Respuesta del Señor Ybarra:
Estimado señor Artacho:
Es inaudito que se sienta ofendido por un inofensivo juego de palabras cuando en las manifestaciones del orgullo homosexual se mofan de todos los símbolos que para millones de personas de buena fe son sagrados. Deje de hacerse la víctima y sobre todo de dar consejos a quien no se los pida. Si a los 25 años es capaz de escribir una carta tan pedante da miedo pensar lo que puede hacer a los 50. En cualquier caso le agradezco el tono impertinente pero educado de su carta.
Un saludo cordial,Álvaro Ybarra
Artacho responde:
Estimados señor Mayonesa:
En primer lugar, gracias por contestar a mi carta. Es muy interesante saber que para usted, ese el/la, es un “inofensivo juego de palabras”. Si conociera un poco sobre la realidad que vive a diario una persona transexual, lo mismo no le parecería tan inocente y juguetón su chistoso juego de palabras, que por cierto, tiene menos gracia que el mío cambiando su apellido, Ybarra, por mayonesa.
Parece que se siente con todo el derecho en el mundo, escudándose en que “en las manifestaciones del orgullo homosexual se mofan de todos los símbolos que para millones de personas de buena fe son sagrados”. Supongo que vio las fotos donde una chica iba vestida de monja y llevaba un crucifijo, pero no se moleste, no es ninguna mofa, le explico: los hombres gays, vemos en la Iglesia Católica a un igual, ya que sus representantes no dejan de darnos por culo. Así, que si alguien en una manifestación del orgullo gay va vestido de cura o monja, es porque nos sentimos identificados, con esta institución, como sodomita. Entre otras, el representante de la Santa Sede ante Naciones Unidas, monseñor Celestino, se opuso al proyecto de Francia en la ONU, que encara la despenalización universal de la homosexualidad, actualmente castigada con penas de cárcel o muerte en varias decenas de países.
Así que si se siente insultado por esta foto, yo me siento mucho más insultado por otras cosas. Y por cierto, creo que la Iglesia Católica se lleva al año, de las arcas públicas, más de 100.000 euros, que es lo que el ayuntamiento de Sevilla aportó para pagar dos conciertos.
Por cierto, hablando de dinero. Parece que no trataba antes con el mismo cariño antes al colectivo COLEGA. Lo digo por esta opinión suya de 2005 en ABC: “…Eso sí, Cándida Martínez se propone llevar a los colegios, suponemos que a través de la asignatura “«Educación para la ciudadanía», el fomento de la normalización de los matrimonios gays y el hecho transexual. Para ello, la Consejería va a arrimar una pila de millones a la Federación Andaluza de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (Colega) que contempla la firma de un convenio destinado a «normalizar el hecho homosexual en las aulas», que, como todos ustedes saben, es una de las grandes preocupaciones de la comunidad educativa…”. ¿Pero no era usted, el que el otro día, en ese artículo inofensivo, hacía suya esa frase del presidente de COLEGA, de “menos pluma y más derechos sociales”? Sí, pero que los maricas no se lleven un duro, ¿no?
Señor Ybarra, que se le ve la pluma. Pero no se preocupe, que el que más y el que menos, siempre suelta algo de pluma. – Esto de los juegos de palabras es gracioso-
Atentamente
En primer lugar, gracias por contestar a mi carta. Es muy interesante saber que para usted, ese el/la, es un “inofensivo juego de palabras”. Si conociera un poco sobre la realidad que vive a diario una persona transexual, lo mismo no le parecería tan inocente y juguetón su chistoso juego de palabras, que por cierto, tiene menos gracia que el mío cambiando su apellido, Ybarra, por mayonesa.
Parece que se siente con todo el derecho en el mundo, escudándose en que “en las manifestaciones del orgullo homosexual se mofan de todos los símbolos que para millones de personas de buena fe son sagrados”. Supongo que vio las fotos donde una chica iba vestida de monja y llevaba un crucifijo, pero no se moleste, no es ninguna mofa, le explico: los hombres gays, vemos en la Iglesia Católica a un igual, ya que sus representantes no dejan de darnos por culo. Así, que si alguien en una manifestación del orgullo gay va vestido de cura o monja, es porque nos sentimos identificados, con esta institución, como sodomita. Entre otras, el representante de la Santa Sede ante Naciones Unidas, monseñor Celestino, se opuso al proyecto de Francia en la ONU, que encara la despenalización universal de la homosexualidad, actualmente castigada con penas de cárcel o muerte en varias decenas de países.
Así que si se siente insultado por esta foto, yo me siento mucho más insultado por otras cosas. Y por cierto, creo que la Iglesia Católica se lleva al año, de las arcas públicas, más de 100.000 euros, que es lo que el ayuntamiento de Sevilla aportó para pagar dos conciertos.
Por cierto, hablando de dinero. Parece que no trataba antes con el mismo cariño antes al colectivo COLEGA. Lo digo por esta opinión suya de 2005 en ABC: “…Eso sí, Cándida Martínez se propone llevar a los colegios, suponemos que a través de la asignatura “«Educación para la ciudadanía», el fomento de la normalización de los matrimonios gays y el hecho transexual. Para ello, la Consejería va a arrimar una pila de millones a la Federación Andaluza de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (Colega) que contempla la firma de un convenio destinado a «normalizar el hecho homosexual en las aulas», que, como todos ustedes saben, es una de las grandes preocupaciones de la comunidad educativa…”. ¿Pero no era usted, el que el otro día, en ese artículo inofensivo, hacía suya esa frase del presidente de COLEGA, de “menos pluma y más derechos sociales”? Sí, pero que los maricas no se lleven un duro, ¿no?
Señor Ybarra, que se le ve la pluma. Pero no se preocupe, que el que más y el que menos, siempre suelta algo de pluma. – Esto de los juegos de palabras es gracioso-
Atentamente
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