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sábado, 20 de septiembre de 2008

Hetaira pide a las corporaciones municipales que cesen en su hostigamiento hacia las prostitutas que captan su clientela en la calle

La campaña municipal del Ayuntamiento de Sevilla es una de las más agresivas, desafortunadas y estigmatizantes hacia las prostitutas de entre las que se han puesto en marcha hasta la fecha, junto con las emprendidas hace meses por el Ayuntamiento de Madrid. El acoso y hostigamiento a las prostitutas que captan a su clientela en la calle se disfraza de “campañas de sensibilización” o de campañas de “disuasión” hacia los clientes. El lema “¿Tan poco vales que tienes que pagar?” estigmatiza aún más a quienes ejercen la prostitución, ya que parece llevar implícito que las putas no valen nada.

Además, continúa: “El precio de la prostitución incluye: humillación, violencia, vejación…”. Un lema que, aunque no sea su intención, parece que otorga permiso a los posibles clientes para que ejerzan humillación, violencia y vejación cuando contratan un servicio sexual por el mero hecho de pagar. Semejante lema, al asociar dinero con humillaciones y vejaciones, parece más una “incitación” a que éstas se den, que no una denuncia o llamada de alerta para evitarlas. Esto resulta más grave cuando la campaña se está haciendo desde una institución pública, que además gasta el dinero de los contribuyentes. La prostitución es un intercambio de un servicio sexual a cambio de dinero entre dos personas adultas y con su total consentimiento por lo que no debería caber en ella ningún tipo de agresión y si la hubiera habría que denunciarla, tal y como contempla nuestro Código Penal.

El único mensaje que las prostitutas quieren dar a sus clientes es: respeto mutuo, el uso indiscutible del condón y que se atengan a remunerar lo pactado.

Esperamos que el Ayuntamiento de Sevilla escuche a las prostitutas y deje de usar manidamente expresiones como “violencia de género” o “explotación sexual”. Bajo esas mismas expresiones, la ministra de Igualdad italiana acaba de anunciar que se multará, incluso con penas de cárcel, a clientes y prostitutas. Y en Roma las multas comenzaron ayer mismo su aplicación. Esa misma medida, que tanto revuelo ha causado, ya se está aplicando en Barcelona y en Calvià, Baleares, donde ha habido incluso reclusiones de mujeres.

Con este tipo de campañas se oculta la realidad de la prostitución y se coloca en peor posición a quienes han decidido el ejercicio de esta actividad económica legítima, tal y como declaró en 2001 el Tribunal Europeo de Luxemburgo.

Las prostitutas están cansadas de oír hablar de planes integrales que nunca llegan y que, por otro lado, les exigirán abandonar la calle, lo quieran o no. Posiciones redentoristas que recuerdan a siglos pasados, sobre todo porque lo que las prostitutas necesitan son derechos laborales, el reconocimiento de su actividad y lugares donde poder ejercer con tranquilidad.

Hetaira se ha manifestado en múltiples ocasiones contraria a la instalación cámaras de videovigilancia por su demostrada ineficacia y porque las prostitutas no las necesitan para trabajar con seguridad. Se entiende que las cámaras tan sólo sirven para proteger a los ciudadanos frente a actividades delictivas y la prostitución no es delito. Por ello Hetaira ha denunciado la instalación de cámaras en Madrid, (denuncia que ha sido admitida por los Tribunales, al considerar que su instalación son un atentado contra la libertad y la intimidad de las personas, especialmente de las trabajadoras del sexo y sus clientes).

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