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sábado, 7 de noviembre de 2009

ATA exige a la Fiscalía de Menores que el caso de “Bullyng” de Coria no quede impune

La Asociación de Transexuales de Andalucía, ATA, exige a la Fiscalía de Menores de Sevilla, tras tener conocimientos a través de los medios de comunicación de que el caso de acoso escolar, o ‘Bullyng’ de una chica transexual de la localidad Sevillana de Coria del Río, no quede impune.

Tras conocer que la Fiscalía de Menores de Sevilla no va a recurrir la sentencia que absolvió a tres alumnos de un instituto de Coria del Río (Sevilla) de "bullying" o acoso escolar a un compañero de 16 años que había manifestado públicamente su tendencia sexual y que posteriormente se cambió de sexo, ATA considera que la Fiscalía debe iniciar una investigación para que se busquen a los culpables del acoso, y que derivaron en que, la hoy chica, que fue objeto de vejaciones, sufriera una profunda depresión, incluso llegando a intentar suicidarse.

Desde ATA lamentamos que en la sentencia se diga que el propio denunciante "tampoco usaba un lenguaje correcto" e insultaba a sus compañeros llamándoles "maricón reprimido", puesto que esto no es más que una forma desesperada de defensa, fruto de continuas vejaciones e insultos.

Por desgracia este tipo de situaciones no son aisladas, y forman parte de la rutina diaria de muchas chicas lesbianas, chicos homosexuales y personas transexuales que comienzan a ser visible su orientación sexual o identidad de género. “Fiscales y jueces deben tomar conciencia del grave problema que este tipo de acosos, que suponen un grave problema en el posterior desarrollo de las personas que lo sufren, y que pueden tener graves consecuencias al producirse en edades en las que las personas son muy vulnerables”, ha declarado Mar Cambrollé presidenta de ATA.

Además, hacemos un llamamiento a la comunidad educativa, tanto a padres, profesores como alumnos, para que tomen conciencia de la gravedad de este tipo de situaciones, que en muchos casos pasan desadvertidas para los más mayores, al quedar escondidas entre los propios alumnos, incluso las víctimas, que debido al miedo a la vergüenza que sufren, en muchas ocasiones no son capaces de dar el paso de la denuncia.


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