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lunes, 31 de mayo de 2010

"Todas somos transexuales"

Articulo de opinión: Diario Digital Transexual.-
Este lema era el grito de combate interno, para cerrar filas, de Transexualia en los primeros noventa. No se me puede olvidar mi querida Jenny repitiéndolo con voz de infinita paciencia, una vez más, repitiéndolo para nosotras mismas, éste no para fuera, sino para dentro, para que nos diéramos cuenta de una realidad importantísima.
“Todas somos transexuales”, fue un grito histórico de unidad y como tal lo menciono. Hoy se diría “todas y todos”, y el predicado “transexuales” sería discutido: ¿también transexuales? ¿trans? ¿otra palabra?
Pero transformándolo como deba ser, se entiende en el sentido de que todas y todos compartimos la misma experiencia básica. Todas y todos sabemos lo que es tener una identidad que no es coherente con lo que se espera de ti; todas hemos tenido que enfrentarnos con la sociedad, hacer el cambio social, que es la parte más dura de nuestro cambio, pues puede enfrentarnos con nuestra familia y nuestro trabajo; todas sabemos lo que es enfrentarse a una transfobia que abarca desde las miradas en la calle a las palizas inesperadas o mucho más, a la muerte incluso, que es el resultado de una visión hostil a todo lo nuestro, sea lo que fuere, en lo pequeño o en lo grande.
Luego, sabemos también que hay diferencias entre nosotras, pero esos puntos en común, los más importantes, sabemos que los compartimos todas, que son parte de nuestra realidad en la interacción con el conjunto de una sociedad a la que pertenecemos y que nos dificulta grandemente el acceso a ella en plenitud de derechos.
¿Cuáles son nuestras diferencias? Todas y todos las sabemos: algunas se saben mujeres, algunos se saben hombres y algunas/algunos nos sabemos intermedios; nosotros, sin pretender que las otras o los otros se sientan como nosotros; algunas tienen (tenemos) buenas razones para operarse, de vaginoplastia o de mamas, otras prefieren hacer sólo una de esas operaciones, o ninguna; algunos quieren hacerse la mastectomía, la histerectomía o la faloplastia, o alguna de esas operaciones; o ninguna; o pueden cambiar de opinión con el tiempo en uno u otro de todos esos sentidos.
Todo esto está ya admitido en nuestra cultura colectiva mayoritaria hace tiempo; lo sabemos, lo aceptamos, nos respetamos en nuestra diversidad a la vez que podemos aceptar esa unidad que nos solidariza frente a los ataques ajenos; podemos discutir en nuestros foros, pero los ataques externos nos unen.
Es posible siempre mantenerse unidas, unidos (y unides) como movimiento, sin dejar de reconocer que, en cada momento, los intereses pueden ser distintos, pero no contradictorios.
No tenemos intereses distintos en juego, que tengamos que defender unas contra otras.
Podemos tener opiniones distintas, que no deben molestar ni ofender a nadie, porque son formas de autocomprendernos.
A veces, en esas opiniones, podemos creer que todo el mundo piensa lo mismo; la experiencia de una misma o uno mismo, puede parecernos la de todas, todos (o todes) Pues no; tenemos que acostumbrarnos a que, dentro de esos puntos comunes, tenemos experiencias distintas, y que todas deben ser respetadas.
Tenemos que respetar que algunas necesitemos operarnos y que necesitemos, hoy día, salvaguardar por todos los medios la Sanidad Pública.
Tenemos que respetar que algunas no aceptemos los actuales protocolos psicológico/psiquiátricos de acceso a esa Sanidad, una vez que razonemos por qué deben cambiarse.
Tenemos que respetar que algunas se sepan definidamente mujeres o algunos, definidamente hombres.
Tenemos que respetar que otres nos sintamos enmedio.
Tenemos que respetar que algunas y algunos y algunes, independientemente de lo que sepan que son, decidan por mil motivos no llegar a la operación de genitales.
Ésta es la práctica del movimiento transexual en España desde que existe, desde que fue fundada Transexualia en 1989 hasta hoy, y nos ha permitido la unidad en lo fundamental a la vez que el respeto más absoluto a la diversidad. Así hemos vivido a gusto en nuestra comunidad y hemos luchado juntos y hemos conseguido muchos de nuestros derechos.
Hoy me permito añadir que tenemos que respetar también nuestra diversidad en cuanto a nuestras ideas sobre el género, una cuestión que procede de nuestra experiencia, pero que ha sido puesta de inmensa actualidad por el movimiento feminista y la teoría queer: es decir, por gente que excede de las dimensiones de nuestro espacio; hay un debate en el que hay que entrar.
En este debate, hay que respetar que existan posiciones binaristas, defensoras de que existen hombres y mujeres, y que las demás realidades deben subsumirse en esa dualidad.
Y hay que respetar que existan posiciones no-binaristas, relativas a todo lo humano, variadas entre sí, y la nuestra, aprovecho para dejarlo claro, defensora de que todos los conjuntos de género son difusos, y hay por tanto hombres muy diversos, entre los que figuran los hombres trans, y mujeres muy diversas, entre las que figuran las mujeres trans, e intersex u otras realidades muy diversas, en las que figuramos personas trans.
Y todo ello es respetable, y se puede debatir o discutir en paz y concordia, y de este debate saldrá lo que salga.
Por eso, es importante que digamos que “todas somos transexuales”, o la traducción contemporánea que fuere necesaria, y todas, todos y todes nos sintamos unidas en la misma transgresión del código de género todavía en vigor, que nos ha oprimido ferozmente. Primero, para defendernos todas juntas, o juntos, o juntes.
Y dicho esto, ya me puedo quedar sin ir al Congreso, la Manifestación y la Fiesta, que va a haber en los próximos días o semanas, y a los que tengo dificultades prácticas para ir, diciendo que desearía de corazón que fuéramos todos, y todas, y todes, quienes físicamente puedan estar, en nombre de los que no podemos, mostrando nuestra diversidad, y nuestra unión en la diversidad, de manera que todas, todos y todes pudiéramos acudir, sintiendo nuestra solidaridad, nuestro compañerismo, nuestra unión en todo lo que tenemos en común.
Ojalá. Y si no este año, el próximo!
Kim Pérez 31-05-2010

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