Washington, 23 sep (EFE).- Dos legisladores homosexuales de Estados Unidos instaron hoy al Congreso a que apruebe una ley que prohíba la discriminación laboral de los homosexuales y transexuales en el país.
Durante una audiencia del Comité de Educación y Trabajo de la Cámara de Representantes, el legislador demócrata Barney Frank, afirmó que una ley que estudia el Congreso contra la discriminación de trabajadores en base a su orientación sexual es de sentido común y no forma parte de una "agenda extremista".
"Me parece obvio que a un estadounidense que quiere trabajar para mantenerse se le permita hacerlo y sea juzgado únicamente por su ética de trabajo y sus talentos. No sé qué más decir", afirmó Frank, representante de Massachusetts.
"Algunas veces a los que somos gay o lesbianas se nos acusa de tener una agenda radical... pero tratar de conseguir un empleo o meterse al Ejército no ha sido una parte fundamental del radicalismo", manifestó.
Mientras que su colega Tammy Baldwin consideró que ya es hora de que las leyes del país se acomoden "a la realidad de la vida" en Estados Unidos.
Baldwin representa a Wisconsin, que en 1982 se convirtió en el primer estado en adoptar una ley estatal contra la discriminación de los trabajadores homosexuales.
En la actualidad, 21 estados prohíben explícitamente la discriminación laboral en base a la orientación sexual, y otra decena prohíbe además la discriminación en base al género.
La propuesta federal prohíbe que los empleadores decidan sobre la contratación, despido, salario o promoción de un empleado en base a su género u orientación sexual. La ley incorpora excepciones para el Ejército, los grupos religiosos y empresas con menos de 15 empleados.
Algunos republicanos consideran que el texto de la ley no es lo suficientemente preciso y, sin protecciones bien definidas, se presta a posibles demandas en los tribunales.
La Cámara de Representantes ya había aprobado un proyecto similar, aunque sin protecciones para transexuales, hace dos años, pero la medida quedó estancada en el Senado, en parte porque afrontó la amenaza de un veto presidencial bajo el mandato de George W. Bush.
Ahora, los demócratas expresan optimismo de que la medida será aprobada, pues cuenta además con el apoyo del presidente Barack Obama. Ninguna de las dos cámaras del Congreso tienen programado aun un voto definitivo sobre la medida.
Durante una audiencia del Comité de Educación y Trabajo de la Cámara de Representantes, el legislador demócrata Barney Frank, afirmó que una ley que estudia el Congreso contra la discriminación de trabajadores en base a su orientación sexual es de sentido común y no forma parte de una "agenda extremista".
"Me parece obvio que a un estadounidense que quiere trabajar para mantenerse se le permita hacerlo y sea juzgado únicamente por su ética de trabajo y sus talentos. No sé qué más decir", afirmó Frank, representante de Massachusetts.
"Algunas veces a los que somos gay o lesbianas se nos acusa de tener una agenda radical... pero tratar de conseguir un empleo o meterse al Ejército no ha sido una parte fundamental del radicalismo", manifestó.
Mientras que su colega Tammy Baldwin consideró que ya es hora de que las leyes del país se acomoden "a la realidad de la vida" en Estados Unidos.
Baldwin representa a Wisconsin, que en 1982 se convirtió en el primer estado en adoptar una ley estatal contra la discriminación de los trabajadores homosexuales.
En la actualidad, 21 estados prohíben explícitamente la discriminación laboral en base a la orientación sexual, y otra decena prohíbe además la discriminación en base al género.
La propuesta federal prohíbe que los empleadores decidan sobre la contratación, despido, salario o promoción de un empleado en base a su género u orientación sexual. La ley incorpora excepciones para el Ejército, los grupos religiosos y empresas con menos de 15 empleados.
Algunos republicanos consideran que el texto de la ley no es lo suficientemente preciso y, sin protecciones bien definidas, se presta a posibles demandas en los tribunales.
La Cámara de Representantes ya había aprobado un proyecto similar, aunque sin protecciones para transexuales, hace dos años, pero la medida quedó estancada en el Senado, en parte porque afrontó la amenaza de un veto presidencial bajo el mandato de George W. Bush.
Ahora, los demócratas expresan optimismo de que la medida será aprobada, pues cuenta además con el apoyo del presidente Barack Obama. Ninguna de las dos cámaras del Congreso tienen programado aun un voto definitivo sobre la medida.
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