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viernes, 8 de agosto de 2008

Diez transexuales desfilan para mí


EN PACHÁ.- Jueves noche.


Una vez en Pachá, un par de sorpresas. La primera: ¡una cerveza cuesta seis euros! La segunda, y más importante: esta noche tiene lugar el certamen Miss Transexual 2008. ¡Qué suerte!
El concurso no comienza, la sala no se llena y no quiero gastarme otros 10 euros en una copa. Me cuelo en los camerinos. Ana, la organizadora de todo el cotarro, me cuenta que la afortunada obtendrá un viaje de un fin de semana a Ibiza, varios reportajes y un contrato con una productora de noche. Nervios, planchas de pelo y maquillaje. Pechos talla 110 sin reparo en ser mostrados y muchos grititos.
Llega la presidenta del jurado, Lays Molina, dueña de un prostíbulo de travestis brasileñas "muy bien dotadas, activas y pasivas", según su web. La favorita, Jesyka Beyonce. También brasileña -me pregunto si Lays le ofrecerá trabajo-, guapa y 'muy bien hecha'. Ninguna española, tres argentinas, una panameña y el resto compatriotas de Jéssica. La presentadora, Trini, me cuenta que una de mis favoritas es muy ancha de caderas.
Vuelvo a la pista. Ana, desde el escenario, grita a un socavón "¡que salgan ya!". Son más de las dos de la mañana y las chicas se elevan, saliendo del agujero. Desfilan. Muchas tienen tics por los nervios. A Jesyka le silban. A Micaela, argentina, la abuchean. Salen con traje de noche. Fernanda, la más joven (22), lucha contra sus rebeldes pezones, que se empeñan en mostrarse al público.
Entre el público, todo tipo de transexuales mezcladas con el público habitual de Pachá. Están felices, son las reinas y, realmente, se lo merecen. Como dice Ana, "son unas personas que tienen que luchar mucho en la vida". Nacer con un cuerpo que no sientes propio ya es una condena. Sufrir los comentarios de la sociedad al cambiarlo, otra.
Tras mi ejemplo de tolerancia, vuelvo a la Tierra. Tres finalistas y una ganadora: Fernanda, 'la caderona' y Jéssica. Abajo, otras gritan "¡fue mafia, fue mafia!". Creen que debía haber ganado "la negra Carolina", una mujer grande y muy guapa, pero bruta y que alargaba demasiado su tiempo sobre la pasarela. ¿El veredicto? "No creo que haya sido justo, ¿y tú?", me pregunta 'la negra'.
Son las cuatro de la mañana, no hay metro y he de madrugar. Afuera, un rubio angelical y cliente de Pachá trata de robar la cámara de fotos a una transexual. Otras aprovechan para 'hacer la calle'. Yo, me vuelvo a casa en Nit bus.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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