· Impedir a una persona el acceso al ejército por carecer de testículos y pene es machista, sexista e incluso grotesco.
· Los genitales no son criterio objetivo alguno que evalúe las capacidades de ejercer la función militar.
· Ley de Identidad de Género de 2007 permite a las personas transexuales ver reconocido su sexo real sin necesidad de operación.
· Los genitales no son criterio objetivo alguno que evalúe las capacidades de ejercer la función militar.
· Ley de Identidad de Género de 2007 permite a las personas transexuales ver reconocido su sexo real sin necesidad de operación.
[7/07/08] Desde ATA hemos asistido con incredulidad al caso de Aitor G.R. que denuncio ayer El Mundo. Que en pleno siglo XXI y con la ley que permite el cambio de sexo del DNI aprobada, el ejercito considere motivo de exclusión el no tener genitales masculinos, no puede ser mas que una ocurrencia chusca sacada de una mala pelicula de bajo presupuesto. Que a Aitor no se le permita ingresar en el ejercito por no tener pene, no deja de ser tambien una triste metáfora de cierto machismo minoritario que todavía pervive en unas Fuerzas Armadas ya modernas y comprometidas con la defensa del ordenamiento constitucional.
Lo más grave, además, es que estas exigencias genitales impiden efectivamente el acceso al ejercito a todos los hombres transexuales, vulnerándose así con total claridad la constitución en sus principios de no discriminación e igualdad así como en los de mérito y capacidad, máxime sabiendo que tras la aprobación en marzo de 2007 de Ley de Identidad de Género, el ordenamiento jurídico español no exige de cirugías de reasignación sexual para el cambio registral de sexo de las personas transexuales que lleven un periodo de dos años viviendo en su sexo real.
En palabras de Mar Cambrollé, “Si el criterio del estado es reconocer que un hombre transexual es un hombre, sin entrometerse en su genitalidad, no entendemos por que el ejercito está tan interesado en valorar algo intimo y en ultimo termino, irrelevante, para el puesto y la funcion que desempeñara Aitor”. Por tanto, para la presidenta de ATA (Asociación de Transexuales de Andalucía) “Estos hechos ponen de manifiesto la necesidad de actualizar tanto el Reglamento como el cuadro de exclusiones médicas y las pruebas de aptitud física establecidos por el Ministerio de Defensa, ya que es evidente que desconocen la realidad de las personas transexuales.”
Lo más grave, además, es que estas exigencias genitales impiden efectivamente el acceso al ejercito a todos los hombres transexuales, vulnerándose así con total claridad la constitución en sus principios de no discriminación e igualdad así como en los de mérito y capacidad, máxime sabiendo que tras la aprobación en marzo de 2007 de Ley de Identidad de Género, el ordenamiento jurídico español no exige de cirugías de reasignación sexual para el cambio registral de sexo de las personas transexuales que lleven un periodo de dos años viviendo en su sexo real.
En palabras de Mar Cambrollé, “Si el criterio del estado es reconocer que un hombre transexual es un hombre, sin entrometerse en su genitalidad, no entendemos por que el ejercito está tan interesado en valorar algo intimo y en ultimo termino, irrelevante, para el puesto y la funcion que desempeñara Aitor”. Por tanto, para la presidenta de ATA (Asociación de Transexuales de Andalucía) “Estos hechos ponen de manifiesto la necesidad de actualizar tanto el Reglamento como el cuadro de exclusiones médicas y las pruebas de aptitud física establecidos por el Ministerio de Defensa, ya que es evidente que desconocen la realidad de las personas transexuales.”
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