VIDEOS

CONOCENOS

DOCUMENTOS

PRENSA

martes, 28 de octubre de 2008

Destituyeron a la directora transexual de una escuela de Córdoba


ARGENTINA.-

Aduciendo "una mala gestión" el Ministerio de Educación de la provincia de Córdoba la apartó de la dirección de un establecimiento escolar de enseñanza media de la ciudad de San Francisco. La realidad de la medida apunta al pedido de cambio de sexo que solicita Verónica Giordano.

Desde que en agosto de 2003 Verónica (Marcos) Giordano ganó con las más altas notas el concurso para dirigir un colegio secundario en San Francisco, a unos 122 kilómetros al este de Córdoba, fue noticia. Padres, alumnos y colegas supieron entonces que "el flamante director" del Ipem 315 era un joven de treinta y pico que soñaba con una operación para adecuar su sexo, ya que -como en el caso de Naty, la adolescente de Traslasierra a quien tras una ardua batalla judicial de cuatro años que llevaron adelante sus padres intervinieron en diciembre de 2007-, Verónica padecería "disforia de género". Esto es: se trata de una mujer encerrada en un cuerpo masculino.
El tema volvió al ruedo esta semana cuando el Ministerio de Educación de Córdoba decidió apartar de su cargo a Giordano, hoy de 42 años, "por mala gestión" y por "problemas de convivencia entre adultos" del instituto en el que cursan más de 400 alumnos. De inmediato, Verónica Giordano salió a denunciar lo que considera "discriminación pura".
En diálogo con el diario Clarín, apuntó que "las cosas comenzaron a marchar mal para mí cuando reclamé al gremio de docentes -sin resultados- que me ayudaran para operarme; y en mayo hice una presentación en tribunales para que la Justicia autorice la intervención".
Desde su casa en Devoto, un pueblo cercano a San Francisco, Verónica se descarga. Y su testimonio es el de un ser en pedazos: "Yo no tuve la suerte de Naty. Mis padres no sólo no me apoyaron nunca; sino que me rechazan hasta hoy que son viejitos. Viven a pocas cuadras y se cruzan la vereda cuando me ven. Soy la vergüenza de la familia. Mi único hermano no me deja ver a mis sobrinos. Tengo 42 años y llueve sobre mi vida. Sobre toda mi vida. La pública y la privada. Estoy solo (sic). Y la soledad es peor con la injusticia que parece que no se termina nunca", enumera oscilando en masculino y femenino, aunque su timbre y tono de voz de mujer le abren la puerta a la pregunta.