El 13 de agosto, día del 85º cumpleaños de Fidel Castro, fue una jornada rara en La Habana. La víspera, en el teatro Carlos Marx, unas 5.000 personas con invitación oficial esperaron la fecha con un espectáculo llamado Serenata de la Fidelidad, en el que participaron decenas de músicos de Cuba y América Latina con canciones e himnos revolucionarios, también con rumba y hip-hop, en homenaje al líder comunista. Castro, que lleva cinco años apartado del poder debido a una enfermedad, está volcado ahora en la recuperación de su principal aliado, el mandatario venezolano Hugo Chávez, recientemente intervenido de un cáncer en Cuba, donde se encuentra estos días recibiendo quimioterapia.
Por supuesto los dos amigos celebraron el cumpleaños revolucionariamente, mientras en las calles de la isla la vida seguía su curso normal; esto es, con cada vez más cuentapropistas al frente de negocios privados, esperando la liberalización del mercado inmobiliario y también la abolición del permiso de salida, en medio del proceso de reformas económicas que dirige Raúl Castro con el objetivo principal de salvar los muebles del socialismo cubano que puedan salvarse.
A la misma hora que se celebraba la Serenata de la Fidelidad en el Carlos Marx, una pareja realizaba los últimos preparativos de su boda en La Habana. La novia, Wendy Iriepa, según consta en su carné de identidad, se llamaba Alexis en julio de 2006, cuando Castro fue operado de urgencia debido a una hemorragia intestinal. En 2007 Alexis fue el primer cubano sometido a una cirugía gratuita de cambio de sexo tras la reanudación de este tipo de intervenciones por gestiones del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), que dirige Mariela Castro, hija del presidente Raúl Castro. Otras 16 personas han cambiado ya su sexo desde entonces.
Wendy, que durante años trabajó en el Cenesex, se enamoró hace meses de Ignacio, un gay portador del virus VIH y además disidente, con quien decidió casarse ayer en el Palacio de los Matrimonios de la barriada de La Víbora. Según los novios, la fecha elegida es su "regalo" a Fidel, que hace un año admitió su responsabilidad en la persecución que sufrieron los homosexuales en los años sesenta, cuando miles de personas fueron recluidas en campos de trabajo para ser "reeducadas".
Los matrimonios gay no están legalizados en Cuba, aunque un proyecto de ley que permitiría las uniones civiles de homosexuales y lesbianas está presentado desde hace tiempo ante el Parlamento por el Cenesex. Wendy sigue figurando como varón en la partida de nacimiento, pero legalmente puede casarse con Ignacio por ser reconocida como mujer, así que en realidad no se trata de una boda gay. La madrina de la boda fue la bloguera Yoani Sánchez y a la ceremonia estaban invitadas las Damas de Blanco, diplomáticos norteamericanos y todo el que quisiera asistir, una bomba en un país como Cuba. El ramo de flores tuvo la bandera del arcoiris. Al partir la tarta, Fidel Castro cortaba la de su cumpleaños.
Por supuesto los dos amigos celebraron el cumpleaños revolucionariamente, mientras en las calles de la isla la vida seguía su curso normal; esto es, con cada vez más cuentapropistas al frente de negocios privados, esperando la liberalización del mercado inmobiliario y también la abolición del permiso de salida, en medio del proceso de reformas económicas que dirige Raúl Castro con el objetivo principal de salvar los muebles del socialismo cubano que puedan salvarse.
A la misma hora que se celebraba la Serenata de la Fidelidad en el Carlos Marx, una pareja realizaba los últimos preparativos de su boda en La Habana. La novia, Wendy Iriepa, según consta en su carné de identidad, se llamaba Alexis en julio de 2006, cuando Castro fue operado de urgencia debido a una hemorragia intestinal. En 2007 Alexis fue el primer cubano sometido a una cirugía gratuita de cambio de sexo tras la reanudación de este tipo de intervenciones por gestiones del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), que dirige Mariela Castro, hija del presidente Raúl Castro. Otras 16 personas han cambiado ya su sexo desde entonces.
Wendy, que durante años trabajó en el Cenesex, se enamoró hace meses de Ignacio, un gay portador del virus VIH y además disidente, con quien decidió casarse ayer en el Palacio de los Matrimonios de la barriada de La Víbora. Según los novios, la fecha elegida es su "regalo" a Fidel, que hace un año admitió su responsabilidad en la persecución que sufrieron los homosexuales en los años sesenta, cuando miles de personas fueron recluidas en campos de trabajo para ser "reeducadas".
Los matrimonios gay no están legalizados en Cuba, aunque un proyecto de ley que permitiría las uniones civiles de homosexuales y lesbianas está presentado desde hace tiempo ante el Parlamento por el Cenesex. Wendy sigue figurando como varón en la partida de nacimiento, pero legalmente puede casarse con Ignacio por ser reconocida como mujer, así que en realidad no se trata de una boda gay. La madrina de la boda fue la bloguera Yoani Sánchez y a la ceremonia estaban invitadas las Damas de Blanco, diplomáticos norteamericanos y todo el que quisiera asistir, una bomba en un país como Cuba. El ramo de flores tuvo la bandera del arcoiris. Al partir la tarta, Fidel Castro cortaba la de su cumpleaños.
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