Arcópoli expresa su más profunda preocupación e indignación por la agresión tránsfoba que tuvo lugar en Turquía el pasado 16 de mayo y se une a la denuncia de Amnistía Internacional del acoso sistemático al que se ven sometidos en Turquía los activistas LGTB.
El colectivo Pembe Hayat (Vida Rosa) había recibido presiones desde hacía tiempo, pero fue la semana pasada, durante las celebraciones del Día Internacional contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia, cuando un grupo de agentes de la polcía de Ankara agredió a varios activistas trans que se trasladaban en coche.
Testigos de Amnistía Internacional que presenciaron el insultante espectáculo relataron cómo la policía exigió a los ocupantes del vehículos que se identificasen y después de hacerlo a que se bajasen del mismo sin ningun motivo legal, a lo que éstos se opusieron.
Así pues dio comienzo a una discusión, y otros miembros de Pink Life y AI acudieron al lugar del conflicto. Fue entonces cuando la policía comenzó a agredir físicamente a estos últimos y a las persondas del interior del coche con las porras y con gas de pimienta. Lo más impactante fue que los mismos miembros del cuerpo de policía instaron a los viandantes a que se quejasen de los activistas transgénero.
Finalmente se arrestó a los que se encontraban dentro del vehículo y se les mantuvo bajo custodia policial toda la noche, alegando resistencia a un funcionario del Estado. Tras su puesta en libertad, los activistas fueron al Instituto Médico Forense para que sus lesiones fueran documentadas. AI presentará una querella por el trato recibido, y cuenta que ha tenido noticia de que los agentes de policía han buscado los informes médicos para usarlos, posiblemente, en el caso contra los activistas.
Tal y como podemos observar, el respeto al colectivo LGTBQ brilla por su ausencia en Turquía, un Estado que pretende que su entrada en la Unión Europea se aceptada y que hace oídos sordos a las exigencias de los socios comunitarios con respecto a la garantía de los derechos humanos.
Desde Arcópoli, como asociación defensora de los derechos de la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales y Queer, elevamos fuertemente nuestra voz, para denunciar esta situación tan vergonzosa e inaceptable, y exigimos que se tomen las medidas apropiadas para hacer respetar la dignidad de las personas agredidas, así como un mayor control por parte de las instituciones turcas en la garantía del respeto a la diversidad afectivo-sexual.
El colectivo Pembe Hayat (Vida Rosa) había recibido presiones desde hacía tiempo, pero fue la semana pasada, durante las celebraciones del Día Internacional contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia, cuando un grupo de agentes de la polcía de Ankara agredió a varios activistas trans que se trasladaban en coche.
Testigos de Amnistía Internacional que presenciaron el insultante espectáculo relataron cómo la policía exigió a los ocupantes del vehículos que se identificasen y después de hacerlo a que se bajasen del mismo sin ningun motivo legal, a lo que éstos se opusieron.
Así pues dio comienzo a una discusión, y otros miembros de Pink Life y AI acudieron al lugar del conflicto. Fue entonces cuando la policía comenzó a agredir físicamente a estos últimos y a las persondas del interior del coche con las porras y con gas de pimienta. Lo más impactante fue que los mismos miembros del cuerpo de policía instaron a los viandantes a que se quejasen de los activistas transgénero.
Finalmente se arrestó a los que se encontraban dentro del vehículo y se les mantuvo bajo custodia policial toda la noche, alegando resistencia a un funcionario del Estado. Tras su puesta en libertad, los activistas fueron al Instituto Médico Forense para que sus lesiones fueran documentadas. AI presentará una querella por el trato recibido, y cuenta que ha tenido noticia de que los agentes de policía han buscado los informes médicos para usarlos, posiblemente, en el caso contra los activistas.
Tal y como podemos observar, el respeto al colectivo LGTBQ brilla por su ausencia en Turquía, un Estado que pretende que su entrada en la Unión Europea se aceptada y que hace oídos sordos a las exigencias de los socios comunitarios con respecto a la garantía de los derechos humanos.
Desde Arcópoli, como asociación defensora de los derechos de la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales y Queer, elevamos fuertemente nuestra voz, para denunciar esta situación tan vergonzosa e inaceptable, y exigimos que se tomen las medidas apropiadas para hacer respetar la dignidad de las personas agredidas, así como un mayor control por parte de las instituciones turcas en la garantía del respeto a la diversidad afectivo-sexual.
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