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miércoles, 12 de enero de 2011

No diga Orgullo Gay: diga Orgullo LGTB


Una guía oficial valenciana fija criterios para un lenguaje "no heterosexista"

La diversidad sexual ha ganado visibilidad y derechos en los últimos tiempos, pero el órgano de representación juvenil del Ayuntamiento de Valencia cree que ha llegado la hora de dar la batalla en otro frente: el del lenguaje que oculta "la realidad lésbica, bisexual y transexual" detrás del término gay, palabra que solo se refiere a la homosexualidad masculina.

El Consell de la Joventut de Valencia (CJV) propone, en su Guía de lenguaje no heterosexista presentada ayer, sustituir el término por un conglomerado de siglas: LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales), expresión que ya utilizan las organizaciones de este colectivo. Pese a la pronunciación imposible del término, la expresión ampliaría el radio de visibilización y, según dicen sus promotores, cumpliría con el principio de economía narrativa, básico en el lenguaje oral y en el que emplean los medios.

El secretario del CJV y responsable del área de Género y Sexualidad, Francisco Moreno, secretario, lo defiende porque el cambio ha sido asumido en "los colectivos LGTB", pero no ha llegado a la calle ni a los medios. En la pancarta que abrió la última gran manifestación reivindicativa de Madrid se leía "Lesbianas, gais, transexuales y bisexuales", pero la prensa siguió hablando del Día del Orgullo Gay cuando, según Moreno, debería hablar del "Día del Orgullo LGTB".

La elaboración de la guía fue aprobada por unanimidad en la asamblea general del CJV, donde están representadas más de medio centenar de organizaciones, incluidas las Nuevas Generaciones del PP y las juventudes socialistas. Su edición ha sido financiada por el Ayuntamiento de Valencia y el Instituto Valenciano de la Juventud (IVAJ), del Gobierno autonómico.

Las recomendaciones de la guía incluyen evitar la "presunción de heterosexualidad" (porque contribuye a hacer invisibles a quienes no lo son). Y no caer en "esquemas biologicistas" al hablar sobre la familia. Por ejemplo, la frase: "Rogamos que a la próxima reunión vengan tanto el padre como la madre de cada niño o niña", puede tener la (buena) intención de incidir en la corresponsabilidad de hombre y mujeres en el cuidado de los niños, señala la guía. Pero incide en que se olvida que hay hijos de madres y padres solteros y de familias homoparentales (con dos madres o dos padres). El CJV propone que se hable de "todas las personas, tanto mujeres como hombres, al cargo de cada niño o niña".

La guía llama a no olvidar que ni siquiera LGTB abarca toda la diversidad sexual. "Hay realidades todavía bastantes desconocidas para la mayoría, como las personas transgénero (que no se identifican con ningún género) e intersexuales (que presentan simultáneamente características sexuales masculinas y femeninas) que habrá que ir incorporando a nuestro discurso".

Fuente: www.elpais.com


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