Si algo queda claro es que a Mariano Rajoy le gusta nadar y guardar la ropa. Y las vacaciones de Navidad no han supuesto para el líder del PP ningún cambio o evolución con respecto a esta conducta. En este sentido, Rajoy se ha negado hoy a dejar claro si derogaría o no la Ley del Matrimonio Homosexual si llegara al Gobierno. Y es que, después de haber estado en diversas manifestaciones con los obispos en defensa de su modelo de familia, al PP le interesa ofrecer una imagen de moderación que en ningún caso posee. Por supuesto, el líder nominal del PP culpa al Gobierno socialista de la desaceleración económica, ante la que parece sentir una fuerte nostalgia del pasado aznariano.
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