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jueves, 31 de enero de 2008

México tendría primer matrimonio de transexuales

México - Una celadora de un penal mexicano que se sometió a una cirugía de cambio de sexo, y un ingeniero que transformó su cuerpo en el de una mujer, desean casarse por la Iglesia católica y con el aval de un juez a sabiendas de que pueden desatar una tormenta en México.
Diana, cuyo nombre legal aún es José, y Mario, oficialmente María, podrían convertirse en el primer matrimonio de transexuales en México y ambos conversaron con Efe en su domicilio en un popular barrio de la capital del país.
Él, Mario, luce una barba y bigote producto de los tratamientos de hormonas necesarios para el cambio de sexo, mientras que ella, Diana, ensalza su figura con un vestido ajustado al cuerpo y su nueva feminidad con un coqueto maquillaje.
Durante casi cinco décadas, Mario vivió aprisionado en el cuerpo de una mujer pero hace siete años tomó la determinación de eliminar sus senos femeninos e implantarse una prótesis para adecuar su cuerpo a su mente.
"No fue por gusto ni capricho, sino porque mi mente no coincidía con mi cuerpo", aseguró a Efe.
Para Diana la mayor parte de su vida fue una tortura y una angustia psicológica.
"Desde pequeña me sentí diferente y quise ponerle nombre a lo que me pasaba porque creía que estaba loco por tener un cuerpo diferente a lo que mi mente pensaba", relató.
Ambos se conocieron hace seis años a través del psicólogo que les trataba, porque querían contactar con personas que atravesaban por una experiencia similar.
Su propósito de contraer matrimonio coincide con un momento en el que el Congreso de la capital mexicana se prepara para discutir los derechos de los transexuales, tras haber aprobado en los últimos meses temas polémicos como las uniones de homosexuales o la despenalización del aborto hasta las doce semanas de gestación.
Como ya sucedió con estas dos reformas legales, la posibilidad de que los transexuales cambien de nombre y de sexo en sus documentos oficiales apunta a una fuerte confrontación entre conservadores y la Iglesia, por un lado, y los liberales y la izquierda, por el otro.
La pareja de transexuales expresó su voluntad de casarse por la Iglesia y aseguró que, de no lograr que un cura católico bendiga su unión, acudirá a cualquier otro rito religioso para alcanzar su objetivo.
"Queremos dar la oportunidad a la Iglesia católica para que nos case, pues somos católicos como muchos mexicanos", dijo Diana, pero el Vaticano rechaza de manera terminante este tipo de bodas por considerarlas "antinaturales" y "sin valor canónico".
"Rechazamos de manera absoluta y contundente que la Iglesia autorice estas bodas. No hay ninguna posibilidad de aceptar matrimonios entre transexuales ni personas del mismo sexo", dijo a Efe el portavoz de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar.
Para casar a dos personas, la Iglesia exige que éstas presenten su fe de bautizo donde se establece el sexo, explicó el representante de la Iglesia.
La pareja de transexuales planea -además de la boda religiosa- un matrimonio civil y admiten que el juez podría negarse a celebrar la ceremonia por los "prejuicios o por la apariencia física de ambos" que no coincide con su identidad sexual legal.
Sin embargo, el abogado que asesora a esta pareja les aseguró que su unión civil es legal pues, pese al cambio de apariencia, siguen siendo hombre y mujer.
En México las personas tienen la posibilidad legal de cambiar de nombre pero no de sexo en sus documentos, y para hacerlo es necesario entablar un juicio legal que puede durar varios años.
El jurista Víctor Hugo Flores, que ha entablado diversos juicios de esta índole, ha insistido en la urgencia de reformar el Código Civil para regular los cambios en los documentos oficiales de transexuales.
En tanto, los grupos de izquierda y un frente que agrupa a los transexuales, lesbianas, gays y bisexuales, -y en el que participan Mario y Diana- trabajan en una propuesta de Ley que será presentada en los próximos días por el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina ante la Asamblea capitalina.
De aprobarse la ley "seremos unos de los primeros en solicitar el cambio de identidad y de sexo en nuestros documentos oficiales", aseguró Mario.
Según el Instituto Mexicano de Sexología en México no hay estadísticas fiables sobre los ciudadanos que han cambiado de sexo, pero The World Professional Association for Transgender Health (WPATH) señala que en el mundo hay un transexual por cada 37,000 habitantes.

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