Carlos Haya ha realizado ya más de 200 cirugías de cambio de sexo

La Opinión de Málaga.-

PALOMA GÁLVEZ. MÁLAGA Desde que se creara la Unidad de Trastornos de Identidad de Género (UTIG) del hospital Carlos Haya hace ya una década, los especialistas han realizado un total de 213 procesos de reasignación de género, que pueden incluir o no una cirugía de reconstrucción genital.La transexualidad se produce cuando la identidad sexual de una persona entra en conflicto con su anatomía. Pero no siempre es ésta la razón que lleva a los pacientes, muchos de ellos procedentes de otras comunidades autónomas, a acudir a la UTIG. De hecho, en los últimos diez años, cerca de 900 personas solicitaron asistencia. Un 10 por ciento fue excluido por no cumplir los criterios diagnósticos y otro 15 por ciento mantuvo una escasa relación con el programa de la unidad médica.La UTIG fue creada para dar atención integral a las personas con disforia de género, lo que exige una evaluación exigente del paciente siguiendo las recomendaciones internacionales.Operaciones. Del total de intervenciones, 103 casos fueron cirugías de ´cambio de sexo´ de hombre a mujer, mientras que 110 de ellos se realizaron de mujer a hombre (24 genitoplastias masculinizantes y 86 masectomías).El diagnóstico psicológico es fundamental dentro de este proceso largo de reasignación de sexo. De hecho, esta integración multidisciplinar de diversas especialidades permite que muchos de los pacientes que acuden a la unidad puedan distinguir entre la transexualidad y otro tipo de trastornos de identidad de género. Tanto es así que la asistencia integral de este proceso se inicia con un diagnóstico psicológico que precede al tratamiento hormonal, al menos dos años previos a la cirugía. En todos los casos, los profesionales sanitarios de Carlos Haya evalúan el beneficio o no de cualquier tratamiento hormonal o quirúrgico.El proceso quirúrgico consiste en una reasignación de sexo y suele durar entre seis y siete horas en una sola sesión si la transformación de sexo es de hombre a mujer, mientras que si se realiza la reasignación de género de mujer a hombre deben realizarse varias operaciones en un periodo que puede durar seis meses.Desde el punto de vista médico, el proceso posquirúrgico comprende diversos procedimientos que implican la atención integrada en consultas de psicología, endocrinología y cirugías plásticas, así como de tratamientos endocrinológicos. Cerca de un centenar de profesionales sanitarios de diversas especialidades se reunieron con motivo del décimo aniversario de la UTIG para abordar la transexualidad no sólo desde el punto de vista de la identidad sexual y la reasignación de sexo sino también desde otras disciplinas como la antropología, la genética y la psicobiología. En este encuentro se compartieron experiencias clínicas, retos terapéuticos e inquietudes de tanto de los facultativos como de los afectados. Un acto promovido por el complejo hospitalario malagueño, que fue el primer centro público autorizado en octubre de 1999 para desarrollar el tratamiento integral y multidisciplinar de las personas transexuales. Son numerosas las personas que acuden a la UTIG cada año, una unidad que realizó la primera operación quirúrgica en el mes de marzo del año 2000. Así al equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de los servicios de Endocrinología, Psiquiatría y Cirugía Plástica se suma la colaboración de especialistas de los servicios de Cirugía General y Digestiva, Ginecología y Obstetricia, entre otros muchos.

20 Minutos.-

160 personas esperan en la región cambiar de sexo

Launidadcumple10años.
Hace 10años que se abrió la Unidad de Trastornos de Identidad de Género (UTIG) en el Hospital Regional de Málaga. Desde entonces, se han practicado 213 intervenciones de reasignación sexual o cambio de sexo.

Mar Cambrollé, presidenta de la Asociación de Transexuales Andaluces, explica que actualmente hay unas 160 personas en Andalucía para un cambio de sexo. Y hay 50 hombres transexuales que llevan entre 2 y 3 años esperando para una intervención de histerectomía (vaciado de matriz), lista de espera que considera «aún peor». Cambrollé pide además que se estudie practicar también otro tipo de intervenciones como operaciones de la nuez, para cambiar el tono de voz, o poder aumentarlos pechos.