Por más que pienso, no encuentro sentido a las declaraciones de los líderes del Partido Popular y de los sectores conservadores de la iglesia católica, rechazando la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Una asignatura que su objetivo es el respeto, la convivencia y la paz entre seres humanos, estableciendo como valor supremo el concepto de ciudadanía como fundamento para una convivencia.
Tolerancia, igualdad entre hombres y mujeres, no discriminar por raza, sexo, religión u orientación sexual, ser ciudadanos libres, vivir en paz, compartir, respetar la naturaleza y el mobiliario de tu ciudad, todos ellos forman los contenidos de la nueva asignatura.
Enciendo la radio, la televisión, escucho a los sectores más radicales de la iglesia católica y del PP, decir un no rotundo a valores que entendía que el cristianismo compartía, mis esquemas cambian, pensaba que Jesucristo nos enseñaba el amor entre seres humanos y solo encuentro el odio de la conferencia episcopal, un odio al diferente, al prójimo, ¿se les habrá olvidado el mandamiento principal?: Amarás al prójimo como a ti mismo. Todavía tengo esperanza.
Tolerancia, igualdad entre hombres y mujeres, no discriminar por raza, sexo, religión u orientación sexual, ser ciudadanos libres, vivir en paz, compartir, respetar la naturaleza y el mobiliario de tu ciudad, todos ellos forman los contenidos de la nueva asignatura.
Enciendo la radio, la televisión, escucho a los sectores más radicales de la iglesia católica y del PP, decir un no rotundo a valores que entendía que el cristianismo compartía, mis esquemas cambian, pensaba que Jesucristo nos enseñaba el amor entre seres humanos y solo encuentro el odio de la conferencia episcopal, un odio al diferente, al prójimo, ¿se les habrá olvidado el mandamiento principal?: Amarás al prójimo como a ti mismo. Todavía tengo esperanza.
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