La cadena COPE, propiedad de la Conferencia Episcopal, debe estar preocupada por la posibilidad de que sus oyentes-fieles cambien de acera. Por enésima vez, la emisora católica está recomendando la lectura de un libro homófobo con título autoexplicativo: Cómo prevenir la homosexualidad. El pasado 13 de marzo, los obispos reseñaron en la web de COPE esta obra de un viejo conocido, Joseph Nicolosi. Este experto es especialista en “la llamada ‘terapia reparativa de la homosexualidad’, que busca ofrecer ayuda y respaldo psicológico a quienes desean vencer sus sentimientos homosexuales”. Ante tamaña información, ni siquiera cabe la sorpresa. La emisora episcopal lleva años promocionando la “cura” de la homosexualidad, y no ha necesitado ir a fichar sabios al extranjero. Teniendo cerca al psicólogo homófobo Aquilino Polaino, que vinculó esta orientación sexual a los padres “hostiles, alcohólicos y distantes”, a Cristina López Schlichting, que destapó los nexos entre obesidad y lesbianismo, o a una oyente que explica que “el ano no puede engendrar porque tiene caca” (ver audio relacionado) ¿quién necesita salir de España?
Ha vuelto a hacerlo. Por enésima vez, la cadena COPE, propiedad de la Conferencia Episcopal Española, ha sacado su vena homófoba, en esta ocasión para “prevenir la homosexualidad”, algo que, al parecer, saben hacer Joseph Nicolosi y su mujer Linda, recoge el blog kurioso.es.
“Terapia reparativa”
Según la COPE, “la homosexualidad aparece hoy públicamente como una orientación sexual aceptada” y por ello “la labor educativa de los padres” resulta “más complicada” y debe enfrentarse a la “presión” ejercida por la “opinión pública”. “El matrimonio Nicolosi ha escrito este breve ensayo para orientar a los padres y resolver de forma adecuada sus dudas y problemas. Ambos son conocidos por su trabajo en la Asociación Nacional para la Investigación y la Terapia de la Homosexualidad (NARTH), y han practicado la llamada ‘terapia reparativa de la homosexualidad’, que busca ofrecer ayuda y respaldo psicológico a quienes desean vencer sus sentimientos homosexuales”, reseña la emisora.
Guías para la ‘sanación’
La cadena recomienda, por tanto, la magistral “guía que puede servir para prevenir conductas desorientadas o, en su caso, iniciar el tratamiento necesario”. Es decir, que si un padre quiere detectar si su hijo “sufre el llamado Trastorno de Identidad de Género” sólo tiene que desembolsar 16,50 euros y comprar esta obra maestra de 208 páginas. Si a alguno le sabe a poco, que no cunda el pánico. COPE tiene un largo historial de libros homófobos que recomendar, incluido otro de Nicolosi, “Quiero dejar de ser homosexual”, o el testimonio de Marta Lozano, una (¿ex?) lesbiana que cuenta como se sanó en “Una historia sobre el maltrato y la homosexualidad”.
“Esperanza” ante la “patología”
Difundir estas joyas de la literatura ha sido un enorme esfuerzo del medio para dejar “abierta la puerta de la esperanza para todas aquellas personas que, aun sintiendo una inclinación por gente de su mismo sexo, experimentan una sensación de insatisfacción y quieren abandonar ese estilo de vida”. El esfuerzo pedagógico de COPE también ha pasado por explicar que si la Asociación Americana de Psiquiatría eliminó la homosexualidad de su catálogo de patologías fue exclusivamente por “las experiencias frustrantes de muchos homosexuales en su tratamiento”. Nada que sus expertos no curen.
Polaino y los padres alcohólicos
Literatura aparte, los obispos han lanzado mensajes radiofónicos continuos para facilitar el trabajo a los oyentes poco dados a la lectura. Ninguna voz más idónea para hacerlo que la de Cristina López Schlichting, que llegó a reñir con el moderado Federico Jiménez Losantos por defender a grandes de la comunidad “científica” homófoba como Aquilino Polaino, una criatura de la COPE alimentada por partidos como el PP. Fueron los populares quienes tuvieron la genial idea de llevar a Polaino al Congreso, en pleno debate de la adopción homosexual. Pero fueron los obispos los que le rescataron para la causa y nos permitieron escuchar teorías como la de que los gays han sido educados por padres “hostiles, alcohólicos y distantes”.
Por la continuidad de la especie
La admiración por esta “eminencia del mundo científico” –como definió al supuesto especialista ante el desmarque de Losantos, que le tachó de “disparatado”- y una continua campaña contra el matrimonio gay hicieron a Schlichting acreedora al Premio Ladrillo Rosa 2006 de COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid). Como la grande que es, la locutora no se amilanó: escribió una carta al colectivo que aumentó todavía más su leyenda: “la heterosexualidad garantiza la continuidad de la especie y la homosexualidad no”, “los niños necesitan un padre y una madre”, “nuestros hijos recibirán adoctrinamiento” y un largo etcétera eran algunas de las perlas contenidas en su misiva.
Obesidad y lesbianismo
Pero ser homófobo no es cosa de un día. El esfuerzo continuo de Schlichting y todos sus compañeros fue reconocido también por la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), que otorgó el Premio Látigo Colectivo a la COPE al completo. Prueba de este trabajo incesante es el programa La Tarde con Cristina -el de Schlichting- de noviembre de 2007 dedicado a explicar las formas de “salir” de la homosexualidad. La explicación de la patología es equiparable a la de Polaino: “Entre las causas que pueden empujar a determinadas personas a la homosexualidad, sobre todo en el caso de las mujeres lesbianas, se encontrarían aspectos como la obesidad o tener una madre muy guapa”, sentenciaron desde las ondas.
“El ano no puede engendrar”
Así las cosas, no es de extrañar que luego los oyentes de la COPE hagan declaraciones neurológicas achacando los comportamientos homosexuales a “una válvula rota” y explicando que los gays no pueden procrear ya que “el ano no puede nunca engendrar porque se encuentra con caca”. Palabra de una señora de nombre Margarita que acudía a la manifestación por la familia en junio de 2005 (Escúchelo con sus propios oídos en el enlace). El nivel de los locutores tampoco es muy superior. Dejando de lado a la gran Schlichting, César Vidal acusaba a los gays de salir a “comerse a los niños” en el orgullo gay. Pero como no sólo de consignas se vive, a la COPE hay que reconocerle el pregonar con el ejemplo. Cuando han tenido que hacerlo, los obispos se han movilizado para respaldar al juez homófobo condenado por prevaricación, Ferrín Calamita, o despedido a una periodista por su condición sexual.
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