La organización Human Rights Watch denuncia que en ninguno de los casos ha habido juicio “ni condena alguna”. Cuestionan al Estado hondureño y a la policía.
La organización Human Rights Watch informó ayer que los asesinatos de 17 personas transgénero siguen impunes en Honduras, de acuerdo a una denuncia presentada en la ciudad de San Pedro Sula, dónde desde ayer se celebra la XXXIX Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo tema central es la no violencia.
En todos los casos –ocurridos entre 2004 y 2009- no ha habido “juicio o condena”, destaca Human Rights Watch.
La investigadora del Programa por los Derechos de las Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgéneros (LGBT) de Human Rights Watch, Juliana Cano Nieto, dijo que "la policía tiene la obligación de proteger a las personas y de investigar los hechos de violencia, sin importar quiénes sean las víctimas".
Cano Nieto dijo que "el Estado hondureño está fallando de manera lamentable en esta cuestión fundamental en materia de derechos humanos". Y añadió que “esas agresiones raramente son investigadas o dan lugar a acciones judiciales".
Human Rights Watch hizo un llamamiento a las autoridades de Honduras a que deroguen disposiciones legales sobre "moral pública" y "escándalo público" que otorgan un poder excesivo a la policía y permiten los abusos.
El informe, titulado "No vales un centavo: Abusos de derechos humanos en contra de las personas transgénero en Honduras", señala además abusos por identidad y expresión de género incluyendo violaciones, palizas, extorsiones y detenciones arbitrarias perpetrados por funcionarios encargados de hacer cumplir las leyes.
Crimen de una activista
Human Rigths recuerda que el 9 de enero pasado agresores desconocidos dispararon y asesinaron a Cynthia Nicole, una activista líder por los derechos de las personas transgénero, crimen por el cual no hay detenidos ni acusados.
El pasado día siete, dos hombres agredieron con brutalidad a Bárbara Paola, trabajadora comunitaria de Arcoiris, una organización LGBT con sede en Tegucigalpa.
El caso no está siendo investigado porque no hay nadie acusado, ni detenido, indicó Human Rights Watch.
El organismo ha celebrado entrevistas con víctimas y testigos de hechos violentos, según el informe, que además señala casos de violencia perpetrada por la policía en distintas ciudades de Honduras en los últimos cinco años.
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