Un juez del Tribunal Federal resolvió que la mujer, cuya identificación solo ha trascendido como señora Parer, volviera a tener derecho a visitar y criar a las tres hijas que concibió antes de su transición y que tienen ahora 7, 12 y 17 años de edad, aunque sigan viviendo con su madre biológica.
Si bien el fallo es una buena noticia, las circunstancias no son tan alegres, pues sus dos hijas mayores se han negado hasta la fecha a tener nada que ver con ella porque han sido objeto de burla en la escuela.
Durante el proceso judicial, su madre biológica acusó a Parer de actos “tan graves” como que presentara a las niñas a otras personas transexuales, mostrarles películas calificadas para mayores de trece años, llevarles al desfile del orgullo LGTB o dar a sus hijas mayores condones.
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