Finlandés, 55 años, padre de tres hijas, dos veces divorciado, Luterano… hasta aquí la historia parece la historia de cualquier sacerdote, lo mismo que pensaban sus feligreses en Imatra, una pequeña ciudad al sureste del país; por lo menos a aquellos a quienes les sorprendió ver al pastor Olli Aalto en los medios de comunicación defendiendo la transexualidad.
Las opiniones estás divididas como era de esperarse porque siempre las personas se otorgan el derecho a opinar sobre las decisiones que tienen que ver con la intimidad de las personas, decisiones que según algunos feligreses afectan a todos, en especial a aquellos que se resisten a asumir que Marja-Sisko Aalton neomujer quien ahora se encuentra en proceso de transexualización, acuda hoy como desde hace 22 años a celebrar la misa.
Marja-Sisko, como a su madre le hubiera gustado llamarla si hubiera nacido chica, es el séptimo hijo der un hogar con siete varones, una mujer a quien ahora tildan de blasfemo, pervertido o acusan de ir contra natura. Ella a dicho “Cuanto mayor es la ignorancia, más firme es la condena. Me acusan de haber cambiado mi propio ser, pero la verdad es la contraria: he puesto fin a décadas de una angustiosa negación de mi mismo, porque finalmente me he aceptado como Dios me hizo”.
Ella ha contado con el apoyo de su obispo Häkkinen quien ha declarado “La pertenencia a la Iglesia es cuestión de algo mucho más importante que las peculiaridades o las acciones de uno de sus ministros”. La nueva pastora realizó una reunión con su feligresía como una forma de preparar su retorno a la vida religiosa, actividad a la que también asistió Mikkeli.
Marja-Sisko además se desempeña como investigador en una asociación religiosa, pero no lo para seguir la idea de quienes opinan que debería abandonar el sacerdocio y dedicarse a otras tareas “menos visibles”. Situación en la que no están de acuerdo las autoridades eclesiásticas finlandesas quienes decidieron que no pueden negarle la oportunidad de ejercer su sacerdocio puesto que en la Iglesia Evangélica Luterana se permite el sacerdocio femenino. “Es probable que se produzca algún tipo de conflicto, por mucho que yo intente hablar el idioma de los ángeles. De todos modos, yo no pretendo provocar ese conflicto” ha informado Marja-Sisko quien regresa a su actividad cotidiana “porque echaba mucho de menos la tarea evangélica y el contacto con los feligreses”.
Las opiniones estás divididas como era de esperarse porque siempre las personas se otorgan el derecho a opinar sobre las decisiones que tienen que ver con la intimidad de las personas, decisiones que según algunos feligreses afectan a todos, en especial a aquellos que se resisten a asumir que Marja-Sisko Aalton neomujer quien ahora se encuentra en proceso de transexualización, acuda hoy como desde hace 22 años a celebrar la misa.
Marja-Sisko, como a su madre le hubiera gustado llamarla si hubiera nacido chica, es el séptimo hijo der un hogar con siete varones, una mujer a quien ahora tildan de blasfemo, pervertido o acusan de ir contra natura. Ella a dicho “Cuanto mayor es la ignorancia, más firme es la condena. Me acusan de haber cambiado mi propio ser, pero la verdad es la contraria: he puesto fin a décadas de una angustiosa negación de mi mismo, porque finalmente me he aceptado como Dios me hizo”.
Ella ha contado con el apoyo de su obispo Häkkinen quien ha declarado “La pertenencia a la Iglesia es cuestión de algo mucho más importante que las peculiaridades o las acciones de uno de sus ministros”. La nueva pastora realizó una reunión con su feligresía como una forma de preparar su retorno a la vida religiosa, actividad a la que también asistió Mikkeli.
Marja-Sisko además se desempeña como investigador en una asociación religiosa, pero no lo para seguir la idea de quienes opinan que debería abandonar el sacerdocio y dedicarse a otras tareas “menos visibles”. Situación en la que no están de acuerdo las autoridades eclesiásticas finlandesas quienes decidieron que no pueden negarle la oportunidad de ejercer su sacerdocio puesto que en la Iglesia Evangélica Luterana se permite el sacerdocio femenino. “Es probable que se produzca algún tipo de conflicto, por mucho que yo intente hablar el idioma de los ángeles. De todos modos, yo no pretendo provocar ese conflicto” ha informado Marja-Sisko quien regresa a su actividad cotidiana “porque echaba mucho de menos la tarea evangélica y el contacto con los feligreses”.
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