VIDEOS

CONOCENOS

DOCUMENTOS

PRENSA

lunes, 8 de abril de 2013

Recomendaciones para la no discriminación en las noticias relacionadas con las personas transexuales


Es incuestionable el poder de los medios de comunicación como formadores de la opinión pública, creadores de tendencias y de pensamientos compartidos socialmente, y fijadores de estereotipos. Es por ello por lo que creemos importante que se tengan en cuenta las siguientes recomendaciones. 

a) Cuestionar los estereotipos establecidos por criterios de “normalidad según la costumbre” en relación con la desigualdad y las diferencias, haciendo visible que las imágenes binarias construidas a partir de rasgos asignados a mujeres y varones como características constantes en el tiempo, de “lo femenino” y “lo masculino”. Esta tipología es la que habilita la burla y el desprecio hacia prácticas que no responden a los parámetros de “normalidad” (hombre blanco, heterosexual, de clase media). En la medida en que los estereotipos son usados para afirmar la aparente “normalidad” de una situación, hay que tener presente que limitan a los sujetos a un espectro restringido de actuaciones o acciones profesiones que luego se naturalizan como “lo real”. Por ejemplo cuando se restringe la práctica profesional de mujeres transexuales al espectáculo o la prostitución. Se plantean situaciones similares en los estereotipos del gay peluquero o decorador, la lesbiana deportista.

b) No se pueden considerar las aseveraciones a favor de la discriminación y los enunciados antidiscriminatorios como argumentos igualmente válidos y atendibles. Es frecuente que, como justificación de este enfoque, se recurra al imperativo de la búsqueda de una cobertura mediática lo más “objetiva” o “ecuánime” posible. Los abordajes sobre temas discriminatorios se deben contextualizar siempre en los debates sobre el acceso a derechos humanos y no presentarlos como meros “intercambios de opiniones”. La supuesta objetividad, sostienen y legitiman ideológicamente, la desigualdad de clase, la criminalización de las persona y colectivos involucrados.

c) Parte de la responsabilidad periodística es contextualizar las prácticas discriminatorias aunque gocen de popularidad o aceptación por las situaciones en las que son producidas y consideradas como “excepcionales” o incluso “triviales” 

d) Considerar las designaciones discriminatorias como tales, señalarlas críticamente contra el carácter extendido y naturalizado de su uso cotidiano.

e) Consultar con los colectivos involucrados cuando se da este tipo de noticias o informaciones. La correcta praxis profesional obliga a elaborar contenidos contrastados que utilicen fuentes especializadas y ofrezcan un contexto interpretativo de la realidad.


f) Las imágenes y los discursos de los medios de comunicación se basan, en gran medida, en la exposición de historias individuales que exhiben las diferencias que no se ajustan a lo patrones normativos de género, como “pintoresquismo”, “nota de color” o “historia de vida”. Esto es un modo de descalificarlas y simultáneamente, de eliminar la reflexión sobre las condiciones de exclusión que implican. Es necesario un cambio orientado a la promoción de discursos de inclusión, abordando informativamente aspectos cotidianos que transmitan una imagen de normalidad.

Abordajes correctos

- Uso de pronombres: La única manera respetuosa de aludir a las personas transexuales es respetando su identidad de género, es decir, usar el pronombre (masculino o femenino) con que se designan estas personas. Es algo tan sencillo como referirse a las personas transexuales por el sexo sentido como propio, con el que se identifica. Ejemplo: cuando se dice “un transexual femenino” o “un transexual” lo correcto sería decir una mujer /un hombre transexual. O un/una transexual.

- Uso de nombres propios: se debe usar siempre el nombre con el que la persona se presenta. Sólo se puede indicar el nombre de documento en el caso en que lo requiera la persona en su testimonio acordado.

- Sugerimos indicar la condición de persona transexual sólo si es relevante y necesario para la historia y de acuerdo con un testimonio que haya obtenido el debido consentimiento.

No hay comentarios: