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El alcalde de Belgrado, Dragan Dilas, ha dicho que “francamente” no acuerda con la celebración del Orgullo Gay en la capital serbia y ha defendido su sinceridad remarcando que “los políticos deben decir honestamente lo que piensan, independientemente de que a la gente le guste o no”.Dilas ha hecho estas declaraciones cuando falta un mes para el evento y todavía hay dudas sobre la seguridad del mismo, especialmente tras las amenazas de los grupos de extrema derecha.En rueda de prensa, el político ha vuelto a ratificar anteriores declaraciones en las que se refería a la homosexualidad como algo “que debía mantenerse entre cuatro paredes”. “Digo lo que pienso; la orientación sexual es algo personal y no veo porqué alguien tendría que hacerla pública, tanto si fuera heterosexual como homosexual. No puse en peligro a nadie y no prohíbo nada”, sostuvo el funcionario y agregó que desea que no ocurran incidentes durante el desfile del Orgullo Gay.
“No es una cuestión privada”
Sin embargo, los grupos LGTB de Serbia han salido a contestarle a Dilas, remarcando que “no se trata de una cuestión privada porque la gente de orientaciones sexuales diferentes es objeto de violencia y discriminación”. En declaraciones a B92, Majda Puaèa, organizadora del evento, ha dicho que para luchar contra la homofobia en el país es necesaria una “protesta política” y no ideas como la de guardarse “entre cuatro paredes”, como Dilas sugirió.
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