Pues bien como causa principal de dicho deterioro estiman que es el matrimonio homosexual.
Primero, habría que decir que la extensión jurídica del matrimonio forma parte de una tendencia general de reconocimiento de la homosexualidad en las sociedades occidentales posmodernas.
El matrimonio entre personas del mismo sexo, como es mi caso, nos otorga la igualdad plena de derechos y obligaciones a las que emanan del matrimonio convencional entre personas de distinto sexo, con ello pretendemos constituir familias homoparentales estables, y así eliminar toda forma de discriminación y prejuicio hacia los homosexuales.
Como mujer transexual que soy, casada con una mujer no transexual no existe ninguna razón que justifique privarnos a nuestra pareja de la protección que brinda el sistema jurídico, sin incurrir en una forma de discriminación.
¿Por qué queremos Mi pareja y yo ser matrimonio y no una unión civil, o una pareja de hecho…?
Porque el matrimonio nos otorga muchos derechos que las parejas de hecho no reciben, incluso cuando esta institución de las parejas de hecho figura regulada por el ordenamiento jurídico positivo.
Esta diferencia de derechos abarca materias tales como inmigración, seguridad social, impuestos, herencia, y la adopción de niños.
Además, separar a las parejas en dos tipos de instituciones (una para las uniones de distinto sexo —matrimonio— y otra para las uniones del mismo sexo —parejas de hecho—) lo consideramos discriminatoria.
Los sectores reaccionarios católicos opinan que el matrimonio tiene que tener tres condiciones para que sea tenido como tal:
- Que sea la unión de un hombre y de una mujer (única definición de matrimonio)
- Que sea la base para la procreación.
- Que es una institución que no tiene que cambiar porque ha existido siempre así a lo largo de los
siglos.
En primer lugar habría que decir que si tengo una convivencia y afecto con mi pareja; una existencia de un proyecto de vida en común; y el deseo de protegernos a nosotras y a nuestro hijo somos un matrimonio igual de válido que el que se puede dar entre una hombre y una mujer.
En segundo lugar, tenemos que decir que aunque no tuviéramos hijos, que lo tenemos, nuestro matrimonio sería igualmente válido.
¿O es que la iglesia católica prohíbe el matrimonio entre ancianos o entre personas estériles?
En definitiva una matrimonio no tiene porqué llevar a la procreación o a tener hijos en su seno. Vuelvo a decir que la definición de matrimonio sólo se sostiene por el argumento primero.
En tercer lugar diremos que el tercer argumento no se tiene en pie de ninguna manera. Sería afirmar algo así, como que todo se tiene que perpetuar en la historia.
Afortunadamente la legislación actual recoge principios sociales y éticos admitidos para que las parejas homosexuales no sean discriminadas como lo han venido haciendo hasta hace poco tiempo.
España se ha incorporado por una vez a la elite mundial en la protección de los derechos homosexuales.
En el año 2009, el matrimonio entre personas del mismo sexo será totalmente legal en siete países (Bélgica, Canadá, Noruega, España, Suecia, los Países Bajos, y Sudáfrica), además de en los estados de Massachusetts y Connecticut en Estados Unidos.
En definitiva, de nuevo estos grupos católicos lo que quieren es imponer un modelo de familia, el suyo. Y les cueste lo que les cueste, deben aceptar los veredictos de la democracia. Y aceptar todas las formas de familia, tanto las formadas por heterosexuales, homosexuales, transexuales, bisexuales, madres solteras, padres solteros…
La democracia nos invita a todos a aceptarnos y a ser tolerantes. Si ellos son intolerantes y quieren promover la discriminación de nuestro colectivo LGTB no lo podemos permitir, para ello hay que favorecer que gobiernen mayorías de progreso.
ZARA, mujer transexual miembro de ATA
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