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jueves, 2 de junio de 2011

Transexuales luchan por aprobación de Ley de Identidad de Género en Guatemala

Según organizaciones de defensa de la diversidad sexual, la mitad de los transexuales de Guatemala se autoexcluirá en las elecciones que tendrán lugar en el país en septiembre de este año. El motivo es la negación de un documento de identificación personal para ese grupo. Para revertir el problema, organizaciones de travestis, transgéneros y transexuales presentaron, el último día 27, un proyecto que crea la Ley de Identidad de Género.

Elaborado por un grupo de abogados de la Organización Trans Reinas de la Noche (Otrans), cuenta con el apoyo de la Procuraduría de Derechos Humanos, de la Organización Panamericana de la Salud y del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA); el proyecto de ley pretende que el Estado conceda un documento de identificación sin cuestionar el género del ciudadano.

Actualmente, en Guatemala, hay un vacío legal para el cambio del registro del sexo y del nombre de las personas trans. Con la ley, podría haber cambio de la información en el Documento Personal de Identificación (DPI) en el Registro Nacional de las Personas.

La presidente de la Otrans, Johana Ramírez, cuenta que muchas transexuales desisten del proceso de cambio del documento, pues sufren humillaciones y discriminación al solicitarlo. Recordó que, como una de las consecuencias de esto, un número significativo quedará sin ejercer su ciudadanía y derecho al voto.

Para la directora de la Otrans, Debby Maya Linhares, la ley traería beneficios para los transexuales en el sentido de ser reconocidos como sujetos, respetando sus elecciones. "Lo más importante es que se nos reconozca como sujetos de derechos, que se acepte nuestra identidad, nuestro nombre y nuestro físico, de acuerdo con nuestra preferencia sexual y no a normas excluyentes y machistas”, destacó.

Los movimientos saben que la lucha no es fácil, pues necesitan la aceptación de diputados, y que además de aceptar la propuesta, se comprometan a defenderla hasta que se convierta en ley. Por otro lado, es preciso conquistar a la sociedad guatemalteca. El representante de ONUSIDA, Enrique Zelaya, considera que la población aún ve con reserva y poca tolerancia a las diferentes expresiones y preferencias sexuales.

"Lograr el objetivo (de que se apruebe la ley) no será fácil en un ambiente conservador como el que vivimos en Guatemala, pero se debe iniciar la lucha y buscar aliados en el Congreso para que apoyen la iniciativa”, señaló.

El proyecto también tiene el propósito de garantizar el derecho a la salud para las personas transexuales, con especificidades. Por eso, la presidenta de la Otrans resaltó la necesidad de asistencia médica, por parte del Estado, para cirugías de cambio de sexo y tratamientos hormonales.

No hay estadísticas oficiales sobre la cantidad de ciudadanos que tienen preferencia diferente de la heterosexual. Sin embargo, la Red Nacional de Personas Trans (RedTrans Guatemala) afirma que el número es "inmenso”, pero que debido a la homofobia y a los preconceptos, las personas esconden su sexualidad.

En Guatemala, las agresiones alcanzan principalmente a las transexuales en situación de prostitución. Ellas son víctimas de violencia física en las calles, así como en los ámbitos sociales, políticos, culturales y religiosos.

Fuente: Adital (con informaciones de Prensa Libre y Cerigua)

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