Sin unidad, el movimiento lésbico, gay, transexual y bisexual (LGTB), difícilmente puede avanzar y tener incidencia política, afirmó Beatriz Gimeno, académica universitaria y activista española de la diversidad sexual.Durante la clausura del diplomado Teoría y práctica de las organizaciones civiles con trabajo en VIH-sida y diversidad sexual, organizado por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Gimeno afirmó que el principal ingrediente para avanzar en la igualdad legal de la comunidad LGTB es la unidad, tanto en la organización del trabajo como en el discurso.En una conferencia magistral ofrecida en la Casa Lamm, explicó la experiencia de activismo LGTB en su país, donde, subrayó, tras lograrse la modificación al Código Civil para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo y la Ley de Identidad de Género, “hoy España es el país más avanzado en el mundo” en derechos de diversidad sexual; sin embargo, señaló, la homofobia y la transfobia no han desaparecido. “Las luchas no se acaban mientras en la Tierra haya una persona que sufra discriminación por su orientación sexual”, comentó.Aclaró que la unidad del movimiento debe verse como instrumento, no como medio en sí para elaborar un planteamiento “de mínimos, nunca de máximos”. En el caso de España, ese mínimo fue la igualdad legal, dijo.La también ex presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays y Transexuales de España, de 2003 a 2007, precisó que la unidad no es “ser muchos, sino dar la imagen” de que son tales y “buscar una “interlocución política única”, con la cual poder negociar con el Estado, los partidos políticos y los gobiernos locales.Gimeno abogó por la participación de la comunidad LGTB en la vida política e institucional de cualquier país, y destacó que es importante que aquélla se introduzca en estas esferas de poder para revertir la discriminación y lograr la igualdad legal.
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