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domingo, 19 de diciembre de 2010

Soy la prueba viviente de que la presencia de un gay no daña la moral del Ejercito

Hasta su retirada hace tres años, la ex comandante de la armada y lesbiana Zoe Dunning era la única persona abiertamente gay en el Ejército más poderoso del mundo


Una de las ciudades que con más júbilo ha celebrado el fin del "don't ask, don't tell" en el Ejército estadounidense es San Francisco. Allí vive Zoe Dunning, ex comandante de la armada y lesbiana que no pudo evitar las lágrimas al escuchar el resultado de la votación en el Senado. Este sábado, por 65 votos a favor y 31 en contra, la Cámara Alta de EE.UU. dio luz verde para que los homosexuales puedan servir abiertamente en las filas americanas. Una verdad que le ha costado el puesto a 13.500 militares expulsados desde 1993.
Así, el Senado terminó ayer con ese "no preguntes, no cuentes" que obligaba a los gays y lesbianas a ocultar su orientación sexual para servir en las Fuerzas Armadas. Obama había convirtido este objetivo en una de las grandes prioridades de su Gobierno (fue promesa electoral en 2008). Y lo ha logrado en los últimos días de un Congreso todavía con mayoría del Partido Demócrata en ambas cámaras.

17 años esperando

Mientras los senadores votaban, en la sede de la comunidad gay, lesbiana y transexual de San Francisco una docena de personas miraban con atención un pequeño televisor, cogidas de la mano. "¡Sí!", gritaban cada vez que un político votaba a favor de acabar con el "no preguntes, no cuentes". Al escuchar el resultado final, Zoe Dunning empezó a llorar. Diecisiete años llevaba esperando este cambio. Los mismos que han pasado desde que salió del armario y se vio afectada por la política puesta en marcha por el entonces presidente Bill Clinton. La ley permitía a los homosexuales ser miembros de las Fuerzas Armadas siempre y cuando no confesaran su orientación sexual. Una decisión que sirvió de parche entre la propuesta de Clinton de levantar la prohibición y quienes se negaban a ello.
Como cuenta el diario San Francisco Chronicle, Dunning desafió y ganó, pero la cúpula militar impidió que sus compañeros utilizaran la misma estrategia de defensa que ella usó para continuar en el servicio. De hecho, hasta su retirada hace tres años se le consideraba la única persona abiertamente gay en el Ejército más poderoso del mundo.

El final de una política destructiva

"Soy la prueba viviente de que la presencia de un gay no daña la moral o la cohesión de los compañeros", apunta esta mujer al diario californiano. "He visto cómo han echado a 14.000 militares desde 1993. Casi 14.000 vidas en muchos casos destrozadas. Ahora, tras 17 años trabajando para que llegue este día, por fin veo el final de esta destructiva política. ¡Mis lágrimas son de felicidad!".
Entre los amigos que celebraban la votación estaba también Bevan Dufty, miembro del San Franciso Board of Supervisors en representación del célebre Distrito 8 que incluye The Castro, el barrio gay de la ciudad. Político homosexual candidato a la alcaldía de San Francisco el próximo año, en su historia personal hay dos curiosidades: tuvo una madrina tan famosa como la cantante Billie Holiday (Dufty se crio en Harlem) y en 2006 nació su hija Sidney, que tuvo con una amiga lesbiana.
"Esto es un gran hito para la lucha por los derechos civiles del siglo XX. Es la igualdad para los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. Hoy plantamos una semilla que dará muchos frutos", insiste Dufty, convencido de que este es sólo el comienzo de otros avances para el colectivo en EE.UU.

Vivienda y beneficios para las parejas

Otro capitán retirado de la armada, Bob Dockendorff, recuerda que el Pentágono tendrá que arreglárselas ahora para ofrecer vivienda y beneficios a las parejas de los militares homosexuales.
La mayoría en el Ejército está a favor de abolir esta norma, como demostró un estudio elaborado por el Pentágono en noviembre: para el 70% de los 115.000 militares y 44.000 de sus parejas consultadas, el impacto de la revocación sería "positivo, mixto o inexistente". Claro que siempre hay quien se opone, como los tipos supuestamente más duros entre los uniformados: los marines y las unidades de combate.
Tampoco el senador republicano por Arizona, John McCain, rival de Obama en las presidenciales y héroe de Vietnam, ha dado su visto bueno. McCain cree que no se debe impulsar una iniciativa de este tipo en tiempos de guerra.

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