VIDEOS

CONOCENOS

DOCUMENTOS

PRENSA

viernes, 25 de marzo de 2011

Situación de la población transexual inmigrante en España

En este artículo, Joaquín Aguilar, coordinador del Área de Formación y Empleo de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Madrid repasa los problemas a los que se enfrenta el colectivo de personas transexuales a la hora de integrarse en el mercado laboral y en general, en nuestra sociedad. Muchas veces además provienen de otros países donde son perseguidos por su condición y necesitan regular su situación en España.

No descubro yo nada aquí reconociendo que el colectivo de personas LGTB tienen sus derechos cercenados en mayor o menor medida en la totalidad de los países del mundo, bien por leyes discriminatorias y/o culpabilizadoras o bien costumbres o prácticas sociales que menoscaban los derechos de este colectivo. De este modo, a las personas LGTB se les niega el acceso a derechos básicos civiles, políticos, sociales y económicos, bien en las leyes, bien en prácticas que con el tiempo han sido consagradas por la comunidad.

Si las personas refugiadas ostentan fundados temores a ser perseguidas, en el caso que hoy nos ocupa (el de personas que solicitan asilo por razones de orientación sexual y de identidad de género), en esos fundados temores tienen una especial relevancia el entorno religioso, social y cultural de sus países de origen, ya que de estas circunstancias se alimentan situaciones tales como el rechazo familiar, la pérdida de amistades, de relaciones afectivas, la falta de derechos –si no de Derecho si de hecho-, las actitudes de desprecio (homofobia y transfobia) y la discriminación laboral entre muchas otras. Por tanto, estas personas son llevadas a la marginación, a la trastienda de cualquier vida.

El derecho a la igualdad implica el derecho a no ser discriminado. Al violarse el primero, se violenta automáticamente el segundo. Ésta es la puerta de acceso para sufrir el resto de violaciones de derechos:

1.- Se viola el derecho a la vida en los estados con pena de muerte para la sodomía (con los aspectos negativos que de seguro nos causa esta palabra, sin atenernos a razones razonables sobre el porqué).

2.- El derecho a no ser torturado ni a recibir un trato cruel, inhumano o degradante por las fuerzas policiales. La detención de sujetos “sospechosos” no es una excepción sino una norma en muchos países.

3.- Se niega la libertad de movimiento a parejas de personas LGTB de nacionalidades distintas porque no se reconoce la relación y el vínculo entre personas del mismo sexo.

4.- Se niega el derecho a la intimidad por la existencia de leyes que condenan la sodomía aun cuando esta se lleve a cabo en el ámbito privado.

5.- Se niega explícitamente la libertad de expresión, manifestación, reunión y asociación.

6.- El derecho a fundar una familia propia puesto que no se reconocen parejas homosexuales.

7.- Se restringen las prácticas religiosas, al entender muchas confesiones e iglesias que las personas que integran el colectivo LGBT son “especímenes que actúan en contra del orden moral y contra natura”.

8.- Se les niega el derecho al trabajo simplemente por su opción sexual o su identidad de género.

9.- El derecho a un juicio justo se ve claramente afectado por los prejuicios de la administración y los mismos jueces.

10.- La actitud homófoba y transfóbica de algunos médicos y personal de enfermería perjudica su derecho a la salud física y mental, llegando incluso al internamiento en instituciones mentales al tratar al colectivo como enfermo o con un desorden psiquiátrico.

11.- El ambiente de educadores/as y compañeros/as impide a menudo el derecho a la educación en plenitud.

Lo que CEAR ha reclamado históricamente a las administraciones a la hora de conceder estatutos de refugiado/a, no es que el colectivo tenga derechos especiales o adicionales, sino la observancia rigurosa de los mismos derechos que tiene la población heterosexual y que son reconocidos para la sociedad en general. No podemos negar que en todos los países existe discriminación. Dependiendo de la intensidad de ésta, la discriminación se transformará en persecución y por tanto estaremos hablando de la necesidad de protección internacional.

Recuerdo una de mis primeras entrevistas con una chica transexual en situación administrativa irregular en España hacía tres meses, que vino a asesorarse sobre cómo regularizar su situación por extranjería. Comentando su vida, que el maltrato y la violación constante por parte de familiares, policías, militares, etc., en su país, había sido continuo, ella me decía que eso había sido normal desde niña y que le había pasado en los tres países en los que había residido en mayor o menor medida, con lo que lo consideraba aspectos absolutamente normales y en motivo alguno fundamento para una petición de solicitud de asilo. Son muchas las mujeres transexuales extranjeras que creen que no tienen derecho a llevar una vida de mejor calidad, lo que me lleva a pensar en el alto nivel de desconocimiento que tienen con respecto a las fórmulas legales para regularizar su situación en España. En más de una ocasión he pensado que han sido educadas, formadas para llevar una existencia desprovista de lo que nosotros llamaríamos mínimos de calidad de vida. Sin duda, para los que trabajamos en DDHH, ésta es una importantísima tarea a realizar, […] la necesidad de desarrollar programas de sensibilización al interior de este grupo de personas transexuales. Es necesario pues que conozcan la información para solicitar asilo, que recobren la confianza en las instituciones, en las organizaciones, por tanto en las personas que trabajamos por los DDHH.

Es necesario que ellas valoren tener una documentación de cara a su integración social y por nuestra parte, continuar trabajando para que exista esa cobertura legal que les abra las puertas a mejorar su calidad de vida. La realidad es que ellas, cuando pisan este suelo europeo continúan sintiéndose discriminadas… por ser transexuales, porque muchas de ellas pueden ejercer la prostitución y ahora… también por ser extranjeras. El resultado es la continuación de una vida marginada, en muchos casos sin documentación alguna que les permita alquilar una vivienda digna, o acceder a programas de apoyo a la integración social. Con poca o escasa atención sanitaria, sin acceso a la formación profesional o a cursos de formación ocupacional y, por supuesto, sin ninguna posibilidad de acceder al mercado laboral.

(...)

Fuente: www.portalparados.es/blog

No hay comentarios: