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jueves, 3 de diciembre de 2009

Piden 25 años a dos mujeres por matar a un transexual masculino

La Audiencia Provincial acoge hoy la vista oral contra Dolores R.N. y Ainoa N.B., por varios presuntos delitos de homicidio, coacciones y contra la integridad moral. Les piden 25 años a cada una por la muerte de Concepción G.H., a quienes ellas no sólo presuntamente mataron a golpes, sino que hostigaron aprovechándose, según la Fiscalía, de sus dudas sobre su identidad sexual. Y es que Concepción, en realidad, quería llamarse Roberto.
Los hechos arrancan en 2006, cuando las procesadas se instalan en el domicilio de la mujer "con la idea de ir ganando poco a poco su confianza hasta minar su voluntad", según la Fiscalía. En febrero de 2007, Dolores y Ainoa comienzan a encerrar a Concepción en su casa, y le dan constantemente un trato "humillante y degradante" con la excusa de que la mujer tenía problemas de identidad sexual y había comenzado una serie de cambios hormonales conducentes a hacerse llamar Roberto.
Las vejaciones continuaron. Las mujeres aprovecharon el rechazo que Concepción sentía por su cuerpo y la torturaron desnudándola y grabándola en vídeo, a sabiendas del sufrimiento que eso podría producirle. También le obligaron a vestir ropa femenina.
Concepción, al parecer intentó echarlas de su casa, pero los esfuerzos fueron vanos, tanto que las ahora acusadas consiguieron hacerle firmar un documento por el que las autorizaba a permanecer en el domicilio hasta que consiguieran uno propio y le prometía a una de ellas, Dolores, 1.200 euros.
Los vecinos escuchaban repetidamente gritos y golpes provenientes de la casa, y veían a la mujer por el edificio cada día más taciturna, sucia, con lesiones sin curar y desnutrida. El final de esta brutal historia es igual de dramático: Concepción muere la madrugada del 1 de septiembre de 2007 sobre un colchón del suelo de su habitación, «desnuda y sucia», dice la Fiscalía. La causa, traumatismos en la cabeza y un enorme hematoma. Se encontró su sangre en el marco de la ventana, en la persiana del salón y en el suelo de la habitación.

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