales “Chrysallis”, y madre de un niño trans de 8 años, señala que todo
esto será especialmente grave durante la minoría de edad. “Afecta especialmente
en el periodo de escolarización. Si se condiciona el reconocimiento de la
identidad del menor a la obtención de una documentación administrativa, que no
sabemos cuanto tiempo tardará en emitirse, si serán tres meses, o serán diez, o
no será nunca, y bajo qué condiciones, no queda garantizado que nuestros hijos
puedan recibir una educación no discriminatoria. Al igual que ocurre con los
adultos, el futuro de nuestros niños dependería de la decisión pretendidamente
científica, pero arbitraria, de las trabajadoras de la UTIG”.
Exigimos que no se registre la “ley trampa” de Izquierda Unida y el
PSOE, y que en su lugar se registre la propuesta realizada por los colectivos
de personas transexuales de Andalucía, que
fue remitida a los grupos políticos el día 6 de noviembre, tras comprometerse
estos a aceptar sus reivindicaciones. “Nuestra propuesta ha sido tergiversada y
distorsionada. Nos han engañado. Así las cosas, anunciamos que en breve
convocaremos de nuevo una huelga de hambre indefinida que no terminará hasta
que no se registre el texto propuesto por los colectivos de personas
transexuales”, anuncia Mar Cambrollé, de la Asociación de
Transexuales de Andalucía.
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