La mayor ilusión de Marta es poder operarse para sentirse como una chica normal: “Nunca he estado con un chico porque hasta que no me opere no me siento cómoda con mi cuerpo”, afirma.
Finalmente, Marta recibirá una sorpresa de su madre por su cumpleaños, una cita con el cirujano que realizará su operación de cambio de sexo. Samanta vive con ellas este momento inolvidable en la vida de Marta y también en la de su madre.
Nahia recibe todo el apoyo de su familia y su entorno, sobre todo de su madre Idoia, quién afirma: “yo lo he tenido que asumir como una pérdida. He perdido a mi hijo Mikel para ganar a mi hija Nahia”.
Lidia, por su parte, tiene 9 años y desde muy temprana edad se sintió una niña. Con sólo cuatro años lloraba porque no quería salir vestida de niño a la calle. Su madre ha logrado que pueda acudir al colegio vestida de niña, y que tanto profesores como alumnos la llamen Li. Ante Samanta, la madre de Li reconoce que “ha sido un camino muy duro porque la niña es muy pequeña y hay muy poca información sobre el tema”.
La periodista muestra de cerca las vivencias, los sentimientos y las expectativas de estas tres niñasque nacieron en un cuerpo de niño y de sus familiares, que viven con ellas su proceso de cambio de sexo.
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