Cientos de fieles evangélicos protestaron el miércoles en Brasilia contra un proyecto de ley que tipifica como crimen la discriminación de homosexuales, y decenas intentaron sin éxito ingresar al Congreso para pedir su rechazo.
Con pancartas y arengas contra la Ley de la Homofobia, que está pendiente de votación en el Senado, la protesta se desarrolló en las escalinatas que dan acceso al edificio del Congreso y fue impulsada por legisladores que integran el bloque religioso denominado Frente de Familia.
Actualmente el proyecto --aprobado en Diputados el 7 de diciembre de 2006-- es evaluado por la Comisión de Asuntos Sociales del Senado y aún no tiene pauta de votación en el plenario, pero los evangélicos exigen su retiro.
En folletos distribuidos al público se alegó que además de ir contra "la familia", la ley afecta "la libertad de expresión y religiosa", pues les impediría el derecho de criticar o condenar asuntos referidos a la homosexualidad sin ser sancionados por la ley.
"El problema de la discriminación no solo afecta a los homosexuales, sino también a negros, mujeres y hasta a nosotros los evangélicos. El proyecto de ley otorga poderes dictatoriales a una minoría. Queremos un proyecto para proteger a todas las minorías", dijo el diputado y obispo evangélico Robson Lemos Rodovalho.
De su lado, la relatora del projecto en el Senado, Fátima Cleide (gobernante PT, izquierda) lamentó que haya "religiosos que usan discursos políticos para buscar el desprecio de creyentes".
Una encuesta reciente de la consultora DataSenado indicó que 70% de los brasileños apoyan que la discriminación de los homosexuales sea considerada un crimen.
Con pancartas y arengas contra la Ley de la Homofobia, que está pendiente de votación en el Senado, la protesta se desarrolló en las escalinatas que dan acceso al edificio del Congreso y fue impulsada por legisladores que integran el bloque religioso denominado Frente de Familia.
Actualmente el proyecto --aprobado en Diputados el 7 de diciembre de 2006-- es evaluado por la Comisión de Asuntos Sociales del Senado y aún no tiene pauta de votación en el plenario, pero los evangélicos exigen su retiro.
En folletos distribuidos al público se alegó que además de ir contra "la familia", la ley afecta "la libertad de expresión y religiosa", pues les impediría el derecho de criticar o condenar asuntos referidos a la homosexualidad sin ser sancionados por la ley.
"El problema de la discriminación no solo afecta a los homosexuales, sino también a negros, mujeres y hasta a nosotros los evangélicos. El proyecto de ley otorga poderes dictatoriales a una minoría. Queremos un proyecto para proteger a todas las minorías", dijo el diputado y obispo evangélico Robson Lemos Rodovalho.
De su lado, la relatora del projecto en el Senado, Fátima Cleide (gobernante PT, izquierda) lamentó que haya "religiosos que usan discursos políticos para buscar el desprecio de creyentes".
Una encuesta reciente de la consultora DataSenado indicó que 70% de los brasileños apoyan que la discriminación de los homosexuales sea considerada un crimen.
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