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miércoles, 28 de enero de 2009

El sentido común marca la sentencia del Tribunal Supremo respecto a Educación para la Ciudadanía

· La sentencia del Supremo acaba con la utilización de la educación como arma política y como herramienta de expansión de la homofobia.
· Trabajar por el respeto a la diversidad afectivo-sexual y contra la discriminación no es adoctrinamiento, es fomentar la igualdad que reconoce la Constitución

[28/01/09] Tras los primeros datos que nos llegan de la sentencia del Supremo sobre la objeción a la asignatura Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, desde la FELGTB queremos felicitar a toda sociedad, pues a nuestro juicio, la sentencia del Supremo viene a introducir racionalidad en un debate artificial, un arma política cargada de homofobia contra una asignatura que sólo pretende educar en valores comunes mínimos, para beneficio de todos y todas.

Para la FELGTB, trabajar en los centros educativos por la aceptación de la diversidad afectivo-sexual, lejos de ser adoctrinamiento, es una necesidad prioritaria. Esta necesidad es reconocida por la LOE y viene avalada por las preocupantes cifras de agresiones y acoso escolar a las y los jóvenes lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB). La igualdad de los ciudadanos y ciudadanas, independientemente de su orientación sexual, su identidad de género o su filiación, es un derecho reconocido por la Constitución. Esto es lo que enseña la asignatura y a lo que se oponen una minoría de familias. Afortunadamente, hoy, el Tribunal Supremo ha dejado claro que la libertad de educar de las y los progenitores no incluye el evitar que sus hijos e hijas se formen en el valor constitucional de igualdad y respeto.

Para Jesús Generelo, coordinador de Educación de la FELGTB, esta sentencia “por fin pone coto a los prejuicios”. “La educación contra la homofobia y el respeto a la diversidad familiar son una necesidad en la educación. Si hay algo que tiene que quedar fuera de la educación son los prejuicios y la discriminacion, no la igualdad”, ha declarado.

Antonio Poveda, presidente de la FELGTB por su parte ha afirmado que “defender una educación que discrimina, se disfrace de “libertad religiosa” o se vista de “derecho a elegir la educación moral de los hijos”, no es justificable en ningún caso. Celebramos una sentencia necesaria que, esperamos, ponga razón en lugar de fanatismo“.

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