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lunes, 14 de septiembre de 2009

ACTITUDES QUE NOS DIVIDEN

Dentro de nuestro colectivo muchas veces surge la crítica y la no aceptación de la diferencia.
Las personas transgéneros activistas, o no, tendríamos que luchar por la defensa de la diversidad para encuadrarla en un marco de igualdad.

Me referiré ahora a las críticas que se hacen sobre todo hacia las personas transgéneros que no cruzamos géneros o las que estamos reasignadas genitalmente.

Por un lado están las que nos recriminan, casi siempre desde postulados feministas radicales que piensan que las mujeres transgéneros que nos sentimos mujeres y no cruzamos géneros no hacemos sino mantener roles que perpetúan la condición de mujer objeto.

No se que tiene que ver el hecho de sentirnos mujeres, con no poder ejercer nuestra feminidad de una manera liberadora.

Las personas transgéneros podemos vivenciar el género con el que nos identificamos de una manera definida asumiendo los roles y la imagen corporal típicamente femenina o masculina o también podemos asumir en uno u otro sentido intersecciones femeninas-masculinas.

De este modo la realidad transgénero es muy diversa y totalmente legítima en todos los casos, porque cada persona es la que decide en donde se sitúa en la identidad de género que mejor se adapte a cada hombre o mujer transgénero en particular.

Dicho esto hay que concluir que TODAS LAS PERSONAS TRANSGÉNEROS SOMOS IGUALES independientemente si mezclamos géneros o no.


Desde el feminismo radical surgió la palabra mutilación para referirse a la reasignación genital.

Pero este término también lo usan, sobre todo, muchas mujeres transgéneros como arma arrojadiza contra las que quieren reasignarse o se han reasignado.
No entienden que al igual que hay personas transgéneros que puedan aceptar la genitalidad con la que ha nacido, otras no pueden y se sienten liberadas tras la reasignación.

En mi caso no me reasigné para sentirme una mujer auténtica, ya lo era antes, sino para sentirme mejor conmigo misma.
Me reasigné sin la presión de nadie ni para dar gusto a nadie. Y por supuesto no voy haciendo alarde de un acontecimiento, importante sí, pero que era uno más en mi proceso personal de transición.
La persona que piense que estoy castrada y que no siento nada, signara. Eeasignara. s de nacimientoexualmetice. os liberadas feminidad de una manera liberadora.
no tiene ni idea de lo que dice ya que por fin he podido expresar plenamente mi sexualidad (con orgasmos incluidos).

Pero si intuyo que si otra persona transgénero disfruta sexualmente con sus genitales de nacimiento y se siente bien con ello estaría cometiendo una locura si se reasignara. Esta persona si podría quizás “mutilarse”.

Unas y otras, las reasignadas y las que no, somos iguales en la consideración de mujeres transgéneros, ya que el sentimiento de sentirse mujer es lo que nos iguala en dicha condición.

Conclusión: Todas las personas transgéneros SOMOS IGUALES INDEPENDIENTEMENTE de los cambios corporales que tengamos en tal o en cual sentido, porque repito lo que nos une es la condición de sentirnos en un género diferente del que nacimos.

Josefa Suárez, miembra de ATA

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me das que pensar Josefa...

Estoy contigo en muchos aspectos y en otros quizás difiera un poco más.

Lo que esta claro es que todos somos iguales frente a los derechos y a la vez diferentes respecto a las demás personas, sean personas tran o no.

Lo unico importante de todo esto es que desde nuestra perspectiva seamos capaces de no solo saber que existe tal diversidad sino tambien de entenderla y comprenderla.

Yo personalmente creo que si que es importante que todos/as partamos de la premisa de la diversidad. Iba a seguir escribiendo sobre lo que no comparto contigo pero me has dejado pensativo y prefiero relexionar más y quedarme de momento con lo que coincidimos. ;)

Un saludo y espero que nos veaos pronto
Alex de la Cruz