
Este
protocolo, basado en un decálogo muy básico, incluye acciones tan fundamentales
para el respeto de los derechos humanos del niño como:
-Tratar a
los menores por el género con el que se identifican, tanto al utilizar su
nombre como en las comunicaciones y relaciones.
-Permitir el
acceso a los baños, aseos y vestuarios que corresponden con su identidad
sexual.
-Admitir que
los menores puedan vestir con ropa o uniforme acordes a su identidad.
Además, se
recomienda educar al alumnado en la diversidad sexo-genérica para que estos
aprendan a respetar la identidad de sus compañeros, del mismo modo que se les
educa para que aprendan a interaccionar con sus iguales de otras razas y de
diferentes capacidades. La diversidad sexogenérica forma parte de la diversidad
humana y también debe ser considerada y respetada como diversidad.
Aprovechamos
para agradecer el esfuerzo y el inmenso y excelente trabajo desarrollado por la
Asociación de Transexuales de Andalucía – Sylvia Rivera, especialmente a su
presidenta Mar Cambrollé, sin quien nuestros hijos nunca hubieran conseguido
ser respetados en un tiempo tan breve. La labor desarrollada en Andalucía por
esta asociación está creando precedentes que esperamos sean emulados por otras
organizaciones en el resto de comunidades,
algunas de las cuales ya están colaborando con nosotros para que estos
cambios sean una realidad en toda España.
Instamos
igualmente a las Consejerías de Educación de las distintas Comunidades
Autónomas del Estado Español, para que también ellas tomen en consideración la
creación de protocolos que eviten situaciones como las creadas en la provincia
de Málaga. “Nuestros hijos tienen los mismos derechos que el resto de niños,
y como padres estamos dispuestos a luchar para se garanticen y se hagan
efectivos estos derechos”, declara Eva Witt, presidenta de la Asociación
Estatal de Familias de Menores Transexuales (Chrysallis).
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