Una mujer de 40 años denuncia a una bocatería vitoriana por despedirla tras conocer su «condición sexual»
Su contrato de trabajo era por «seis meses», pero apenas duró tres horas en el puesto. María Jesús Lastra cree que la echaron de la empresa, una bocatería situada en el Casco Viejo de la capital alavesa, con tanta rapidez «por ser transexual». Los motivos que supuestamente aportó el propietario del bar para explicar su despido no lograron convencerla en su momento y la única palabra que encuentra ahora para calificar la decisión de su ex jefe es «discriminación». Por ello, acudió pocos días después -sólo dejó pasar el fin de semana- a la Inspección Provincial de Trabajo para interponer una denuncia contra el local.
María Jesús, a punto de cumplir 40 años, llegó a la bocatería el pasado viernes para trabajar como ayudante de cocina. Entró «a las once de la mañana y a las dos de la tarde» colgó el delantal. Antes de salir del bar, «me llamó el dueño y me dijo que se había enterado de que yo era una persona transexual y que no podía tenerme en el local», recoge en la denuncia. La sorpresa y la indignación de esta mujer aumentó al escuchar las explicaciones del que era su jefe. Al parecer, el propietario del céntrico establecimiento le comunicó que entre los clientes se iba a encontrar con «gente borracha y juventud que se podían meter conmigo por mi condición transexual», relata con cierto pesar.
Pero la charla entre ambos no acabó aquí y, según cuenta la supuesta víctima, el dueño de la bocatería «me hizo firmar un papel y me entregó 40 euros». No hubo más discusión y María Jesús, presidenta de la asociación 'Soy como soy' de transexuales asturianos -ella nació en Gijón-, entendió que se trataba de «un despido improcedente por discriminación a mi condición sexual». Y así lo indica en la denuncia interpuesta el pasado lunes ante la Inspección Provincial de Trabajo.
Movilizaciones de apoyo
La mujer pidió, además, la celebración de un acto de conciliación con la empresa vitoriana aunque no guarda demasiada confianza en llegar a un acuerdo con su propietario, al que solicita un reconocimiento -verbal y escrito- del despido improcedente. El encuentro está previsto para el próximo lunes.
Pero las movilizaciones en apoyo de María Jesús comenzarán hoy con una concentración, organizada por Ehgam Álava -colectivo que agrupa a los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales de la provincia-, a las once de esta mañana en la calle San Francisco, frente a Fariñas.
El inesperado despido se suma a la lista de obstáculos que esta asturiana se ha encontrado a lo largo de su agitada vida. María Jesús se convirtió, por ejemplo, en el primer preso transexual de España que consiguió el traslado al módulo de mujeres -entró en uno exclusivo para hombres- en un centro penitenciario sin haberse sometido a una operación de cambio de sexo.
El primer logro llegó a finales de los noventa cuando la juez de vigilancia penitenciaria de Asturias -cumplió en Gijón una condena de cárcel de dos meses por robo en un establecimiento- dictaminó entonces que tenía derecho a vestirse como mujer en el centro penitenciario masculino.
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