Representantes del movimiento latinoamericano de personas travestís y transexuales llevan a cabo el primer encuentro regional en el Hotel Bauen de Buenos Aires. Cobertura exclusiva de AG Magazine.
Este lunes a primera hora se inició el encuentro de la Red Lac Trans (Red de Latinoamérica y el Caribe de Personas Travestis/Transexuales) que núclea organizaciones sociales de toda Latinoamérica.
En el marco de este encuentro se realizan talleres a toda máquina sobre diversas problemáticas y las conclusiones son claras y concisas.
El facilitador mexicano Juan Jacobo Hernández Chávez, es quien coordina las actividades. De manera más que agradable abre las diversas consignas que abarcan temas tales como cuáles serían las expectativas de la población trans para cada país o qué incertidumbres traen desde esos lugares al encuentro, entre otros. Las metas a alcanzar giran entorno a aprender a manejar grupos de personas trans y crear metodologías para la formación de líderes asociados a las actividades en temas como salud y gobernabilidad.
Para conocer la realidad internacional, cada una de las panelistas compartió la experiencia del país que representa.
En la primera jornada se trató también la difícil situación que acarrea la falta de conocimiento sobre cómo obtener fondos de organismos internacionales.
También se discutió sobre el uso malintencionado de grupos que se autodenominan "GLTTB" y que obtienen subsidios para financiar proyectos gracias a utilizar personas no "trans" para presentar proyectos. La representante de Bolivia planteo que han "sido muy manejadas por los gays que decían trabajar por nosotras".
No fue esta la primera oportunidad en la que se manejó este concepto de utilización de las personas trans como herramienta para obtener dinero. Marcela Romero de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina (ATTTA) planteó que "el no reconocimiento legal de nuestras organizaciones es un obstáculo porque, por no tener personería jurídica, las organizaciones gays nos tienen que respaldar y el poder sigue siendo de ellos".
El mensaje es claro: "No es que odiemos a las organizaciones gays, sino que replanteamos el mal manejo que éstas han hecho de la información".
Toda esta semana seguirán las rondas de trabajo en el segundo piso del céntrico hotel Bahuen. La información completa acerca del encuentro estará disponible en informes diarios de AG Magazine.
En el marco de este encuentro se realizan talleres a toda máquina sobre diversas problemáticas y las conclusiones son claras y concisas.
El facilitador mexicano Juan Jacobo Hernández Chávez, es quien coordina las actividades. De manera más que agradable abre las diversas consignas que abarcan temas tales como cuáles serían las expectativas de la población trans para cada país o qué incertidumbres traen desde esos lugares al encuentro, entre otros. Las metas a alcanzar giran entorno a aprender a manejar grupos de personas trans y crear metodologías para la formación de líderes asociados a las actividades en temas como salud y gobernabilidad.
Para conocer la realidad internacional, cada una de las panelistas compartió la experiencia del país que representa.
En la primera jornada se trató también la difícil situación que acarrea la falta de conocimiento sobre cómo obtener fondos de organismos internacionales.
También se discutió sobre el uso malintencionado de grupos que se autodenominan "GLTTB" y que obtienen subsidios para financiar proyectos gracias a utilizar personas no "trans" para presentar proyectos. La representante de Bolivia planteo que han "sido muy manejadas por los gays que decían trabajar por nosotras".
No fue esta la primera oportunidad en la que se manejó este concepto de utilización de las personas trans como herramienta para obtener dinero. Marcela Romero de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina (ATTTA) planteó que "el no reconocimiento legal de nuestras organizaciones es un obstáculo porque, por no tener personería jurídica, las organizaciones gays nos tienen que respaldar y el poder sigue siendo de ellos".
El mensaje es claro: "No es que odiemos a las organizaciones gays, sino que replanteamos el mal manejo que éstas han hecho de la información".
Toda esta semana seguirán las rondas de trabajo en el segundo piso del céntrico hotel Bahuen. La información completa acerca del encuentro estará disponible en informes diarios de AG Magazine.
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