Nadie se daría cuenta que Fernando es una persona transexual. Que alguna vez, de chico, lo vistieron de mujer, y que nació con un cuerpo biológicamente femenino. Que hoy su DNI lleva un nombre que no lo representa, pues no concuerda con su identidad género.
Fernando transformó en militancia esa falta de reconocimiento jurídico –y social– de su identidad y la transformó en un amparo, el primero en la provincia de su tipo, que peticiona la rectificación registral de su partida de nacimiento, la expedición de un nuevo DNI que lleve “Fernando Marín” como nombres de pila y la autorización judicial para la operación de reasignación sexual.
Lo hace porque es una lucha por su identidad, pero también porque cuando muestra su DNI se les cierran las puertas para conseguir un trabajo en blanco, se le dificultan las posibilidades de alquilar, entre otras dificultades y discriminaciones que atraviesan a lo largo de sus vidas las personas transexuales en el ámbito familiar, laboral, educativo y de la salud.
Los tres antecedentes similares en Córdoba se tramitaron por juicio ordinario, que demoraron años en hacerse sentencia, explican María Eugenia Monte y Leticia, las abogadas de Fernando. Uno de los precedentes fue el conocido caso de “Nati”, la adolescente de Traslasierra, y otro el de Verónica Giordano, el director de escuela de San Francisco.
Pero estos procesos judiciales son largos, costosos, desgastantes e invasivos, y suponen pericias médicas, psiquiátricas, psicológicas. En este contexto, como medida inmediata en Argentina se comenzaron a tramitar este tipo de causas vía amparo judicial; y, como apuesta a mediano plazo, a promover proyectos de ley que directamente habilitan la vía administrativa para estos trámites en lugar del trámite en la Justicia.
Hoy, la única forma de obtener la autorización para cambiar el nombre del DNI y para someterse a una operación de reasignación sexual (ya sea una faloplastia o una vaginoplastia) es a través de un juez.
Rechazo. Muchos de los amparos presentados en Buenos Aires tuvieron éxito. Pero el que Fernando presentó el lunes 6 de junio, como parte del Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, fue rechazado pocas horas después por la magistrada Raquel Villagra de Vidal. Ante esta situación, ayer presentó la apelación. Ahora la jueza tiene 48 horas para decidir si otorga o no el recurso que luego deberá decidir un Cámara en lo Civil y Comercial de Córdoba.
El frente nacional promueve un proyecto de ley que, entre otras cuestiones, permite el cambio registral de sexo y nombre a través de un trámite administrativo no judicial y hace que la salud pública cubra los tratamientos quirúrgicos y hormonales. La transexualidad se da cuando el sexo psicosocial (la identidad sexual y de género) de una persona no acuerda con el sexo biológico y legal.
Fuente: La Voz (Argentina)
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