SAN SALVADOR – Usaba unas sandalias muy delicadas, llevaba las uñas de los pies muy arregladas, al igual que las de sus manos. Vestía un pantalón azul muy ajustado y una blusa amarilla; usaba lentes de sol, un maquillaje para nada suave y el cabello le caía hasta los hombros.
De complexión delgada, no llamó la atención por cómo vestía, sino porque claramente se notaba que era un hombre, un hombre que ha decidido convertirse en chica transexual.
Mayra se subió a un bus, no había asientos libres y le tocó ir de pie sujetándose de los barrotes. Notó que llamó la atención de hombres y mujeres y muy orgullosa, hasta altiva, posó como quien piensa “para que me vean mejor”.
Todos los días a las 9 de la mañana viaja a su trabajo como dependiente en una venta de ropa ubicada en el centro de San Salvador. En su caminar se denota que ya no le importan las miradas.
De seguro ese día en especial, jueves 18 de abril, ni siquiera sabía que en el edificio de las Naciones Unidas en El Salvador un informe que aboga por la protección de sus derechos como transexual se presentaría por parte de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH).
Pasó de largo ante las miradas burlonas, de asombro, de incredulidad de decenas de transeúntes en el centro capitalino y se perdió entre la gente caminando con un estilo femenino inconfundible.
Mientras tanto en el edificio de las Naciones Unidas, otras mujeres como ella habían llegado puntuales a la cita de la presentación del informe. Parecía un desfile de modas, llegaron un poco más de diez, pero se hacían notar entre los presentes. Derrochaban elegancia y delicadeza.
Karla Avelar, directora de Comcavis Trans - quien fue participe de la mesa de honor junto al titular de la PDDH, Óscar Luna y el coordinador residente de la ONU en El Salvador, Robert Valent – dijo que hoy por hoy las chicas transexuales son víctimas de discriminación y violación de sus derechos, sobre todo por personal de instituciones públicas. Señaló que una de sus exigencias es la creación de una ley que les proteja y que les permita tener un Documento Único de Identidad (DUI) con el nombre y apariencia que ellas han escogido.
El estudio se realizó entre agosto de 2012 y marzo de este año entre una muestra de 100 trans, grupos focales y entrevistas a 25 funcionarios de 14 instituciones gubernamentales.
Una de las peticiones de las Trans es que exista una Ley de Identidad que proporcionaría un marco jurídico que propiciará el respeto a la identidad de las personas transexuales y transgénero. Además garantizará su libre desarrollo en la sociedad.
Los beneficios de la Ley de Identidad serán la rectificación del nombre y sexo en la partida de nacimiento, la obtención de un nuevo documento de identidad, trato digno, reducción del estigma y discriminación por identidad de género, entre otras cosas
En cifras del problema de identidad el 70 por ciento de las encuestadas dijo que tiene dificultades en el trámite de documentos de identidad emitidos por el Estado y un 44,8 por ciento ha enfrentado dificultades al solicitar el DUI.
El 89 por ciento de las que participaron en el estudio asegura identificarse con un nombre femenino, pero a pesar de ello no son reconocidas como tal en las instituciones del Estado y en la vida pública.
Otros datos revelados acreditan la versión de Avelar sobre la discriminación y violaciones a los derechos humanos de las que son sujetas. Por ejemplo, el informe dice que el 85 por ciento de las encuestadas han optado por realizar trabajo sexual debido a que se les niega toda oportunidad laboral en empresas públicas y privadas por su decisión de ser transexuales.
De igual forma el 100 por ciento reveló que “todas las instituciones de gobierno les han discriminado, violentado u hostigado por su identidad de género. Entre las instituciones más señaladas son la Policía Nacional Civil (PNC), la Fuerza Armada (FAES), el Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM), el Registro Nacional de Personas Naturales (RNPN) y los ministerios de Salud y de Educación.
Luna sostuvo que las mujeres trans experimentan un alto grado de discriminación, violencia, intolerancia y la violación sistemática de sus derechos a la salud, a educación formal, al trabajo, a la libre circulación, a un nivel de vida adecuado, y la más grave de todas las transgresiones, el menosprecio por su integridad física y su vida, entre otros.
Avelar destacó que otra necesidad es la de realizar un censo para esta minoría en el país, pues según ella un estudio realizado por organizaciones de Transexuales, reveló que solo en Santa Ana y San Salvador existen 4.000 mujeres transexuales; sin embargo Valent dijo que según ONU Sida, en el país hay más de 2.700.
Valent dijo que esa minoría urge de “condiciones que permitan el reconocimiento de su existencia legal a través de una identidad de género”, lo cual permitiría que ellas accedan a derechos fundamentales como la educación, la salud, vivienda, el trabajo, entre otros derechos.
El estudio asevera que el 45,8 por ciento de mujeres transexuales ha sufrido atentados contra la vida e integridad física debido a la transfobia. Avelar dijo, que según datos que Comcavis Trans, en 2012 fueron asesinadas 30 mujeres transexuales; y en lo que va de 2013, seis. “pero esto claro que no lo registran y ni lo investigan”, dijo en tono irónico.
Avelar, durante su turno para expresar las recomendaciones del informe, también aprovechó para denunciar el trato “injusto, casi inhumano”, que más de 40 reos en el Centro Penal de Sensuntepeque, en su mayoría transexuales, gay y personas con VIH, son sometidas por parte de algunos custodios.
Entre las violaciones que denuncian son la negación de asistencia legal, la negación a centros de salud, sobre todo a los reos con VIH positivo, además de golpes, insultos y castigos denigrantes.
En el caso de las personas de las mujeres transexuales, el titular de la PDDH, Óscar Luna, sostuvo que en El Salvador, también se ha evidenciado, como resultado directo o secundario de estudios sobre la epidemia de VIH.
El documento de la PDDH tiene como propósito exponer la situación de los derechos humanos de las mujeres trans de El Salvador, mostrando los avances acontecidos, las barreras que interfieren con el cumplimiento de los derechos y las brechas que precisan de atención urgente. Además busca proponer acciones para abordar las problemáticas que afectan a esta población, y las bases necesarias para fortalecer los mecanismos de protección jurídica.
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