Con este tipo de medidas represoras el consistorio malagueño no se da cuenta de que perseguir y multar a las personas prostitutas no es más que la continuación de la discriminación de un colectivo castigado durante toda su historia. Con su nueva ordenanza municipal se cumple la ley del más débil, es decir, el hostigamiento a personas que llegan de otros países donde viven en extrema pobreza y a las mujeres transexuales que están en un 80% excluidas laboralmente.
ATA, Asociación de Transexuales de Andalucía, quiere reivindicar que está en contra de la prostitución obligada, de la trata de blancas y de las mafias, pero no en contra de sus víctimas. Como asociación que defiende el derecho a la igualdad y la defensa de los derechos humanos quiere recordar al ayuntamiento de Málaga que no se acaba con la prostitución a través de medidas represivas. En la misma línea Mar Cambrollé, presidenta de ATA, aclara “Se puede acabar con la prostitución obligada creando situaciones económicas favorables, invertir en políticas de discriminación positiva y en programas de formación e inserción laboral”.
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