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martes, 24 de noviembre de 2009

Un alumno transexual recurre la absolución de 3 compañeros acusados de acoso

La defensa de un joven transexual ha recurrido la absolución de tres compañeros de su instituto de Coria del Río (Sevilla) que fueron juzgados por "bullying" o acoso escolar después de que el denunciante, entonces de 16 años, manifestase públicamente su tendencia sexual.
Fuentes de su defensa han informado a Efe de que, en su recurso, pide que se tengan en cuenta las primeras declaraciones de los testigos que certificaron el acoso y aquellas que, pese a mantener la acusación en el juicio, no fueron tenidas en cuenta por el juez de menores en su sentencia.
La acusación particular entiende que el acoso fue juzgado varios años después de ser denunciado y "en cuatro años las cosas se olvidan o las personas tienen miedo".
El recurso de la acusación particular será el único sobre el que deba pronunciarse la Audiencia de Sevilla, ya que la Fiscalía de Menores ha anunciado a Efe que no recurrirá la sentencia absolutoria, pese a que inicialmente pidió para cada procesado seis meses de trabajos en beneficio de la comunidad.
La Fiscalía les imputó un acoso que, presuntamente, obligó al denunciante a dejar el instituto "Caura" de Coria del Río a comienzos de 2005 y le llevó a varios intentos de suicidio y a un estado "depresivo y violento".
El joven, entonces de 16 años y conocido con un nombre de varón, se sometió posteriormente a una operación de cambio de sexo y en la actualidad es citado en la sentencia con nombre de mujer.
La sentencia absolvió a los procesados por falta de pruebas y precisó que el propio denunciante "tampoco usaba un lenguaje correcto" e insultaba a sus compañeros llamándoles "maricón reprimido".
La acusación particular ha reconocido a Efe que los procesados tienen ya más de 20 años y "después de tanto tiempo, tiene poca aplicación la Ley Penal del Menor en su faceta de educar o corregir conductas", pero pese a ello persiste en su decisión de recurrir para que "no quede una sensación de impunidad" y que "el reproche penal exista, aunque no a efectos prácticos".
El joven denunció haber sido objeto de vejaciones como no permitirle entrar en el baño de chicos, haber recibido amenazas de muerte e insultos y haber sufrido comentarios hirientes sobre su condición sexual.
La denuncia fue presentada por la madre del menor ante la Guardia Civil en enero de 2005, cuando afirmó que su hijo se había visto obligado a dejar las clases tras expresar públicamente su tendencia sexual.

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